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martes, 10 de septiembre de 2019

AERODYNE+KILMARA-ROCKSOUND-BCN-6-SEP-2019


Siempre es de agradecer cuando los promotores, las salas, y por que no decirlo el público, arropa y da cobertura a alguno de esos jóvenes valores que están llamados a convertirse en nombres importantes dentro de la escena europea en un futuro cercano. Pero, lamentablemente, como suele suceder en cualquier apuesta hay que asumir unos riesgos, y la consecuencia en ocasiones es que el resultado final no acaba de cumplir con  las expectativas que todos nos habíamos creado. Tras un verano plagado de festivales por toda la geografía nacional, y cumplir  con la necesaria e inevitable vuelta a la rutina tocaba regresar al circuito de salas, y para ello que mejor que inaugurar la temporada de conciertos y acercarnos a la sala Rocksound del barrio de Poble Nou para ser testigos en primera persona del debut en tierras catalanas de Aerodyne. 

La joven formación de Estocolmo lleva poco menos de tres años en activo, y durante ese periodo de tiempo el ahora quinteto ha tenido  ocasión de publicar un E.P. homónimo y su primer largo “Breaking Free”, que veía la luz a finales del pasado 2017. Con la mirada ya puesta en la edición de su segundo esfuerzo, que llevara por título “Dammation”, y verá la luz a mediados del próximo mes de octubre, el combo sueco se dejó caer por los escenarios de la capital catalana  para presentarnos algunas de sus nuevas composiciones. 

Para acompañarles en su estreno en tierras catalanas y ejercer como anfitriones Aerodyne contaron con la presencia de sus compañeros de sello Kilmara, quienes aprovecharon la ocasión para ofrecernos un detallado repaso de su cuarta entrega “Across The Realm Of Death”, ratificando las buenas sensaciones que nos dejaron en su reciente aparición abriendo la última edición del Rock Fest Barcelona, amén de dejar patente que están atravesando un momento dulce en su dilatada trayectoria.

Aunque la sala quedó muy lejos de completar su aforo, lo cierto es que ambas formaciones consiguieron congregar a una masa  de seguidores que dieron calor y colorido a la velada, aunque en algunos momentos los claros entre la audiencia fueron más que evidentes. En cualquier caso, desde que los catalanes salieron a escena precedidos de la introducción  “…And Into The Realm”, para posteriormente abrir fuego con “Purging Flame”, pudimos ver a unos músicos muy compenetrados, rodados, y profesionales, a los que se vio disfrutar en todo momento,  transmitiendo   ese buen rollo a unas primeras filas que rápidamente mostraron su complicidad cuando su frontman Daniel Ponce nos invitó a acompañar el desarrollo del tema con palmas.

Pese a que durante los primeros compases de la velada se les vio algo apretados en el escenario, -algo lógico teniendo en cuenta las reducidas dimensiones del escenario del Rocksound-, y muy preocupados de que todo sonara bien; fue a partir de “The Forge”, cuando pudimos ver a la banda mostrando todo su potencial,  con el propio Jonathan Portillo y su socio a las seis cuerda Miguel Laise, sonando potentes pero a la vez elegantes y melódicos. Con más de quince años de trayectoria a sus espaldas la actual encarnación de los catalanes ha insuflado nuevos bríos a  la banda, dándole nuevos aires y una nueva personalidad. Y eso se notó en la rotundidad y la potencia con la que sonó la batería de Eric Killer en temas como el épico “The End Of The World”.

Pero sin duda el que para un servidor ha sido el gran revitalizador de  la formación catalana ha sido su vocalista Daniel Ponce, quien ha dado a su sonido una nueva dimensión, aportando un registro más variado que el de su antecesor. Además el quinteto apostó  a pies juntillas por el material de su álbum del pasado año, ya que prácticamente todo el repertorio estuvo centrado en él. Así que no faltaron los guiños progresivos de esa delicia sonora que es “My Haven”, ni tampoco las melodías de corte oriental contenidas en   “Principles Of Hatred”, que nos dejaba al bajista Didac Pla apoyando en las voces.

La primera de las concesiones que se permitieron al material de su anterior etapa llegaría bien entrado el show de manos de “Blindfold”, que contó con  el reconocimiento de sus compañeros  y del público a la trayectoria del único miembro que se ha mantenido desde la formación de la banda, Jonathan Portillo. No tardarían mucho en regresar a su último redondo para ofrecernos su particular homenaje a la música y al estilo de vida roquero que es “Disciples”, rescatando así sus primigenias esencias powermetaleras. 

