A lo largo de la carrera de cualquier banda siempre hay momentos puntuales que marcan su andadura. Sin duda en el caso de Deldrac uno de esos puntos de inflexión se produjo el pasado verano cuando tuvieron ocasión de presentarse ante un montón de seguidores dentro de la última edición del Rock Fest Barcelona. Pero no, para los que tratamos de seguir de cerca la escena de la capital catalana su descarga no fue una sorpresa, ya que la banda que capitanea el ex-Legion Quimi Montañés ya nos había dejado muestras de su potencial en el material de su excelente debut “One Day More, One Day Less”, y en sus posteriores presentaciones en directo. En cualquier caso, tras su mencionada y exitosa aparición, en la que también hubo algún jugoso guiño al legado de los míticos Legion, la banda publicó a finales del pasado año su segunda entrega “Against Tyranny”, un trabajo en el que han dado un importante paso adelante en cuanto a sonido y producción se refiere, llevando su propuesta un paso más allá, y postulándose para ser una de las puntas de lanza del metal nacional.
Quizás por ello esta era una noche especial, ya que el cuarteto se disponía a estrenar su nuevo material en casa, rodeados de amigos y sus más fieles seguidores. Además la apuesta era arriesgada, ya que Deldrac convocaron a sus incondicionales en el incomparable marco del Razzmatazz 2 un recinto sólo al alcance de los grandes nombres nacionales, y de las giras internacionales. Y aunque el papel no llegó a agotarse, lo cierto es que la sala acabó registrando una notable entrada. Para acompañarles en este reencuentro con la audiencia de la Ciudad Condal el cuarteto confió en la rotundidad metalera de los locales Icestorm, que con su personal estilo salpicado de tintes viking/epic se encargaron de calentar el ambiente antes de su salida. Mientras que los elegidos para abrir la velada en esta tarde noche de sábado fueron Braindrag, quienes aprovecharon la ocasión para presentar en sociedad su flamante nuevo single “Atreverme”.
A pesar de ser los encargados de romper el hielo a media tarde, lo cierto es que los chicos Braindrag contaron con el apoyo de un público que les animó y arropó en todo momento. En cuanto a su propuesta quizás fuera la más heterogénea y ecléctica de las tres que pudimos escuchar esta noche. Pero con esto no quiero decir que no tuvieran fuerza o garra, sino que la banda utilizó otras armas además de la potencia para ganarse el favor del respetable desde que irrumpieron en escena con “The Rage Of Regeneration”. Lo primero que me llamó la atención fue el esmero y el cuidado que la banda mostró a la hora de tratar el aspecto vocal, ya que junto a su vocalista, Mireia Pérez, tuvimos ocasión de escuchar a un par de coristas, Aida Misareth y Aylenix, que se situaron en la parte posterior del escenario.
Y es que en esta nueva etapa la banda ha dado un paso adelante en lo que a su sonido se refiere, y eso se notó en la rotundidad de su base rítmica, con el bajo de Kio Aubà dejándose notar con fuerza en temas como “Hysteria”. Como comentaba esta noche era especial para Braindag, así que la banda contó con la colaboración del que fuera su vocalista y guitarrista Luís A. Moss, para dar la réplica a Mireia a lo largo de “Aliens”, un tema que ya incluyeron en su primer EP “One”.
Mucho más melódica, y contando nuevamente con el concurso de las coristas, sonó “You Can’ t Stop Me”. Con la gente volcada con ellos, y en un ambiente festivo, llegaba el momento de “Good Old Me”, para el contaron con un nuevo invitado Lluís Siso. Tampoco faltó el momento emotivo con el recuerdo al que fuera su batería Fito Loudness, durante la presentación de “Atreverme”. Mientras que el capítulo final para la descarga de los catalanes estuvo reservado para “Salta”. He de admitir que no conocía previamente a Braindrag, y me sorprendieron gratamente, ya que presentaron una propuesta melódica, potente y elegante, combinando la rotundidad y el gusto por las buenas melodías.
No tardaron mucho en aparecer en escena los encargados de recoger el testigo y proseguir con la descarga, Icestorm. Mucho ha evolucionado la propuesta de los barceloneses desde que dieron sus primeros pasos con un sonido más próximo al power metal en aquel lejano “Contes De La Vall de Glaç”, hasta llegar al estilo mucho más potente, épico y con tintes viking de su más reciente “Saga”, en el que han combinado letras en inglés y catalán cantadas en las tonalidades más rugientes y agresivas de su vocalista Marc Storm.
Desde la edición del mencionado “Saga”, a principios del pasado año, la banda ha jugado muy bien sus cartas, apareciendo en diferentes certámenes y citas importantes dentro de la escena metalera catalana. Así que no me sorprendió que luciesen un gran telón de fondo y sendas pancartas laterales. Tampoco fue una sorpresa su triunfal entrada acompañados de la introducción épica que abre su último redondo y que lleva por título “Thórsmörk”, para rápidamente dar un puñetazo sobre la mesa dando buena cuenta de la potencia arrolladora del seminal “Feed The Beast”, que se convertía en la mejor carta de presentación para los que todavía no les conocían.
