Para los que son ajenos al mundo del heavy metal y se dedican a tirar de tópicos y estereotipos constantemente, la música dura es un invento del diablo que escuchan tipos oscuros, siempre mal humorados, y en muchos casos marginales. Pero, señoras y señores, eso no es así. No descubro nada nuevo al decir que desde que a mediados de los 80 irrumpieron con fuerza en la escena europea bandas como Helloween el metal contó con una nueva sub-etiqueta el “happy metal”. E indudablemente, a día de hoy, uno de sus máximos referentes son los también germanos Freedom Call. Mucho ha cambiado la actual formación con respecto a aquella que debutó hace poco más de dos décadas con aquel prometedor “Starway To Fairyland”, ya que de aquella primera encarnación únicamente permanece el guitarrista y vocalista Chris Bay.
Aunque Taken eran los encargados de abrir la velada, a la hora prevista para el inicio de su presentación el recinto presentaba ya un ambiente de lo mas concurrido y animado. Aparecieron con puntualidad británica, y la verdad es que me sorprendió que lo hicieran con el telón de Freedom Call presidiendo el escenario. Aunque en los laterales colocaron sendas pancartas con el nombre de la banda. Salieron dispuestos a conquistar al personal, y para ello que mejor que abrir fuego con el derroche de elegancia y melodía que nos regalaron durante la inicial “Back To Zero”.
Lo primero que llamó la atención a los que todavía no les conocían fue su alineación, ya que no suele ser habitual que una banda cuente con dos teclistas. Pero es que los teclados tienen un peso importante en la propuesta del combo navarro, tal y como dejaron patente al atacar el fabuloso corte que abría su debut homónimo, “Tales Of Glory”, una veloz cabalgada que les servía como perfecta carta de presentación.
Sin duda otro de los grandes activos de Taken es el registro de David Arreondo, capaz de alternar momentos trepidantes,- en esas cabalgadas que se han convertido en una de sus señas de identidad-, y otros pasajes cargados de emotividad y feeling como los que marcaron el arranque de esa epopeya que lleva por título “Afterlife”, para dejar que posteriormente Gauss y Iosu se encargaran de tomar las riendas del tema para acabar abocándonos sobre un final épico y cargado de intensidad.
Tras recibir la calurosa ovación del respetable, David nos comentó que aquí, en Barcelona, se sentía muy cerca de casa, ya que él es ibicenco. Así que tras chapurrear alguna palabra en catalán dedicó el siguiente tema de la noche “The Land Of The Rising Sun”, -que fue la escogida para regresar sobre su última entrega-, a los japoneses. Como no podía ser de otra forma, teniendo en cuenta que los navarros cuentan con dos teclistas, no faltaron los colchones melódicos para acompañar las melodías más hard roqueras de “A Thunder In The Storm”.
La introducción “The Seven Seas” fue la encargada de adentrarnos en el último corte de la escueta presentación de Taken, “Distant Shores”, con todos los miembros de la banda moviéndose como si estuvieran mecidos por las olas del mar, mientras el respetable elevaba los puños para acompañarles. Nos supo a poco. La descarga de los navarros se pasó como un suspiro, y nos dejó con ganas de mucho más. Además, fue una pena que se cayera del repertorio “Worgen Slayer”, para la que en otros conciertos de esta gira española están contando con la colaboración del propio Chris Bay.
Tal y como comenté al inicio, he de admitir que me sorprendió muy gratamente comprobar que el recinto acabó congregando una buena entrada, y es que Freedom Call consiguieron reunir esta noche a bastante más gente que en su última visita a la capital catalana. Sin duda uno de los principales alicientes fue la excelente acogida que ha tenido su último redondo “M.E.T.A.L.”. No se hicieron de rogar en exceso, así que capitaneados por un sonriente Chris Bay los germanos tomaron al asalto el escenario para ponernos a todos a cantar mientras daban por inaugurada su clase magistral de power metal con todo un llamamiento a la hermandad como fue “Union Of The Strong”.
