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jueves, 21 de noviembre de 2019

INSOMNIUM+THE BLACK DAHLIA MURDER-STAM1NA-RAZZMATAZZ 2-BCN-14-NOC-2019


Avalados por la excelsa calidad de sus últimas entregas de estudio, la última de ellas “Heart Like A Grave”, que veía la luz a principios del pasado mes de Octubre, y respaldados sobre la solvencia que han demostrado en sus habituales visitas a nuestro país Insomnium regresaban a la sala mediana del Razzmatazz para sumergir a su cada vez más numerosa parroquia de seguidores en su particular y melancólico universo sonoro. Además para acompañarles en este nuevo periplo por el Viejo Continente los finalndeses están contando con otros viejos conocidos de la audiencia de la Capital Catalana como son The Black Dahlia Murder, quienes armados de una propuesta más directa y agresiva regresaban dispuestos a castigar nuestras maltrechas cervicales. Pero no se cerraba aquí el cartel de  esta noche de jueves, ya que para ayudarnos a entrar en calor en esta gélida tarde de otoño  contaríamos con la presencia de unos ilustres veteranos como son Stam1na.

Desafortunadamente cuando aparecieron Stam1na en escena el aspecto que presentaba el local era bastante desalentador, con apenas unas decenas de seguidores aguardando a que arrancara su presentación. Afortunadamente los finlandeses no se dejaron amedrentar, y tiraron de experiencia y ganas, así que a base de meter mucha caña mientras intentaban mover al personal consiguieron que temas como “Paha Arkkitehti”  acabaran teniendo una buena acogida. Algo que jugó a favor del combo de Lemi, -al igual que sucedería después durante la descarga de Insomnium-, fue que en la sala se acabó reuniendo   un nutrido grupo de finlandeses, así que el ver un montón de puños en alto mientras coreaban con perfecto acento el estribillo de “Sudet Tulevat” fue todo un puntazo.


Con el personal bastante animado, y con una banda que se vino arriba a medida que avanzaba el show, tocaba adentrarnos en las melodías de corte folk que nos propusieron a lo largo “Pienet Vihreät miehet”, para acto seguido invitarnos a transitar a través de las melodías y las ambientaciones más inquietantes de “Masiina”, que era la elegida para hacer escala en  su “SLK” de 2014.

Al igual que ya sucediera en sus anteriores visitas el maestro de ceremonias e indiscutible líder de la banda fue Antii “Hyde” Hyyrynen, quien no se cortó a la hora de saludar a sus compatriotas antes de vacilar de su castellano durante la presentación de una de las piezas que ya tocaron en su última incursión en tierras catalanas  “Viisi Laukausta Päähän”.

Uno de los momentos más intensos de la descarga de unos Stam1na que fueron claramente de menos a más fue ese torrente de intensidad que lleva por título “Solar”. Mientras que la última andanada con la que nos deleitaron corrió por cuenta de uno los cortes más devastadores y rotundos de su más reciente entrega “Taival”, “Enkelinmurskain”. En definitiva que unos Stam1na bien flanqueados  por una nutrida colonia de compatriotas acabaron completando una notable actuación.


Si al principio de esta crónica un servidor hacia referencia a la asiduidad con la que nos visitan Insomnium, lo mismo podría decirse del devastador combo de Michigan que lidera el incombustible Trevor Strnad. The Black Dahlia Murder, dejando a un lado las preferencias y gustos personales de cada uno, son como una tormenta sonora sobre el escenario, por lo que en los últimos años les hemos visto compartiendo escenario con bandas tan dispares como Cannibal Corpse, Virvum, o sus compañeros de esta noche, Insomnium y Stam1na. Pero, prescindiendo de sus acompañantes, lo cierto es que los americanos siempre acaban dando la talla y convenciendo al personal.

