Tras irrumpir con fuerza con dos trabajos como fueron “Rise And Ride” (2014) y “Back From The Death” (2017), que les valieron para postularse como uno de los jóvenes discípulos del clasicismo de la N.W.O.B.H.M., Stallion regresan a la carga con “Slaves Of Time”, el álbum que les debe consagrar definitivamente dentro de la escena europea. De cara a este tercer esfuerzo los germanos presentan nuevas incorporaciones, el guitarrista Clode Savage y el bajista Christian Stämpfe, completando así la tripleta que conforman el batería Aaron, el guitarrista Äxxl y el vocalista Pauly. Aunque no se desmarcan de lo presentado en sus anteriores trabajos, si que nos encontramos a lo largo de los diez cortes que integran este tercer largo a una banda mucho más madura a nivel compositivo, que ha sabido sacar el máximo rendimiento a sus virtudes, apostando por unos temas cortos, rápidos y directos, sólo uno de ellos supera los cinco minutos de duración. Además a diferencia de lo que sucediera anteriormente, en esta ocasión el quinteto ha contado con la visión exterior de Marco Briakmann, que es quien se ha encargado de las mezclas. Eso sí, lo que no ha cambiado es el peculiar, y hasta en algunos momentos estridente, registro de Pauly que a la postre se ha convertido, al igual que sucede con sus polvorientas andanadas o sus incendiarios solos, en otra de sus señas de identidad.
Y es que las influencias del heavy metal más tradicional se dejaran notar con fuerza desde que empieza a sonar “Waking The Demons”, con una introducción al más puro estilo Priest que nos conducirá sobre un desarrollo dinámico y heterogéneo, con una primera parte muy marcada que nos acabará abocando sobre unos latigazos de vertiginoso speed metal, con las guitarras de Äxxl y Clode brindándonos un humeante duelo, para regresar posteriormente sobre la estructura inicial y dar cabida a un hímnico estribillo que alcanzara su cenit con los altísimos registros de Pauly . Con la contundencia y volatilidad propia del thrash/speed que se practicaba en la Bay Arena en la década de los ochenta, así arranca “No Mercy”, que pasa por ser uno de los números más cañeros y salvajes que los germanos han escrito a lo largo de su carrera, y que se verá potenciado a su máxima expresión gracias a la pegada de unos coros absolutamente demoledores que convierten el corte en uno de los más adictivos del plástico.
Pero si algo ha demostrado el quinteto de Weingarten a lo largo de su trayectoria es su amor desmedido por los estandartes más clásicos dentro del heavy metal, así que como si fuera un guiño al material de su debut suena “Time To Reload”, con una estructura crujiente y un tempo hard roquero que al instante te recordara al material más ochentero de sus compatriotas Accept o, si quieres buscar referentes más actuales, los suecos Bullet. Pero sin duda si quieres verles explotar al máximo su faceta hard roquera te encantará la primera mitad de “All In”, con un riff de esencia sureña, unos coros potentes y un estribillo altamente coreable, que acabará desembocando sobre una humeante cabalgada que transmite a la perfección el espíritu rebelde y callejero que tanto nos pone a los que gustamos de este estilo.
El metal de estirpe tradicional no tardará en regresar con las cuerdas del bajo de Stämpfe propulsando a sus compañeros durante el fulgurante arranque de “Brain Dead”, en el que volverán a pisar el acelerador al máximo para dejar que Pauly juegue con la melodía del tema en un numero que, pese a ser rápido y estar bien aderezado con varios cambios de ritmo y trepidantes duelos de guitarra, no me ha parecido tan inspirado como “No Mercy.”. Mucho más calmados e incluso intimistas sonaran los compases iniciales de “Die With Me”, que ratifican que el quinteto sabe hacer más cosas que apretar los dientes y pisar el acelerador al máximo. Así que esas texturas más densas y emotivas servirán para dar empaque y mordiente a un vibrante uptempo que destaca por la desgarradora interpretación de Pauly.
Una vez más la alianza entre ambas guitarras servirá para propulsar a la banda durante “Die With Me”, que volverá a recuperar su vertiente más volátil y amenazadora, con una trepidante sucesión de duelos entre ambos hachas que acabara conduciéndonos sobre unos desarrollos que ponen de manifiesto que tanto la potencia como la melodía son dos bazas imprescindibles dentro de la propuesta de los germanos. Eso sonido sucio, áspero, con el bajo muy en primer plano, servirá para que los más nostálgicos pueden percibir en “Dynamiter”, la conexión de Stallion con las bandas más rudas de la N.W.O.B.H.M., aunque el registro Pauly y lo recurrentes coros harán que su personalidad permanezca intacta y reconocible.
Como comentaba anteriormente varios son los momentos en los que Stallion destapan la caja de Pandora para demostrarnos que están en un momento dulce, y que probablemente estén muy cerca de alcanzar su cenit como compositores. Y sin duda uno de los cortes en los que mejor puede apreciarse esa madurez es en el imponente “Kill The Beast”, un latigazo arrebatador y subversivo, con un genial trabajo de guitarras dobladas que hará que no puedas dejar de mover la cabeza como si estuvieras poseído. De la misma forma los pasajes instrumentales comandados por las guitarras de Äxxl y Clode servirán para volverles a posicionar cerca de los parámetros más clásicos y tradicionalistas dentro del heavy metal contando también para ello con unos potentes coros que servirán para que el quinteto cierre el álbum por todo lo alto y dejándonos con un fantástico sabor de boca.
A lo largo de este “Slaves Of Time”, no vas a encontrar nada artificial, sobreproducido, ni rimbombante, solo un grupo de aguerridos metaleros que parecen dispuestos a ofrecerte una buena ración de poderosos argumentos que harán que no vuelvas a cuestionarte tu adhesión al heavy metal en una buena temporada.
DISCOGRAFICA:HIGH ROLLER RECORDS
Lista de Temas
02. No Mercy
03. Time To Reload
04. All In
05. Brain Dead
06. Die With Me
07. Merchants Of Fear
08. Dynamiter
09. Kill The Beast
10. Meltdown
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