El circo de los horrores llegaba a la Ciudad Condal. Como buenos discípulos de bandas míticas dentro del shock rock como pueden ser Alice Cooper, Kiss, W.A.S.P., King Diamond, Marilyn Manson..., los finlandeses Lordi regresaban a la sala mediana del Razzmatazz para presentar su vistoso nuevo espectáculo junto a algunas de las composiciones de su décima entrega discográfica “Killection”. Pese a que la banda siempre ha sido blanco fácil para las críticas de sus detractores, lo cierto es que también han sabido granjearse el apoyo incondicional de un buen número de incondicionales que les siguen con absoluta devoción. Precisamente ellos fueron los que dieron un cálido aspecto a un local que acabó sobrepasando la media entrada. Pero no eran las huestes que lidera Mr. Lordi el único plato en el menú de esta tarde noche de domingo, ya que también contaríamos con la presencia de losgermanos Aeternitas y de sus compatriotas Flesh Roxon.
He de reconocer que no tenia muchas referencias de los encargados de abrir la velada Aeternitas, así que buscando algo de información antes de acudir a la cita pude informarme de que son una banda bastante rodada, ya que llevan en activo desde finales de la década de los noventa, y hasta el momento han editado cinco entregas de estudio, siendo la última de ellas “Tales Of The Grotesque”. A lo largo de todo este tiempo han desfilado diferentes músicos por el seno de una formación germana que poco a poco ha ido encontrando su estilo, contando en la actualidad como voz principal con la vocalista Julia Marou.
Pese a su larga trayectoria me sorprendió que estuvieran tan tensos y estáticos sobre el escenario, como si estuvieran pendientes de que todo sonara en su sitio. En cuanto a su actual propuesta podríamos definirla como un metal de corte sinfónico aunque salpicado por algunas pinceladas góticas, introducidas por la teclista Anja Hunzinger, y potenciadas por el contraste vocal que nos propusieron la ya mencionada Julia y su compañero el guitarrista Alexander Hunzinger.
En cualquier caso y dejando a un lado apreciaciones personales, debo admitir que a diferencia de lo que suele ser habitual el público pareció conectar con la propuesta del combo germano, ya que incluso pudimos escuchar como las primeras filas coreaban el nombre de la banda. En cuanto al repertorio cabe destacar que estuvo muy centrado en el material del trabajo que publicaron hace un par de años con Julia al frente, aunque tampoco desaprovecharon la ocasión para presentar algún corte que formara parte de su próxima entrega de estudio.
De entre los temas más destacados de la escueta presentación de la formación de Lübeck me quedaría con los desarrollos cargados de elegancia y grandilocuencia contenidos en cortes como “The Experiment” o “A Case Of Revenge”, que en algunos momentos me recordó a bandas como Nightwish. Con los teclados llevando las riendas junto a las guitarras el oscuro “The Raven”, nos invitaba a cambiar de registro para adentrarnos en tesituras de corte medieval para posteriormente dar paso a su repetitivo estribillo.
Tras mostrarse sorprendidos con la respuesta de un público que les apoyó y aclamó como si fueran uno de los reclamos de la velada, Aeternitas se dispusieron a cerrar su presentación con uno de sus temas más emblemáticos “Child Of The Darkness”, no sin antes prometernos que intentarían regresar en breve. En definitiva pese a la entusiasta entrega de parte del público he de reconocer que la propuesta de Aeternitas me pareció bastante normalita, y además me dio la impresión de que a los miembros de la banda les faltó algo de la entrega y el entusiasmo que exhibieron algunos de los integrantes de las primeras filas.
Una vez consumidos los treinta minutos de la formación germana, y después de un vertiginoso cambio de escenario, en apenas diez minutos parecía que todo estaba preparado para que tomaran el escenario los chicos de Flesh Roxon. Lejos de las orquestaciones y las ambientaciones grandilocuentes las propuesta de este cuarteto oriundo de laciudad de Tampere, Finlandia, se centró en un rock n´ roll directo y marchoso, en el que hubo espacio para algunos guiños cercanos al punk y al rockabilly, y en donde llamó la atención las alusiones en sus letras al cine de terror de serie B.
