La puesta de largo del nuevo miembro, Jukka Koskinen, fue en una distendida entrevista en la que el bajista comentó que había pasado nervios durante su audición, que en principio se incorporaba para realizar el tour, que no tenía pensado abandonar Wintersun, y que algunos de sus bajistas favoritos eran Geezer Butler, Brian Marshall, Billy Gould, Rex Brown y Les Claypool. Curiosamente, en la actualidad Nightwish y Wintersun comparten sección rítmica, ya que el batería Kai Hahto también milita en los deathers de Helsinki. Una vez hechas las presentaciones tocaba aguardar unos minutos para empezar a descubrir que sorpresas nos tenían preparadas Nightwish para estos shows, algo muy importante si tenemos en cuenta que los finlandeses siempre han apostado por la espectacularidad de sus puestas en escena.
No creo que el combo de Kitee defraudará en ese aspecto. Personalmente he de admitir que me encantó el entorno que crearon para sus espectáculos, tanto exterior como interior. Evidentemente la “madre naturaleza” tuvo un papel importante, ya que tuvimos imágenes de bucólicos paisajes con montañas heladas, vistas panorámicas de unas altísimas cataratas que en su cauce alternaban agua y fuego dependiendo del tema, y también un precioso cielo estrellado. Una de las imágenes más llamativas fue ver un zeppelin “aparcado” a las puertas de The Islanders Arms. En cuanto al interior, el recinto donde iban a tocar, era un espacio amplio coronado por una bóveda estrellada y adornado con diferentes candelabros, pebeteros y estatuas. En cuanto a la disposición de los instrumentistas, -vestidos todos de riguroso negro-, se posicionaron en semicírculo mientras que Floor Jansen ocupó la plaza central. En la parte trasera, a sus espaldas, había un amplio ventanal enrejado sobre el que se fueron proyectando diferentes fondos e imágenes.
La principal diferencia entre ambos shows, obviando algún cambio en el repertorio, fue que en el segundo concierto tuvimos ocasión de ver a una banda menos tensa, más relajada, que se dejó llevar, -en la que incluso Emppu Vuorinen se permitió algún paseo para posicionarse frente al nuevo fichaje-, y que estuvo comandada por una Floor que en ningún momento perdió la sonrisa y que no paró de gesticular, bailar, hacer headbanging y, en definitiva, jugar con las cámaras durante la interpretación de los temas. Tal vez la única pega que le pondría a ambos shows fue que hubo muy poca interacción con el “público virtual”, ya que apenas se dirigieron a los espectadores durante los aproximadamente cien minutos que duró cada espectáculo.
He de reconocer que tenía muchas ganas de comprobar como sonarían en directo las nuevas composiciones y como repercutiría la ausencia de Hietala, ya que sus aportaciones vocales y su presencia escénica se habían convertido en una de las señas de identidad de la banda. Evidentemente la figura de Troy Donockley se ha hecho todavía más importante, ya que a todas sus aportaciones instrumentales (mandolina, flauta, gaita...,) hay que sumar ahora una mayor carga vocal. En cualquier caso, y siendo fieles a la verdad, me gustaría remarcar que aunque la banda sonó como un auténtico cañón en algunos momentos puntuales se notó la ausencia del carismático bajista.
Tampoco quisieron dejarse en el tintero los pasajes folkies contenidos en “Harvest”, con la percusión convirtiéndose en el soporte idóneo para que la mandolina impregnase de luminosidad sus desarrollos melódicos en un tema que vocalmente recayó sobre Troy. Por unos derroteros similares, -aunque apoyándose en una percusión de corte étnico-, discurrió “Tribal”, con Troy en esta ocasión más centrado en los instrumentos de viento mientras sus desarrollos se iban envenenando progresivamente.
Dejando a un lado el capítulo de las novedades, algunas de las que no faltaron en las dos presentaciones fueron “Planet Hell” y “Storytime”, en los compases iniciales del show y en las que las imágenes jugaron un papel destacado con explosiones y lenguas de fuego reforzando su faceta más netamente metalera en contraposición con la vertiente más melódica y accesible que nos brindaron en cortes como “Élan”. La ampulosidad, la grandilocuencia y la elegancia la pondría “Nemo”. Mientras que a otra de las imprescindibles “I Want My Tears Back”, le faltó la magia que siempre le proporciona el apoyo de sus incondicionales.
Fue durante la parte intermedia del show cuando se produjeron los cambios más significativos en cuanto al repertorio se refiere. De modo que durante la primera noche tuvimos oportunidad de volver a deleitarnos con las pinceladas power de “She is My Sin”, el abrumador sinfonismo de “7 Days To The Wolves” y “Bless The Child”. Mientras que en la segunda noche sonaron el tema de apertura de “Once”, “Dark Chest Of Wonders”, el vibrante “Ever Dream”, y una joya que pocos esperábamos escuchar “Sleeping Sun”, que fue la única incursión que se permitieron en ambos shows al material grabado durante la década de los noventa.
Sería injusto decir que Nightwish no van a notar la ausencia de un miembro tan importante y carismático como Marco Hietala. Pero lo que dejaron claro durante los conciertos de “An Evening With Nightwish In A Virtual World” es que han pasado página y que ya tienen la cabeza puesta en la inminente gira de presentación de ““Human. :II: Narute”, que si todo va según lo previsto arrancará en Finlandia a finales del próximo mes de Julio.
Setlist 28/05/2021
Music
Noise
Planet Hell
Tribal
Élan
Storytime
She Is My Sin
Harvest
7 Days ToThe Wolves
I Want My Tears Back
Bless The Child
Nemo
How´s The Heart?
Shoemaker
Last Ride Of The Day
Ghost Love Score
The Greatest Show On Earth
All the Work Of Nature Wich Adorn The World
Setlist 29/05/2021
Music
Noise
Planet Hell
Alpenglow
Élan
Storytime
How´s The Heart?
Harvest
Dark Chest Of Wonders
I Want My Tears Back
Even Dream
Nemo
Sleeping Sun
Pan
Last Ride Of The Day
Ghost Love Score
The Greatest Show On Earth
All the Work Of Nature Wich Adorn The World
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