Sí, no vamos a negarlo, hubo teclados grabados y más de un coro disparado, pero lo cierto es que Chris Bay y sus muchachos supieron como conectar con el respetable. Así que todos nos pusimos a saltar con ellos siguiendo el reptante arranque de “Tears Of Babylon”, mientras cuatro columnas de humo, -dos en la parte delantera y dos en la trasera-, se encargaban de ambientar el escenario antes de Chris ejerciera como el perfecto maestro de ceremonias y nos invitara a todos a cantar.
Como era previsible el veterano frontman fue quien acaparó la mayoría de las miradas, aunque me gustaría destacar la labor de su socio a las seis cuerdas Lars Rettkowitz, el bajista italiano Francesco Ferraro, y su más reciente incorporación Kevin Kott, batería de Masterplan. Así que tras darnos la bienvenida tocaba volver a pisar el acelerador al máximo con la primera incursión en su nueva obra de manos de “Spirit Of Daedalus”. Con el personal completamente entregado, coreando el nombre de la banda, arrancaba la novedosa “Sail Away”, que era la responsable de que todos entonáramos su melodía inicial mientras las columnas de humo volvían a hacer acto de presencia.
Sonriente, simpático, y bromista, Chris no quiso dejar la ocasión de reivindicar la longevidad de la banda, recodándonos que llevan más de dos décadas en activo y defendiendo el metal. Así que tras recibir la afectuosa ovación de sus fieles el cuarteto se abalanzó sobre otra de sus clásicas cabalgadas, con las guitarras sonando veloces y melódicas a lo largo de “Metal Invasión”, que nos dejaba la estampa del bajista italiano fusilándonos sin compasión mientras Chris volvía a demandar nuestra colaboración a la hora de acompañarle en los grandilocuentes coros. Mientras sus compañeros se posicionaban sobre las tarimas que flanqueaban la batería, Chris nos pidió ayuda para deletrear el nombre de la pieza que presta título a su nueva entrega “M.E.T.A.L.”, así que tras jugar un rato con el personal la banda se abalanzó sobre el tema para acabar recabando una fastuosa ovación.
No abandonarían el material de su trabajo del pasado año. Así que con su habitual sentido del humor, y tras reivindicar el heavy metal como algo festivo, Chris nos comento que si el 666 era el numero de la Bestia, ellos iban en contraposición a tocar el tema “111-The Number Of The Angels”. La elegida para cerrar definitivamente el capítulo dedicado al nuevo material fue “The Ace Of The Unicorn”, que con ese ritmo más desenfadado y efectivo se convirtió en la excusa perfecta para que todos nos pusiéramos a bailar.
Una vez comprobado el rotundo potencial del nuevo material tocaba mirar al pasado, y para ello que mejor que realizar una incursión a los primeros tiempos de la banda con la propia “Freedom Call”, que provocaba la locura del personal mientras Chris tiraba de galones y se convertía en el absoluto protagonista empuñando su flecha blanca para hacerse cargo del solo. Tras agradecernos una vez más nuestro apoyo, el incombustible frontman nos presentó al resto de la banda antes de arrancar a capela “Power & Glory”, que volvía a convertir el recinto en una auténtica fiesta con todo el mundo cantando y bailando.
Pero sin duda si hubo un tema que puso a todo el mundo a cantar, con Chris empuñando la guitarra acústica, fue su particular versión del “Heavy Metal Halleluja”, que se zanjaba con toda la banda cantado, ya que incluso Kevin Kott abandonó su kit para sumarse a sus compañeros. El punto y seguido a la velada, como no podía ser de otra forma, estuvo reservado para otro himno como es “Metal Is For Everyone”, de su anterior “Master Of Light”.
Acompañados por los cánticos de unos seguidores que se negaban a abandonar el recinto el cuarteto no tardó en regresar a escena para rematar la velada. Nuevamente empuñando la acústica Chris no desaprovecho la ocasión para agradecer el trabajo tanto de los técnicos, como de los chicos de Taken antes de atacar “Warriors”. Con el recinto absolutamente volcado con los alemanes, y con la gente dando palmas, nos adentrábamos en “Far Away”. Mientras que el fin de fiesta definitivo corrió por cuenta de “Land Of Light”.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ
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