Hay canciones atemporales, que no entienden de estilos, modas, o etiquetas, sino que simplemente están hechas para tocar la fibra y emocionar al oyente. Además si para llevarlas al directo contamos con una auténtica reunión de maestros como la que encabezan el insigne guitarrista Steve Lukather y el teclista Steve Porcaro, y el marco escogido es un recinto como L´Auditori Forum, la única fecha de los americanos Toto en nuestro país estaba destinada a ser todo un éxito.
Aunque quizás la banda en los últimos tiempos no se ha prodigado tanto como nos hubiera gustado en sus visitas a nuestros escenarios, ni tampoco a la hora de editar nuevos trabajos, lo cierto es que cuentan con un extensísimo catalogo de hits que haría palidecer a algunas formaciones que se dedican a publicar discos como si fueran churros, aunque no siempre cuidando la calidad compositiva de sus obras.
Si la memoria no me falla hacia ya bastante tiempo que la formación americana no pisaba los escenarios de la Ciudad Condal, y eso se notó en la respuesta que obtuvieron de un público que prácticamente completó hasta la bandera el aforo del local, dispuesto a deleitarse, cantar, y, -en algunos casos teniendo en cuenta la limitaciones propias del lugar-, incluso bailar al son de una colección de temas que se han convertido en imprescindibles para cualquier seguidor del ROCK, así en letras mayúsculas.
Tras todo lo anteriormente expuesto creo que resulta evidente que Toto nunca fueron una banda al uso. Así que no es de extrañar que su alineación tampoco sea la convencional. Así que sobre el escenario de l´ Auditori Forum pudimos ver dos sets de teclados que tocaron Steve Porcaro y Dominique “Xavier” Talpin. Dos kits percusivos, uno el del batería Shannon Forrest y otro del percusionista de apoyo Lenny Castro. El encargado de darles la replica con el bajo fue Shem Von Schroeck. El comodín de la formación fue el corista, cantante, y hombre orquesta de los vientos: Warren Ham. Mientras que los grandes protagonistas de la velada fueron el vocalista Joseph Williams y, como no, Steve Lukather que se mostró en un fantástico estado de forma.
Sin grandes alardes escénicos, únicamente un gran telón de fondo que reproducía la portada de su último “Greatest Hits: 40 Trips Around The Sun”, la banda aparecía en escena con “Devil´s Tower”, dejando patente desde el mismo arranque que la elegancia y la distinción siguen siendo a día de hoy sus principales señas de identidad. Ya desde ese momento pudimos comprobar que Steve Lukather parecía ser el que más ganas tenía de moverse por el escenario, y es que el incombustible guitarrista nos ofreció un verdadero recital a lo largo de los 130 minutos que estuvo en escena. Sí, debo admitir que me sorprendió que a las primeras de cambio cayera uno de sus grandes clásicos “Hold The Line”, que ponía a todo el auditorio por primera vez en pie para acabar regalando a los músicos una cerrada ovación.
Todo, absolutamente todo sonó impecable a lo largo del show. Además si alguien pensaba que algunos de los músicos había venido únicamente a cumplir con el expediente, no podía estar más equivocado. Ya que no tardó el saxofonista Warren Ham en reclamar su particular cuota de protagonismo, ocupando el centro del escenario durante el sugerente “Lovers In The Night”, que ponía a todo el recinto a acompañar con palmas el tema. Y es que si algo destacaría de la actuación de Toto, es que pese al indiscutible protagonismo que ejerce la tripleta Lukather, Porcaro, Williams, lo cierto es que la banda sonó como un colectivo sólido y compacto, en el que todos tuvieron su momento de lucimiento personal. De modo que hasta la nueva incorporación de la banda, el teclista Dominique Talpin tuvo ocasión de medirse con Porcaro a lo largo del vibrante “Alone”.
Sin ofrecernos ni un segundo de tregua el tándem de percusionistas se encargó de tomar el testigo para adentrarnos de lleno en los deliciosos ritmos étnicos del refrescante “I Will Remember”, que era el escogido para que nuevamente Warren Ham se encargara de la sección de vientos. Pese a ese derroche de magia sonora e intensidad musical los americanos no estaban dispuestos a dejar pasar la ocasión de rockear intensamente, y para ello que mejor que una marchosa versión de “English Eyes”, que volvía a emocionar al respetable antes de que Lukather nos brindara otro de sus espectaculares solos marca de la casa.
Una nueva ración de percusión serviría como preámbulo para los ritmos más bailables y de esencia funk de esa genialidad instrumental que lleva por título “Jack To The Bone”. Para cerrar el primer tercio de una velada que estuvo dividida en tres actos, Steve Lukather volvería a pedirnos que nos levantáramos de nuestras cómodas butacas para darle un aire más roquero a “Rosanna”. Para encarar los siguientes minutos de su descarga la banda decidió dejar de lado sus instrumentos eléctricos para tomar asiento y deleitarnos con un pequeño set acústico que arrancó con un guiño a su debut homónimo de 1978: “Georgy Porgy”.
El buen gusto del que la banda ha hecho gala a la hora de tratar las voces y las armonías vocales quedaría plasmado a lo largo del elegante “Human Nature”. Mientras que para el siguiente tema de la noche “I´ll Be Over You”, que quisieron dedicar a todas las chicas guapas de la ciudad, fue el propio Lukather quien se hizo cargo de las líneas vocales. No dejaría el polifacético guitarrista aparcada su faceta de cantante, ya que también se encargó de poner voz la a “No Love”, contando en esta ocasión con el apoyo de la armónica de Warren Ham.
Para poner el colofón a este entretenido set acústico, y mientras los pipas aprovechaban para retirar las banquetas que los músicos habían utilizado, fue el simpático Dominique Talpin quien se quedó solo en escena para mostrarnos algunas de sus habilidades. La vertiente más roquera de la banda no tardaría en apoderarse del recinto durante “Girl Goodbye”, con el que volvían a incidir en el material de su ópera prima para volver a desatar la euforia entre sus incondicionales.
Acto seguido fue el propio Steve Lukather quien ejerció como maestro de ceremonias a la hora de presentarnos y recitarnos el currículum de todos sus compañeros justo antes de dar el pistoletazo de salida a “Lion”. El segundo tema instrumental de la noche no tardaría en llegar en forma de “Dune (Desert Theme)”, que se acabó convirtiendo en el preámbulo perfecto para su versión del emotivo “While My Guitar Gently Weeps” de The Beatles, que nos dejaba a Williams moviendo la linterna de su teléfono para acabar provocando la misma reacción de la audiencia.
Con el auditorio nuevamente en pie y completamente entregado, el nivel de euforia no decreció cuando el personal reconoció la deliciosa “Make Believe”. Pero lo mejor todavía estaba por llegar, ya que para poner el punto y seguido a la velada los americanos optaron por los aromas étnicos y seductores de la siempre imprescindible “Africa”, con la que ponían a todo el mundo a bailar.
Apenas tardaron un par de minutos en regresar a escena para finiquitar definitivamente la velada con “Home Of The Brave”, que servía para que los músicos se dieran un último baño de masas. Fue una noche única y especial. Una velada irrepetible en la que tuvimos ocasión de disfrutar con el directo de una de las bandas más distinguidas y elegantes de la historia del rock. Y ,además, en un marco incomparable como es L´Auditori Del Forum.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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