Aparecieron como si de una orquesta se tratara, con todos los componentes vistiendo de negro y con algunos complementos en rojo, ya fuera la corbata que lució su guitarra, o los tirantes que portaban el resto de sus compañeros. Otro detalle que llamó la atención del cuarteto finlandés, y que nos ayudó a descifrar por donde iría su propuesta, fue que Tommy “The Mummy”, tocó el contrabajo, lo que dio al sonido de la banda es toque bronco y añejo en temas como la irreverente “Suck My Chainsaw”, que fue la elegida para inaugurar su presentación.
El repertorio que nos propusoel cuarteto estuvo básicamente centrado en las composiciones de su ópera prima “Flesh To The Bone”, con lo que no faltaron el ritmo contagioso y vacilón de “Running Away”, ni tampoco la vertiente más festiva, desenfadada, y con toques punkarras de la adrenalítica “Lonely Rider”, que les servía para que los más animados de entre el público no dejaran de menear las caderas. Como digo, la propuesta de Flesh Roxon no puede decirse que fuera innovadora ni tampoco excesivamente compleja, pero lo cierto es que sus temas mostraron garra e inmediatez, y la mejor prueba la tuvimos en temas como “Out Of Control”, que fue la primera muestra que nos ofrecieron a su “Darker Side Of Life” y que se saldó con su frontman Nicky Rothen tocando su guitarra tras la nuca.
Tampoco faltarían a lo largo de su presentación esos temas con la base rítmica más marcada y con títulos tan evidentes y evocadores como “Born To Lose”, que sonaron como toda una declaración de intenciones y que servían para rebajar un poco el incendiario ritmo que hasta ese momento había llevado el show. Debo admitirlo, no me lo esperaba y me descolocó un poco, pero sinceramente su versión del clásico discotequero “What Is Love?” de los alemanes Haddaway les quedó de lo más resultón, y se convirtió en el tema más coreado de su escueta presentación.
Aunque apenas dispusieron de cuarenta minutos Flesh Roxon supieron aprovechar al máximo su tiempo sobre las tablas. Así que entre bromas y demandas de cerveza llegaba el momento del fiestero “Angel”, que con sus contagiosos coros nos ponía a todos a cantar mientras el tema se iba acelerando cada vez más. Una nueva mirada sobre su obra de 2015 serviría como excusa para que las guitarras sonaran más hard roqueras a lo largo de “God Sent Me To Hell”. Acercándonos al final del show el cuarteto nos presentó el primer tema que compusieron “Back From The Grave”.
Con la gente cada vez más animada y con la banda sintiéndose muy cómoda sobre el escenario tocaba encarar elsprint definitivo, y para ello que mejor que la invitación a la fiesta y el descontrol, -pese a ser domingo noche-, que supuso “Let’s Alcohol”, para dejar que el broche definitivo lo pusiera la curiosa “Beauty And The Beast”. En definitiva que Flesh Roxon supieron entretener al respetable con una propuesta fresca y poco convencional, en la que apostaron por la efectividad y la garra de unas composiciones directas y de poco más de tres minutos.
En esta ocasión el intermedio entre banda y banda fue bastante más largo de lo que suele ser habitual, y es que el montaje del escenario de las estrellas de la noche requería su tiempo. Así que mientras la impaciencia y la expectación podían palparse en el ambiente los “pipas” de la formación finlandesa ultimaban los detalles para que todo estuviera a punto. Y es que como buenos embajadores del shock rock Mr. Lordi y sus monstruos nos propusieron un show de lo más cuidado, vistoso y teatral, en el que, como no podía ser de otra forma, no faltaron sus característico disfraces, una ambientación escénica acorde con ellos, que incluyó incluso una puerta central por la que aparecían y desaparecían los músicos, varios trucos escénicos, amen de las reiteradas lluvias o disparos de confeti que sirvieron para espolear aún más si cabe a un público devoto que acudió dispuesto a pasárselo en grande con ellos.
