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lunes, 14 de septiembre de 2020

ONSLAUGHT-GENERATION ANTICHRIST

 

Desde que irrumpieron en la escena internacional a mediados de los ochenta  con aquel oscuro y humeante “Power From  Hell” Onslaught se han convertido en uno de los indiscutibles referentes dentro del thrash que se factura en tierras británicas. Y es que aunque el foco del estilo se centró sobre las bandas americanas y las germanas,  las huestes que capitanea el incombustible Nige Rockett siempre gozaron del favor de los devotos de la velocidad y las temáticas anti-religiosas. Haciendo balanza del bagaje durante su primera etapa (82-91) podemos concluir que fue un tanto irregular, ya que tras buenos lanzamientos como fueron su ya mencionado debut con el vocalista Paul Mahoney, y el posterior “The Force”, (86) ya con Sy Keeler, de cara a la edición de su tercer largo “In Search Of Sanity”, la personalidad y su sonido se fueron desvirtuando gracias en parte a la incorporación del vocalista Steve Grimmett, lo que a la postre hizo que la propuesta de la banda virara  hacia tesituras más heavy metaleras lo que provocó las críticas de los que hasta ese momento habían sido sus seguidores. Tras volver a cambiar de vocalista y reclutar a Tony O’ Hora la banda acabaría rindiéndose a principios de la década de los noventa.

Tras pasar un largo período en estado de hibernación los británicos regresaron a  la carga en  2007 con “Killing Peace”, para el que recuperaron a Sy Keeler,  y en cuya gira de presentación grabaron el material para su directo “Live Damnation”. Pese a la buena acogida del álbum y el posterior tour Onslaught no consiguieron  consolidar una formación estable, con lo que los cambios de personal se han convertido en una constante a lo largo de esta segunda etapa. En cualquier caso, el combo de Bristol  ha seguido publicando discos que conservan el clasicismo de su primigenio thrash metal aunque contando con una producción totalmente contemporánea tal y como ratificaron en “Sounds Of Violence” (2011) y  su anterior “VI”, que veía la luz hace siete años.

 

De cara a la edición de “Generation Antichrist” la principal novedad la encontramos en la incorporación del vocalista David Garnett, quien por cierto se ha adaptado perfectamente al engranaje  de la banda, sonando con la rotundidad y el aplomo propio del que lleva toda la vida en el puesto. Pero no es su incorporación la única novedad con respecto al equipo humano que grabó “VI”, ya que junto al impertérrito Nige Rockett y el bajista Jeff Williams forman ahora el batería James Perry y el guitarrista Wayne Dorman. Como comentaba anteriormente las nuevas composiciones de los británicos mantienen intactas sus señas de identidad aunque perfectamente actualizadas, y eso ha sido gracias en gran medida al trabajo en las mezclas que ha realizado Daniel Bergstrand (Behemoth, In Flames, Meshuggah) en los Dugout Studios de Uppsala en Suecia. 

 

Si alguien pensaba que en esta nueva etapa Mr.Rockett y sus acólitos iban a levantar el pie del acelerador no podía estar más equivocado, ya que en esta séptima entrega Onslaught  se muestran mordaces y abrasivos, exhibiendo  la pegada de sus mejores tiempos y mostrándose en un óptimo estado de forma. Un paseo por el dial radiofónico será el que se encargue  de inaugurar “Rise To Power”, una pieza escueta, lenta y machacona, que servirá para crear expectación combinando contundencia y cadencias más propias del thrash/death permitiéndonos  desvelar la incógnita de cómo suena su nuevo vocalista, David Garnett. Tomando todos los elementos que debe contener un trallazo thrashero  de estirpe clásica los británicos nos ofrecen el devastador “Strike Fast, Strike Hard”, toda una declaración de intenciones a velocidad supersónica que se verá potenciada a su máxima expresión por la tenacidad de sus implacables cambios de ritmo, su incisivo solo de guitarra, y  unos coros absolutamente arrolladores. 