Por ello no creo que a los que ya habían tenido ocasión de verles en acción les sorprendiera su salida en tromba, ya que como en ellos suele ser habitual Strnad y sus secuaces salieron con la consigna clara de arrollar con todo a su paso, apostando por un sonido de guitarras rotundo y aniquilador  desde que abrieron fuego con “Widomaker”. Luciendo sus habituales gafas Trevor no tardó en convertirse en el amo y señor del escenario, recorriéndolo incansablemente mientras nos alentaba a correr en círculos a la vez que nos espetaba las primeras estrofas de “Jars”, redondeando así una mortífera  dupla rescatada de su más reciente entrega “Nightbringers”.

Tras recibir las primeras muestras de apoyo del respetable el frontman no dejaría de animar al personal para intentar que la acción no se detuviera en los aledaños del escenario mientras el quinteto nos proponía una primera mirada al pasado de manos de un “Contagion”, que fue recibido con algarabía por sus seguidores más veteranos. A estas alturas del show parecía que ni la banda ni sus entregados incondicionales estaban dispuestos a levantar el pie del acelerador, de modo que la escalada de agresividad prosiguió con ese derroche de incendiaria rabia que lleva por título “Miasma”, y que se ha convertido ya en un fijo en todas sus presentaciones.

Pese a que como comentaba su última referencia de estudio “Nightbringers” tiene ya una par de años y a su prolífica producción discográfica, lo cierto es que el repertorio que esta noche nos ofrecieron los americanos estuvo muy centrado en los temas de su trabajo de 2017, con lo que no faltaron temas como el demoledor “Matriach”. El descomunal paseo militar de unos The Black Dahlia Murder que a estas alturas ya tenían al respetable comiendo de su mano prosiguió con una doble ración de su tercer esfuerzo “Nocturnal”, del que enlazaron el tema que lo cerraba “Warborn”, y el desquiciante “What A Horrible Night To Have A Curse”.

Uno de los pocos momentos en los que el quinteto decidió levantar mínimamente el pie del acelerador fue a la hora de azotarnos con los tempos más crujientes que marcaron la propia “Nightbringers”. Pero fue tan solo un espejismo ya que la tormenta de velocidad y distorsión no tardaría en regresar tras las envolventes e inquietantes melodías que nos anunciaban la llegada  de “As Good As Dead”, que nos dejaba la estampa del personal levantando los puños al aire siguiendo las indicaciones de un Trevor que parecía poseído.

Habiendo realizado una doble  escala en  “Ritual”, del que nos propusieron “Malenchantments Of The Necrosphere” y  el  seminal “On Stirring Seas Of Salted Blood”, un rotundo zarpazo de death metal abrasador; los americanos encaraban la recta final con “Everything Went Black”, para acabar liquidando el show con el imprescindible “Deathmask Divine”. En su línea. Poco más se puede decir de  unos The Black Dahlia Murder que siempre acaban siendo una apisonadora en directo. Y es que si sus descargas ya son salvajes y humeantes, imagina todo ese derroche de velocidad y agresividad  concentrado en poco menos de cincuenta minutos. ¡Imparables!


Tras concluir el recital que nos acababa de brindar el combo americano tocaba cambiar radicalmente de registro, dejando a un lado la faceta más abrasiva y seminal del death metal, para adentrarnos de lleno en la densidad introspectiva y melódica que nos propondrían Insomnium. Pese a  que la evolución en la propuesta de los finlandeses ha sido una constante a lo largo de su longeva trayectoria, lo cierto es que las composiciones contenidas en su más reciente “Heart Like A Grave”, poseen una elegancia y una grandilocuencia que no tenían sus anteriores entregas. Quizás la reciente incorporación del polifacético Jani Liimatainen haya sido clave en ese sentido, ya que ahora la formación de Joensuu suena  má equilibrada, potente y compacta, aunque sin perder en ningún momento ese toque minimalista que siempre les ha acomapañado.