Con algo de retraso sobre el horario inicialmente previsto las luces se apagaban para dejar que la introducción que abre su última entrega “Killection” se encargara de ponernos en situación ante el inminente desembarco de los finlandeses. Aparecieron agasajados por sus seguidores y rápidamente nos dieron argumentos para ponernos a cantar uno de sus pegadizos estribillos, concretamente el de la novedosa “Horror For Hire”, poniendo de manifiesto que su parroquia ha acogido muy bien el nuevo material. Con la batería y los teclados distribuidos en los laterales del escenario el primer estallido del respetable llegaría acompañando la llegada de “The Riff”, que nos dejaba con la primera ración de movimientos espasmódicos de la teclista Hella mientras Mr. Lordi recorría el escenario desafiante buscando la complicidad de los integrantes de las primeras filas.
Tras haber mostrado músculo en un inicio arrollador, el monstruoso frontman se quedó solo en escena para darnos las buenas noches antes de que su séquito de monstruos regresara para proponernos un curioso y entretenido medley que incluyó retazos del hard roquero “Midnite Lover” , “Granny’s Gone Crazy”, y el terrorífico “Devil’s Lullaby”, con el que completaban una fantástica tripleta extraída de su quinta entrega de estudio “Babez For Breakfast”, que se publicaba hace ya una década, y donde hacía su primera aparición una extraña
criaturas que se movió enfermizamente por el escenario.
Pero que nadie piense que la banda iba a dejar de lado su más candente actualidad, de modo que con el escenario cubierto de humo y mientras la gente no dejaba de saltar nos adentramos dentro de los ritmos más rotundos y con tintes industriales del novedoso “Shake The Baby Silent”. A estas alturas del show el público ya se había metido de lleno dentro del espectáculo del combo de Rovaniemi, así que tan sólo fueron necesarios los compases iniciales del clásico “Blood Red Sadman”, para que todos alzáramos los puños al aire para acompañar su hímnico estribillo mientras las campanas redoblaban y Mr. Lordi se acercaba al filo del escenario para dejar caer sobre nosotras cabezas una copiosa lluvia de papelitos. Acto seguido llegaría el momento del solode batería de Mana, que nos dejaba la estampa del percusionista castigando su kit transparente mientras los bombos giraban y a través del P.A. sonaba música disparada para completar un número de lo más extravagante y circense.
No tardarían en regresar el resto de sus compañeros para liderados por un Mr. Lordi que apareció luciendo gorra y gafas de sol atacar “Scare Force One”, que se zanjaba con el frontman empuñando un fusil que acabó disparando sobre el público para regalarnos una nueva ración de papelitos. Para el siguiente tema de la noche el novedoso “Like A Bee To The Honey”, el monstruoso frontman pidió la ayuda de todos los presentes, amén de recordarnos que en la composición del corte había estado involucrado el mítico Paul Stanley de Kiss. Con el auditorio convertido en una auténtica fiesta el personal no dejó de saltar mientras el quinteto nos ofrecía otra ración de estribillos imparables durante “Naked In A Cellar”, que nos dejaba con otro truco escénico, en esta ocasión con Mr. Lordi haciendo rugir su cortadora circular durante la parte final del tema.
Siempre estrambóticos y bizarros durante el ejercicio solista del bajista Hiisi se produjo el número de la extracción del corazón de un reo que irrumpió en escena, lo que acabó desatando laeuforia de un personal que se lo estaba pasando en grande. Para encarar esta recta final del show Lordi confiaron en la efectividad y la garra de otra de sus nuevas composiciones “I Dug A Hole In The Yard For You”, que se convertía en la antesala perfecta de uno de los temas más coreados de la noche “Who’s Your Dady?”, con el frontman volviendo a empuñar su fusil para gasearnos.
No podía faltar tampoco el peculiar intercambio que protagonizaron el guitarrista Amen y la teclista Hella para abocarnos directamente sobre el tema que les dio fama a nivel internacional y la victoria en el festival de Eurovisión, “Hard Rock Hallelujah”, que fue coreado con devoción por el personal mientras Mr. Lordi mostraba su hacha victorioso para poner el punto y seguido a la velada.
Con el respetable coreando el nombre de la banda los músicos fueron apareciendo de nuevo en escena uno a uno para empuñar sus instrumentos y despedir la velada por todo lo alto con “Devil Is A Loser”, con Mr. Lordi desplegando sus alas para ocupar prácticamente todo el escenario. Mientras que el cierre definitivo con todo el mundo saltando y bailando estuvo reservado para “Would You Love a Monsterman?”.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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