En los últimos años y debido al revival que ha surgido en torno a un estilo que parecía agotado como es el speed/thrash, y que afortunadamente parece que estar viviendo una segunda, o tercera, juventud; resulta evidente que todas las formaciones suenan cada vez más parecidas. Actualmente casi todos los discos tienen una alta calidad compositiva, una gran producción…, pero la gran mayoría carecen de personalidad. Y es que los nuevos baluartes del estilo han conseguido igualar, cuando no superar, la velocidad, la técnica, la contundencia…, pero no han sabido capturar la esencia, la magia que nos transportaba a un descuidado y lúgubre garaje…, en definitiva que ese toque underground se ha acabado diluyendo. Ya no se puede apreciar ese oscuro halo de maldad que rezumaban las primeras grabaciones de Slayer, Possessed, Death, o los australianos Hobbs Angel Of Death. Quizás por ello haya que poner en valor el retorno de viejos guerreros del underground como son el vocalista Rayy Crude y el guitarrista Marco Banco, quienes a mediados de los ochenta fundaron Witches Hammer.
Desafortunadamente el legado de la banda canadiense puede resumirse en una sucesión de demos y Ep´s que vieron la luz durante los ochenta y varios lanzamientos recopilatorios editados en lo que llevábamos de siglo XXI. Afortunadamente el tándem anteriormente citado no ha tirado definitivamente la toalla, así que tras pasar una larga temporada fuera de circulación el pasado 2018 decidían volver a reunirse para trabajar en nuevo material que junto con algunas regrabaciones de su anterior etapa completarían el contenido de su debut oficial “Dammanation Is My Salvation” a través del sello Nuclear War Now!, la friolera de 36 años después de su formación. Lógicamente de cara a esta nueva etapa la banda ha contado con nuevas incorporaciones contando con la savia nueva que aportan el guitarrista Jesse James Jardine, y la aplastante base rítmica que conforman Steve Shaw y el bajista AJ Kovar.
Aunque muchos piensan que la áspera rudeza de las guitarras y los alaridos guturales son sinónimo de contundencia extrema, no siempre es así. A veces todo resulta mucho más sencillo, y simplemente hay que apostar a caballo ganador. Y eso es precisamente lo que hacen Witches Hammer a lo largo de “Across Azeroth”, un humeante y apocalíptico punto de partida que servirá para que nos dejemos arrastrar por la descomunal velocidad de su batería, unos hirientes fraseos de guitarra, -que resultan tan cortantes como un cuchillo que acaba de pasar por la piedra de afilar-, y los fantasmagóricos alaridos de Rayy Crude. Y es que a lo largo de las ocho composiciones que componen este “Damnation Is My Salvation”, el quinteto de North Delta pone de manifiesto que sus raíces están bien ancladas en los albores de la escena extrema, y la mejor muestra la encontramos en las rotundas variaciones rítmicas que nos proponen a lo largo de “Solar Winds”, cruzando la frontera hacia tesituras death metaleras gracias a sus luciferinas guitarras y a la marcial pegada de Steve Shaw.
Mucho más cercana a los patrones clásicos del thrash metal suena la introducción de la propia “Damnation Is My Salvation”, aunque será tan solo el preámbulo para uno de los temas más extensos y complejos de este debut, con el quinteto intercalando polvorientas andanas con pasajes más comedido y envolventes, en los que las melodías se apoderaran del marco sonoro para hacer que todo resulte más oscuro e infeccioso. Tampoco faltará la rotunda majestuosidad en las melodías que se encargaran de abrir el crujiente “Within The Halls”, en el que los riffs se tornaran más mosheantes para acabar dando velocidad al que probablemente sea el corte más extremo y visceral, en especial si ponemos el foco en los registros de un Rayy Crude que en esta ocasión suena más oscuro y visceral.
Como comentaba de cara a este tardío debut la formación canadiense no ha querido dejar pasar la ocasión de revisar algunas de sus composiciones clásicas. Y la primera de ellas será “Frozen God”, que se abre con un fantasmagórico juego de guitarras dobladas que dejará paso al oscuro bajo de AJ Kovar para comandar un trallazo certero y letal que te traerá al recuerdo las ambientaciones tétricas y brumosas que creaban los míticos Venom en sus primeras entregas. La fórmula se mantendrá a lo largo del segundo guiño al pasado con la propia “Witches Hammer”, que nos sirve para apreciar la evolución, tanto a nivel técnico como compositivo, que ha tenido la banda a lo largo de los años, aunque lo cierto es que esa vertiente más seminal, sin adornos ni florituras, les va como anillo al dedo.
El triplete de recuerdo se completa con “Deadly Mantis”, un numero clásico que se ajusta a la perfección a los cánones más prototípicos del thrash metal, con una banda absolutamente desatada dándonos argumentos para que no dejemos de agitar la cabeza frenéticamente acompañando a su inmisericorde baqueteo y sus aniquiladores riffs. Para el final los canadienses se han reservado el corte más largo “Nine Pillars”, que arranca con una sucesión de atenazantes melodías para acabar desembocando en una trepidante cascada sonora de tintes apocalípticos.
Tal vez este debut llegue demasiado tarde. Pero, en cualquier caso, “Damnation Is My Salvation”, debe servir para que todos tengamos ocasión de escuchar en condiciones el material de una banda mítica dentro del underground canadiense. Ahora solo cabe esperar que este lanzamiento sirva para relanzar a la banda y que no tengamos que esperar tanto tiempo para escuchar su continuación.
DISCOGRAFICA:NUCLEAR WAR NOW!
Lista de Temas
1. Across Azeroth
2. Solar Winds
3. Damnation Is My Salvation
4. Within The Halls
5. Frozen God
6. Witches Hammer
7. Deadly Mantis
8. Nine Pillars
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