Hay bandas que son carne de escenario, que se ajustan sus gastados jeans, se enfundan en sus chupas, se colocan las gafas sol, … y ya están listas para montar una buena fiesta sobre el escenario y hacer disfrutar a los amantes del rock más auténtico, macarra y genuino. A lo largo de la historia es larga la lista de formaciones que podrían sentirse identificadas al leer semejante descripción, pero sin duda una de las que mejor se ajusta en nuestro país a todo lo anteriormente expuesto son los valencianos Jolly Joker. Ya lo habían demostrado sobradamente en sus anteriores visitas a la Ciudad Condal, la última hace tan solo unos meses, y es que el cuarteto se siente aquí como en casa,…bueno creo que ellos se sienten siempre como en casa cuando están encima de un escenario.
Seguramente su actitud, su chulería, su desparpajo y, porque no decirlo, su autenticidad les han servido para hacerse con una buena representación de incondicionales que no faltan a su cita cada vez que pisan los escenarios de la capital catalana. Son un valor seguro, son sinónimo de diversión y rock n´roll, así que no creo que a nadie le sorprendiera el buen aspecto que presentó la sala Bóveda, y eso que esa noche coincidían varios conciertos en la ciudad, cosa poco habitual en los últimos meses. En esta ocasión Jolly Joker no traían nuevo material que presentar, de hecho su última referencia de estudio “Never Say Forever” data de 2018. Pero como comentaba anteriormente resulta difícil resistirse a ver una vez más a los Jokers en directo. Llegaban solos, sin el soporte de invitados ni banda telonera, con lo que su show no arrancó hasta pasadas las nueve de la noche.
Así que mientras sonaba en la sala el clásico de Queensrÿche “Eyes Of A Stranger”, los músicos aparecían en escena para enchufar sus instrumentos. No hubo introducciones pregrabadas ni entradas grandilocuentes, simplemente unos toques de batería y la explosión de energía roquera que desencadenaron con esa declaración de intenciones que lleva por título “I Am Rock N Roll”. Como no podía ser de otra forma el último en aparecer en escena fue el incombustibl Lazy Lane, derrochando garra e intensidad, conectando inmediatamente con el respetable para acto seguido levantar los brazos para dar paso a las dos fuentes de chispas laterales que acompañaron al desarrollo del tema inicial. La fiesta había comenzado, de modo que la gente no dudó en acompañar con palmas a la sección rítmica que conforman Paco Muñoz y Andy Spunkt durante el desarrollo de “Sidewalks”, mientras Yannic seguía proyectando sus infecciosos riffs en su flecha blanca.
Mientras la gente les tributaba una cálida bienvenida el carismático líder de los Jokers nos daba la bienvenida antes de deleitarnos con unos pasos al más puro estilo Axl Rose para acompañar los compases iniciales de “Hey You”, que provocaba que la temperatura siguiera subiendo en local, con la banda invitándonos a participar en sus pegadizos coros y propiciando que algunos de los más animados se levantaran momentáneamente de sus taburetes para elevarlos al aire en señal de aprobación. Con el local convertido en una fiesta resultó imposible no marcar el ritmo con los pies de ese guiño a Ac Dc que incluyeron en su fantástico “Here Comes The Jokers”, y que lleva por título “Perfect Life”, que nos dejaba la imagen de todos los presentes elevando sus puños al aire.
No abandonarían el material de su segundo largo ya que la siguiente en sonar dando buena cuenta de su faceta más sleazy y desenfadada fue la marchosa “Full Of Beans”. No nos concedieron tiempo ni para recobrar mínimamente el aliento, ya que fue la batería de Paco la encargada de lanzar un torbellino de esencia punk como fue el irreverente “Fuck It All”, que se saldaba con la banda ejercitando enérgicamente las cervicales mientras Mr. Lane clavaba sus rodillas en el suelo al atacar la última tanda de estribillos. Aunque personalmente pienso que todos los conciertos de Jolly Joker son únicos y especiales para sus miembros, lo cierto es que el de esta noche lo era un poco más. Y es que esta noche se despedía Paco tras echarles una mano en este final de gira,... y además era su cumpleaños. Así que todos nos sumamos a la demanda de su frontman y le cantamos al percusionista el cumpleaños feliz antes de que el cuarteto nos brindara el toque funkero y vacilón de un “Nasty Habits”, que se encargó de flanquearnos el paso hacia “Believe”, que nos dejaba con otra exhibición de un Yannick que rayó toda la velada a un excelente nivel.
Nunca se han escondido, los Jokers siempre han dejado claras cuales eran sus principales influencias y no se han cortado a la hora de rendir pleitesía a algunos de sus artistas favoritos.. Para esta noche el cuarteto nos tenía alguna sorpresa preparada. La primera fue “Blackout In The Red Room”, el tema que abría el primer largo de los californianos Love/Hate. El nivel de intensidad no descendió en ningún momento, la fiesta fue completa, la comunión entra banda y público fue total y absoluta, y la constatación definitiva la tuvimos en la fantástica respuesta que sus incondicionales tributaron a temas como “No Way Out”, que nos dejaba la estampa de Mr. Lane saltando todo lo que nosotros, -“condenados a permanecer en nuestras banquetas”-, no podíamos. Aunque a lo largo del show hubo muchos momentos memorables, creo que uno de los puntos de inflexión de la velada llegó con el adrenalítico “Set My Soul On Fire”, que fue la escogida para centrar nuestro objetivo nuevamente sobre el material de su último largo “Never Say Forever”.
Para el segundo cover de la noche los valencianos se reservaron una pieza más reciente como “All My Friends Are Dead”, de los noruegos Turbonegro. Con la gente nuevamente coreando el nombre de la banda arrancaba la recta final del show con el cuarteto dando buena cuenta del descaro del primerizo “Sucker”, que fue acompañada con palmas. La guitarra de Yannic volvería a tirar del carro para hacer que “I Wanna Go” se convirtiera en la excusa perfecta para que todos cantáramos con ellos mientras Mr. Lane volvía a arrodillarse para colocarse una lata de cerveza sobre la cabeza. Los aromas más añejos correrían por cuenta del siempre efectivo “Rockin´In Stero”, mientras que el punto y seguido a un show trepidante lo puso otra declaración de intenciones como es “Dressed To Kill”, que servía para que Mr. Lane se diera su habitual paseo por la barra del local.
No tardaron mucho Jolly Joker en regresar sobre las tablas para rematar una fantástica velada de enérgico y marchoso hard rock con “Stay Behind”. Mientras que el broche definitivo lo pusieron con otro cover, que en esta ocasión fue “Never Enough” de L.A. Guns, poniendo al respetable en pie para despedir a una banda que cada vez que pisa el escenario lo da absolutamente todo. En definitiva que Jolly Joker no fallaron y volvieron a dar un fantástico concierto que ratifica, una vez más, que actualmente son una de las bandas más en forma y auténticas dentro del circuito nacional. Y la mejor prueba fue verles sudorosos y con una sonrisa de oreja a oreja a pie de escenario saludando y dando las gracias a todos los que nos acercamos a verles.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