Con su ametrallante base rítmica comandando el sonido de la banda arrancaba “Depredadors”, una andanada cantada en catalán que servía para que su fornido frontman recorriera desafiante el escenario mientras buscaba la complicidad de unas primeras filas cada vez más animadas. Una primera mirada al pasado, concretamente a su anterior “Terres De Foc”, serviría para que el combo barcelonés nos adentrara de lleno en el campo de batalla durante el hímnico “Llegat”, que servía para que los más devotos alzaran los puños y corearan su monumental estribillo.
Pero sin duda, y tal como comentaba anteriormente, el espaldarazo definitivo para la carrera de Icestorm fue la edición de su tercer largo, y eso se notó en la salvaje respuesta del respetable cuando la banda atacó “Bitter Is The Wind”, enlazando fraseos rápidos y cargados de dinamismo junto a unos desarrollos preñados de intensidad y melodía. Otro detalle a destacar fue la actitud de unos Icestorm que salieron a por todas, muy motivados, y dispuestos a ponerles las cosas difíciles a los indiscutibles protagonistas de la velada. Así que temas preñados de épica como “Dominació Del Caos” y “ Sang Del Nord”, nos pasaron por encima como si fueran un tren de mercancías fuera de control.
Aposentado sobre unos ritmos más marcados y cercanos al viking sonó “Volündr”, con el que volvían a adentrarse dentro de los personajes de la mitología nórdica. Para encarar la recta final de su arrolladora presentación Icestorm nos propusieron un trallazo incontestable como “We Are The Storm”, que dejaba al personal alzando los puños. Mientras que ladespedida definitiva corrió por cuenta del único recuerdo que se permitieron a su debut de 2012 “Contes De La Vall Del Glaç”, dejando que su percusión tribal inicial nos flanqueara el paso hacia “Fills Del Tró”.
Sin duda la trayectoria de Icestorm es un ejemplo de trabajo, esfuerzo y superación, ya que la banda ha ido puliendo y perfeccionando su estilo hasta conseguir sonar como querían. Y eso se notó en un directo que gustó, convenció, y colmó las expectativas de todos los presentes.
Una vez consumidos los actos previos, en una sala donde se respiraba ya un fantástico ambiente, llegaba el momento de enfrentarnos al plato fuerte de la moche, la puesta de largo y en casa de Deldrac. En muchas ocasiones se ha comentado que el segundo disco suele ser la prueba de fuego para todas las bandas, ya que en el es donde los músicos dan su auténtica medida. Pues bien en el caso de los catalanes creo que han superado con cruces las buenas sensaciones que nos dejaron con su prometedora ópera prima “One Day More, One Day Less” de 2016, ya que en este “Against Tyranny” nos encontramos a una banda más rodada, y con las ideas claras de hacia donde debe evolucionar su sonido. Evidentemente, algo que ha jugado muy a su favor ha sido la estabilidad, ya que el núcleo que conforman Quimi Montañés (guitarra), David Saavedra (bajo) y Eric Moya (vocalista), se ha mantenido estable desde el inicio, con lo que única novedad en su alineación ha sido la incorporación de batería Marc Striker para sustituir a Toni Quesada.
Habiéndose dado a conocer dentro de la escena metalera con su prometedor debut “One Day More, One Day Less”, el cuarteto catalán parece que tiene claro que este 2020 tiene que ser su año. Así que tienen previsto concentrarse en intensificar su actividad en directo. Quizás por ello la de esta noche era una cita especial, ya que la banda presentaría en sociedad sus nuevas composiciones, y además en casa. De modo que sintiendo el calor y el afecto del respetable, y acompañados de una grandilocuente introducción, el tándem rítmico tomaba posiciones en un escenario engalanado con un gran telón de fondo, con la portada de su más reciente entrega, para que rápidamente David nos diera la bienvenida con las amenazantes líneas de bajo que abrían un apabullante “Legal Mafia”. No tardarían en retumbar sobre nuestras cabezas los potentes riffs de Quimi. Mientras que el último en aparecer para saludar al público y ponerse a agitar la cabeza frenéticamente fue Eric, que se mostró en todo momento como un fantástico frontman, luciendo siempre una amplia sonrisa y sabiendo conectar en todo momento con el personal.
Habiéndose dado a conocer dentro de la escena metalera con su prometedor debut “One Day More, One Day Less”, el cuarteto catalán parece que tiene claro que este 2020 tiene que ser su año. Así que tienen previsto concentrarse en intensificar su actividad en directo. Quizás por ello la de esta noche era una cita especial, ya que la banda presentaría en sociedad sus nuevas composiciones, y además en casa. De modo que sintiendo el calor y el afecto del respetable, y acompañados de una grandilocuente introducción, el tándem rítmico tomaba posiciones en un escenario engalanado con un gran telón de fondo, con la portada de su más reciente entrega, para que rápidamente David nos diera la bienvenida con las amenazantes líneas de bajo que abrían un apabullante “Legal Mafia”. No tardarían en retumbar sobre nuestras cabezas los potentes riffs de Quimi. Mientras que el último en aparecer para saludar al público y ponerse a agitar la cabeza frenéticamente fue Eric, que se mostró en todo momento como un fantástico frontman, luciendo siempre una amplia sonrisa y sabiendo conectar en todo momento con el personal.