Además a lo largo de los años la formación que capitanea Niilo Sevänen ha visto como se sequito de seguidores iba creciendo gira a gira. De modo que no me extrañó que un buen número incondicionales acabaran dando a la sala mediana del Razzmatazz el ambiente que requería la presentación en sociedad de su octava entrega discográfica. Aparecieron en escena entre tinieblas  y rápidamente pudieron sentir el calor de una audiencia que les recibió como verdaderos héroes, y que no vaciló a la hora de acompañar con palmas los compases iniciales del inaugural “Valediction”.

El planteamiento del show fue bastante arriesgado. Los finlandeses son conscientes de que  su “Heart Like A Grave”, ha calado hondo entre sus fieles, así que no dudaron en dedicar la mitad del repertorio al mismo, con lo que no faltaron durante este tramo inicial cortes como “Neverlast”, que impregnaban todo el recinto con sus deliciosas melodías de corte épico para acabar recabando una estruendosa ovación. Tras darse un primer baño de masas Niilo Sevänen se encargó de anunciarnos que había llegado del momento de echar la vista atrás para viajar hasta “Into The Woods”, que se convirtió  en la excusa perfecta para que todos alzáramos nuestros cuernos al aire. 

Un poco más adelante en el tiempo, concretamente hasta su “One For Sorrow” de 2011, nos condujo la siempre efectiva “Through The Shadows”, una vieja favorita que plasma en sus desarrollos la dualidad de la propuesta de los finlandeses, fundiendo a la perfección sentimiento, contundencia y distinción melódica. Como comentaba anteriormente el material de “Heart Like A Grave”, ha gozado de una buena recepción por parte de los fans, así que la respuesta del personal al reconocer “Pale Morning Star” fue apoteósica.

Con el público completamente volcado  Insomnium no parecían dispuestos a dejar que la complicidad y la magia que habían conseguido establecer con sus seguidores se acabara diluyendo, así que la siguiente en sonar para prolongar la hilaridad del respetable fue “Change Of Heart”, que fue la primera concesión que se permitieron a su tercer largo “Above The Weeping World”. Pese a la fama de fríos que suele acompañar a los nórdicos, y a  las luces azules que conferían un aspecto gélido al escenario, lo cierto es que fueron varios los momentos vibrantes e intensos  que vivimos a lo largo de la velada, como cuando todo el personal se puso a acompañar con palmas el arranque del sobrecogedor “And Bells They Toll”. Tal vez una de las pocas pegas que se puede poner a la descarga de los finlandeses es  la utilización de algunos instrumentos pregrabados, como las guitarras acústicas que nos anunciaron la llegada de “Mute Is My Sorrow”.

Antes de encarar la recta final del show Sevänen nos emplazó a que les visitáramos en la zona de merch, y por si alguien albergaba alguna  dudaba sobre acudir a la cita que mejor que convencerle con las envolventes y eclécticas atmósferas  de “Ephemeral”. Para poner el punto y seguido a la velada los finlandeses se decantaron por realizar una nueva incursión en su obra de 2006, dando buena cuenta de “In The Groves Of Death”.

No tardarían mucho en regresar a escena, así que acompañados del inquietante sonido de la lluvia nos invitaron a transitar a través de “The Primaval Dark”, para posteriormente hacernos sucumbir con la tenacidad melódica de un celebradísimo  “While We Sleep”. Para poner el broche  definitivo  a la velada la banda no se decantó  por una vieja favorita, sino por la pieza que presta título a su más reciente entrega “Heart Like A Grave”.

Cumpliendo con las expectativas Insomnium volvieron a dejarse caer por la Ciudad Condal para rubricar que la banda sigue creciendo y que, visto lo visto, aún no ha alcanzado su techo.  Además dejaron claro que actualmente están viviendo uno de sus mejores momentos, demostrando  que tienen calidad y potencial suficiente para convertirse  en uno de los referentes del género.


TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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