No, los lusos no engañan a nadie, ya que en su propio nombre esta la definición perfecta de su estilo, pero por si alguien albergaba alguna duda sobre por donde van a ir los tiros en su propuesta bastará con mirar el llamativo artwork que ha creado Marcelo Draw Or Die, o revisar algunos de los títulos del álbum para convencernos de que lo que nos vamos a encontrar seguro nos proporcionará motivos suficientes para abandonarnos al headbanging y agitar frenéticamente la cabeza. He de admitir que la mayor incógnita antes de pinchar el álbum giraba en torno a como sonaría la banda, en que tratamiento y que clase de producción habrían dado a sus composiciones, y si bien, tal y como comenté anteriormente, sus raíces son de lo más clásicas dentro del estilo, lo cierto es que han apostado por una producción totalmente contemporánea de manos de Miguel Tereso en los Demigod Recordings, muy cercana,- salvando las distancias-, a como suenan por ejemplo los últimos trabajos de gente como Havok o Sacred Reich.
De forma amenazante como si se tratara de una tormenta aproximándose, un escuadrón de aviones cercando su objetivo o una fiera hambrienta acechando a su presa, esa la angustiosa sensación que transmite la escueta “Intro”, que dejará paso a “War Outside The Wall”, un trallazo descomunal que servirá para que el quinteto luso ponga sus cartas sobre las mesa, mostrándose como una maquina compacta y despiadada de escupir ametrallantes riffs y abruptas acometidas junto a las afiladas lineas vocales de Luis Rodrigues y unos electrizantes coros. Evidentemente, la velocidad será una de sus grandes virtudes, pero no esperes delirantes fraseos gratuitos, ya que sus rotundos cambios de ritmo, y la forma en que atacan sus melodías en las partes mas compactas y menos speedicas ponen de manifiesto que nos encontramos ante una banda con inquietudes compositivas. Y es que los duelos entre Gonçalo Branco y Nelson Cohelo serán una constante a lo largo de todo el plástico, y la mejor prueba la encontramos en los humeantes intercambios que se marcan a lo largo de “Old Jail”, que pese a tener un dinamismo implacable acabará acelerando hasta convertirse en un convoy fuera de control.
Las raíces más melódicas y netamente heavy metaleras del combo luso quedaran plasmados a lo largo de “Warehouse Rampage”, que contiene unas guitarras menos despiadadas, -que puede incluso a llegar a recordar a bandas como Metal Church o Sacred Reich-, aunque como no podía ser de otra forma acabarán sacando las garras para volvernos a asolar en una despiadada recta final. Velocidad, actitud, contundencia... Todos estos elementos están presentes en este fulgurante debut de Thrashwall, pero obviamente tampoco podían faltar los riffs cortantes y mosheantes que se encargaran de flanquearnos el paso hacia “World Domination”, en donde pisan el acelerador dejando a un lado cualquier tipo de floritura para presentarnos una andanada directa y despiadada en la que los coros serán imprescindibles para dotar al corte de una pegada aniquiladora.
“Mental Destruction”, es otro de los puntos álgidos de este debut homónimo, con ese inicio en plan heavy que rápidamente se romperá para proponernos un ritmo desbocado comandado por la bombardeante pegada de “Garras” y la efectividad de un riff que pese a su sencillez suena de lo más solido y convincente. La desbocada carrera del quinteto Eborense no se detendrá, de modo que para encarar la recta final del álbum no levantarán el pie del acelerador proponiéndonos un tema absolutamente implacable como es “Insanity Alert”. La diversión y el espíritu gamberro se encargará de propulsar el último corte, “Mosh In The Hall”, que suena como toda una declaración de intenciones, y que de seguro servirá para que todos sus seguidores se desfoguen cuando la ataquen en directo.
No vas a encontrarte grandes sorpresas en este debut de Thrashwall. No esperes encontrar ni medios tiempos ni baladas. Aquí solo hay espacio para el más genuino y autentico thrash metal. Así que prepárate para descubrir a una banda con las ideas claras y que está dispuesta a volarte la cabeza con 28 minutos de riffs incendiarios y demoledores ejecutados a una velocidad infernal. Altamente recomendable tanto para los nostálgicos de los ochenta, como para todos los seguidores de bandas como Crisix.
DISCOGRAFICA:FIRECUM RECORDS
1.Intro
2.War outside the Wall
3.Old jail
4.Warehouse rampage
5.World domination
6.Mental destruction
7.Insanity alert
8.Mosh in the hall
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