Desde los compases iniciales pudimos ver a una banda enchufada, rodada y perfectamente conjuntada, en la que se notaba la complicidad y el buen rollo entre ellos, intercambiando gestos y guiños, aunque sin perder la concentración en ningún momento. Precisamente, esa camaradería se notó en una de las grandes diferencias que observé con respecto a anteriores ocasiones en que había tenido oportunidad de verles, y fue en lo rotundo y aniquiladores que sonaron los coros de David en cortes como “True Stories Last Forever (‘Till They’ re Over), que fue la primera muestra que nos dejaron de su apabullante debut. El ritmo implacable que los catalanes imprimieron al arranque del show fue descomunal, con lo que no tardaríamos en sucumbir ante la tenacidad thrashera de “Race For Life”, que nos dejaba la estampa de un Eric desafiante invitándonos a levantar los puños mientras nos pedía que nos sumáramos a sus potentes coros.
Tras haber caldeado el ambiente con una tripleta de inicio aniquiladora era un buen momento para saludar al personal y comentarnos que esta noche arrancaba el nuevo tour de la banda. Así que antes de escuchar algo de su nuevo material el cuarteto nos invitó a degustar el tema de apertura de su anterior redondo “Hatred And Hate Painted Blood Red”, que nos dejaba a Eric llevando al limite sus cuerdas vocales en una sucesión de altísimos agudos que sirvieron para que el personal acabara tributándoles una merecida ovación. Como buen capitán del barco, el guitarrista zurdo Quimi Montañés fue quien se encargó de volarnos la cabeza con el envenenado y corrosivo riff de “Blame Satan”, -un corte que bien podría haber firmado Jeff Waters de Annihilator, y que sirvió para convertir los aledaños del escenario en una olla a presión.
Uno de los momentos álgidos de la noche no tardaría en llegar, ya que el siguiente corte en sonar fue el que la banda presentó hace algunos meses como video-clip y adelanto de su segunda entrega, “Head Shot”, con lo que la conexión con el público fue brutal, con todo el mundo coreando su pegadizo estribillo. Con el recinto convertido en una auténtica fiesta, -incluso hubo felicitación de cumpleaños-, Quimi no dudó en hacerse con el micro para saludar a algunos colegas que habían venido a verle. Pero que nadie piense que la banda se dejó imbuir de ese ambiente festivo, ya que rápidamente volvieron al redil para dar buena cuenta del inquietante “The Real Dark Power”.
Evidentemente por el bagaje previo de algunos de sus miembros, resulta obvio que Deldrac cuentan entre sus incondicionales con bastantes seguidores de la vieja guardia, con lo que uno de los temas más celebrados de la noche fue su particular versión del clásico de Ozzy Osbourne “Over The Mountain” que, al igual que ya sucediera en su versión de estudio, supieron llevar a su terreno para hacerlo sonar más salvaje y aguerrido. Acto seguido fue David quien se quedó solo en escena para ofrecernos un ejercicio de destreza y técnica que sirvió como preámbulo para “Leader Zombies”. La vuelta sobre el material de su ópera prima estuvo reservado para “All Alone Again”.
Para encarar la recta final de su presentación que mejor que volver a buscar la complicidad del personal, invitándonos a levantar nuestros puños al aire mientras coreábamos los adictivos coros de “Throught Police”. Pero sin duda si hay un tema que nos muestra todo el rango estilístico que puede abarcar la propuesta de Deldrac ese es “Horizons”, el tema más extenso y complejo de “Against Tyranny”, y que en directo sonó absolutamente arrollador, mezclando desarrollos cadenciosos, melodía, rapidez, y esa garra que destilan siempre sus composiciones, y que se ha convertido en una de sus señas de identidad. La elegida para poner el punto y seguido a la velada fue otra de las nuevas “Blame God”, que sonó mucho más directa y avasalladora respaldada sobre esos riffs de esencia speed/thrash.
Para su triunfal retorno sobre las tablas los catalanes se reservaron el que para muchos es el mejor corte de su “One Day More, One Day Less”, “The Only Life You Know”, con una estructura y unas líneas vocales que a mi personalmente siempre me recordaron a las bandas clásicas de la Bay Arena. Mientras que el broche definitivo corrió por cuenta de “Then Some Bells May Chime”. Al final ovación de gala, caras sonrientes, sobre el escenario y abajo entre el público. Y lo más importante que todos nos fuimos a casa con la sensación de que este 2020 debe ser el año definitivo para unos Deldrac que esperemos puedan llevar su directo a todos los rincones de la geografía nacional, y porque no llegar también más allá de nuestras fronteras.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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