Para adentrarnos de lleno en la recta final del show que mejor que dar buena cuenta del tema que eligieron para grabar videoclip “Out From The Darkness”, que fue de las que mejor funcionó, para dejar que el broche definitivo corriera por cuenta de la inevitable “Break Up”, tras la que se marcharon dejando a la audiencia con un muy buen sabor de boca. En definitiva que Kilmara siguen poco a poco escalando posiciones y afianzando una formación que parece cada vez más enchufada y compacta. En breve la banda se embarcara en una gira con  varias fechas por nuestro país y Portugal  abriendo los conciertos  de los polacos Crystal Viper, esperemos que tengan suerte y puedan demostrar, una vez más, que están en un excelente estado de forma.

No tardaron mucho, -poco más de quince minutos-, en aparecer en escena los encargados de recoger el testigo del combo catalán para rematar la velada con su potente hard & heavy de corte melódico: los chicos de Aerodyne. Lo cierto es que entre los presentes había mucha curiosidad y bastantes ganas de comprobar como sonaría en directo el combo de Estocolmo, y más después de haberle dado un par de vueltas a su primer largo “Breaking Free”, un trabajo dinámico, eléctrico y directo, repleto de buenas melodías y coreables estribillos. Así que a priori los suecos lo tenían todo para triunfar en esta noche de viernes en su debut en tierras catalanas. Pero, desafortunadamente, no fue así.

Salieron a escena muy motivados y activos, con muchas ganas de moverse y hacer vibrar al personal. Así que el arranque estuvo marcado por la novedosa y pegadiza “Out For Blood”, pero desde los primeros compases del show pudimos comprobar que la cosa no iba bien, ya que la banda no sonó con la frescura e intensidad que todos esperábamos. Para tratar de solucionar el problema el quinteto se mantuvo “mudo” más de cinco minutos sobre el escenario, lo que acabó de enfriar los ánimos de un personal que no volvió a entrar en el show.

Tras una espera que acabó resultando eterna la banda volvería a la carga para intentar recuperar el terreno perdido con la pieza que abría su primer largo “As Above, So Below”, pero lo cierto es que no se les vio cómodos sobre las tablas en ningún momento, y eso se notó y mucho. Personalmente creo que tampoco les acabó de ayudar el repertorio escogido para la ocasión, con un protagonismo excesivo de temas de su próxima entrega, unos temas que nadie conocía. Quizás por ello cortes  con potencial como el rotundo “Kick It Down”, pasaron bastante desapercibidos.

Pero sin duda el principal hándicap de la descarga de los suecos  fue la falta de ritmo del show, con parones muy largos entre tema y tema, lo que acabó propiciando que su presentación quedara bastante deslavazada. De entre los temas nuevos uno de los que mejor sonó fue el uptempo “March Davai”, marcado por un ritmo más rotundo y unas guitarras más densas y compactas. Uno de los pocos momentos en los que Aerodyne consiguieron conectar con el personal fue durante “Comin´ For You”, uno de sus temas más conocidos que nos dejaba la estampa del vocalista  s Marcus Heinonen pidiendo la colaboración de la audiencia con el puño en alto.

Sin embargo, cuando parecía que Aerodyne estaban empezando a revertir la situación un nuevo parón, -amenizado en esta ocasión por las líneas del bajista Thomas Berggren tocando la melodía del “Whole Lotta Love” del Led Zeppelin-, volvió a enfriar el ambiente justo antes de que la banda atacara otra de las nuevas “Kill Or Be Killed”. Una nueva mirada sobre su debut publicado hace un par de años serviría para hacernos cambiar de registro y adentrarnos en la riffera “Pedal To The Flor”, con un ritmo muy dinámico y hard roquero. 

“Murder In The Rye”, comandada por las guitarras de Johan Bergman y Daniel Almqvist nos flanquearía el camino hacia una recta final que estuvo marcada por las armonías vocales, -algo  deshilvanadas-, de “Setting Hell On Fire”, y los aromas más metaleros de la propia “Breaking Free”, que era la elegida para poner el broche definitivo a sus escasos sesenta minutos de actuación.

Lo dicho, que los chicos de Aerodyne no tuvieron su noche, ni les acompañó la  suerte en su puesta de largo en la Ciudad Condal. Sí, mostraron maneras y actitud, pero también una falta de madurez y tablas que les impidió sobreponerse a los constantes problemas técnicos y sacar adelante una actuación  que se torció en los primeros compases del show. Así que esperemos que la próxima vez tengan más suerte. Una lástima.




TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER

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