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martes, 14 de abril de 2020

IRIST-ORDER OF THE MIND


Cuando uno se enfrenta a un material tan personal, vanguardista  y heterogéneo como el que nos presentan Irist en su debut “Order Of The Mind”, lo más sencillo para comprender su propuesta es recurrir a los referentes que los propios músicos citan como sus influencias. En el caso de este quinteto de Atlanta formado en 2015, -aunque con dos miembros de origen suramericano  como son el guitarrista Pablo Davila y el batería Bruno Segovia-, ese elenco resulta de lo más variado y colorista, ya que en su material podemos apreciar la crudeza y el groove  que practicaban durante la década de los noventa bandas como Sepultura o Machine Head, el toque vanguardista que proponen  Gijora,  e incluso el gusto por los riffs densos y pantanosos de sus paisanos Mastodon. Para dar forma a su propuesta y poner en orden semejante amalgama de sonidos e influencias la banda contó para la masterización del álbum con los servicios de Ted Jensen (Megadeth, Dream Theater).

Como habrás podido observar el cocktail puede resultar de lo más disparatado y explosivo, pero lo cierto es que Irist consiguen encajar todas las piezas para canalizar su potencial y dar forma a una colección de composiciones repletas de intensidad, potencia y visceralidad, que sin duda poseen la calidad y el gancho suficientes para gozar de la aceptación de diferentes sectores dentro de la amplia familia metalera. Atmósferas atenazantes y opresivas, andanadas repletas de rabia y agresividad, altas dosis de experimentación, y el rugiente registro de Rodrigo Carvalho, servirán para que Irist acaben sonando  frescos y poderosos a la hora de presentar su candidatura para convertirse en uno de los nuevos valores de la escena internacional.

Mostrando su vertiente más cañera y visceral así abre el quinteto su debut amparándose en la rebosante  brutalidad de “Eons”, que nos deja a las guitarras de Adam Mitchell y Pablo Davila siendo las que se encarguen de marcar  el tempo  y la cadencia de un corte  que sorprende desde la primera escucha por su implacable voracidad, sus abruptos cambios de ritmo, y, sobre todo, por  la capacidad que tiene la banda para proponernos diferentes texturas y ambientaciones. La comunión perfecta entre apabullantes riffs y atmósferas introspectivas quedara plasmada a la largo de “Burning Sage”, con el registro de Rodrigo Carvalho llenando todo el espectro sonoro antes de dejar que las guitarras se encarguen de adentrarnos en tesituras más pantanosas, acercándose incluso en algunos momentos a tesituras post-metaleras.

En cambio “Severed”, es todo rotundidad sin ningún tipo de concesión ni fisura, con la batería de Jason Belisha forjando las bases sobre las que se cimentará  la endiablada envestida de sus compañeros en uno de los cortes más directos y corrosivos de todo este debut, completando una bomba de relojería que seguro hará botar intensamente al personal en sus presentaciones en vivo. La pared que conforman las diferentes texturas de  las guitarras resultará infranqueable a lo largo de “Creation”, desarrollando una atmósfera angustiosa que se verá potenciada por una inquietante parte intermedia que servirá de impase  antes de que el corte vuelva a remontar con la demoledora pegada de la base rítmica y una sucesión de pétreos riffs.

Pero sin duda si hay un elemento que marca este debut del combo americano es la intensidad, y será precisamente a lo largo de  “Dead Prayers”, cuando  el quinteto nos muestre su firme determinación a la hora de sonar corrosivos y letales, haciendo que la desquiciante ferocidad de su base rítmica acabe compartiendo protagonismo con la amenaza constante que suponen sus vigorosos riffs. La aplastante cadencia del groove deudor de la década de los noventa volverá a dejarse notar  con fuerza durante “Insurrection”, que nos dejará a Rodrigo Carvalho tratando sus líneas vocales como si fueran un instrumento más que se acabará fusionando con las aportaciones de sus compañeros.

Más enérgica y a la vez envolvente resultará  la cadencia  que se encarga de convertir “Order Of The Mind”, en una muestra más  de que los americanos no se cierran puertas a la hora de expandir su sonido hacia diferentes estilos, ya que poco a poco nos irán meciendo para sin apenas darnos cuenta abocarnos sobre  una  tortuosa sucesión de inquietantes  melodías. Uno de los pocos elementos que le faltaban a este explosivo debut eran  los registros limpios. Pues bien será durante la atmosférica “Harvester”, cuando acaben haciendo acto de presencia, concediéndonos unos segundos de tregua antes de que el quinteto vuelva a retomar su masiva escala de agresividad durante la segunda mitad del corte.

Pese a la variedad que encierra “Order Of The Mind”, el combo de Atlanta sabe que de cara a los directos necesita  temas que den al público munición para saltar y desparramar, y precisamente “The Well”, será otra de las que está llamada a convertirse en un importante reclamo para los que acudan a sus show. Una sensación similar, pese a su bucólico arranque, nos deja  la final  “Nerve”, aunque en esta ocasión el quinteto entrelace pasajes desoladores con increscendos sonoros de alto octanaje metálico.

En definitiva que en este “Order Of The Mind”, nos encontramos con una banda joven, con potencial, y a la que no le asusta mezclar diferentes influencias para conseguir un sonido propio, novedoso, y que deja mucho margen para la evolución de cara a futuras entregas.


DISCOGRAFICA:NUCLEAR BLAST

Lista de temas

01. Eons
02. Burning Sage
03. Severed
04. Creation
05. Dead Prayers
06. Insurrection
07. Order Of The Mind
08. Harvester
09. The Well
10. Nerve

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