De entre las diferentes cualidades que debe atesorar cualquier banda de heavy metal que se precie un servidor destacaría la actitud. Y sin duda de eso Vhäldemar andan más que sobrados. Los vizcaínos sin prisa pero sin pausa han sabido granjearse el favor del público hasta convertirse en uno de los bastiones del metal patrio, y para ello jugó un papel fundamental su anterior entrega, publicada hace ya tres años, “Against All Kings”, y no precisamente porque en ella el quinteto que capitanean Carlos Escudero y Pedro J. Monge dieran un golpe de timón que marcase distancia con lo propuesto en anteriores obras, sino porque la banda alcanzó un altísimo nivel de calidad, potencia, y madurez.