 

Con la sección rítmica, especialmente el bajo de Mr. Jeff Williams, machacándonos inmisericordemente se abre “Bow Down To The Clowns”, comandado por una dinámica más densa y rugosa que irá creciendo en intensidad y rapidez a medida que se acercan los coros que darán forma a su aplastante estribillo. Fieles a su pasado Onslaught no podían dejar pasar la ocasión de cargar con rotundidad contra los fundamentalismo religiosos, y es que tras un inicio lento arranca “Generation Antichrist”, todo un bombazo que tiene visos de convertirse en un clásico más de su longeva trayectoria, gracias a su endiablada velocidad, la pegada de su estribillo y la voracidad de un quinteto que ha puesto toda la carne en el asador acabar para acabar facturando el que probablemente sea el tema más descriptivo y definitorio de esta séptima entrega de estudio. 

 

Sin duda uno de los grandes activos de “Generation Antichrist”, es la perfecta conexión de unos temas que suenan absolutamente ganadores, siguiendo todos ellos un patrón similar, aunque conteniendo las variaciones necesarias para que tanto sus seguidores, como los del thrash metal, encuentren alicientes para degustar el álbum en su totalidad mientras no dejan de agitar la cabeza. Así que no faltarán  temas como “All Seeing Eye”, que contienen esa deliciosa fragancia speed metalera, amparándose sobre una sección rítmica desatada y unas guitarras ágiles y afiladas hasta el extremo. En cambio el contagioso y adictivo coro que marcará “Addicted To The Smell Of Death”, lo convierten en otro de los trallazos que mejor funcionarán en directo, ya que nos enfrentamos a un corte directo, con partes perfectamente defendidas, y sobre todo cimentado sobre la imponente pegada de James Perry.

 

Pese a que el nivel de intensidad y potencia no decrece en ningún momento será a lo largo de “Empires Fall”, cuando el quinteto  se embarque en un corte con unos movimientos que, especialmente durante los compases iniciales, pueden llegar a recordarte a los Slayer de principios de los noventa. En cualquier caso, nos enfrentamos a un corte con un tempo más denso y de dinámica más candente, en el que Garnett rasgará su voz antes de que la banda nos envista con fuerza para acabar dando forma a  otra de sus clásicas andanadas. Pero que nadie piense que Onslaught se han dedicado a repetir sistemáticamente la misma fórmula, ya que “Religiousuicide”, parece capturar algunas de sus primigenias influencia punk/ harcdore  para mezclarlas  con la épica de los coros y la vertiginosa agilidad del clásico speed/thrash redondeando así una pieza que rezuma esencia ochentera.

 

Para despedir el álbum el quinteto ha recuperado “A Perfect Day To Die” que en su día grabaron junto Sy Keeler, y una nueva versión de “In Search Of Sanity”, que si bien es cierto que guarda su esencia metalera se ha visto ahora convenientemente reforzada por la robustez de su actual sección rítmica y por el registro más rasgado y corrosivo de Garnett.

 

Aunque personalmente creo que la continuación de “VI” ha tardado demasiado en llegar parece que Onslaught  han hecho bien los deberes y nos han presentado un disco absolutamente demoledor, rubricando que han acertado plenamente con la elección de su nuevo frontman, David Garnett. Siempre resulta agradable comprobar como un nombre mítico dentro de  la escena thrasher regresa al primer plano de la actualidad discográfica y además parece que en un excelente estado de forma. Lamentablemente este verano, por las circunstancias que todos conocemos, no hemos tenido ocasión de verles en directo. Así que esperemos que pronto tengamos ocasión de  comprobar como suenan en directo estos remozados Onslaught y podamos ratificar las excelentes sensaciones que deja este apabullante “Generation Antichrist”.

 

 

 

DISCOGRAFICA:AFM RECORDS

 

Lista de Temas

 

1. Rise to Power
2. Strike Fast Strike Hard
3. Bow Down to the Clowns
4. Generation Antichrist
5. All Seeing Eye
6. Addicted to the Smell of Death
7. Empires Fall
8. Religiousuicide
9. A Perfect Day to Die (2020 version)

10. In Search Of Sanity (2020 version)







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