Seguramente las ganas de concierto y la sequía de giras internacionales en los últimos meses también contribuyeron a que el recinto rozase el lleno. Además para acompañarles en esta gira Dvne están contando con la presencia de sus compañeros de sello Déluge, quienes traían bajo el brazo su último lanzamiento “Ægo Templo”. Mientras que los elegidos para completar el cartel en esta noche de viernes fueron los locales Santacreu, una banda relativamente nueva pero que cuenta con la experiencia y el bagaje previo de sus miembros.
Como viene siendo norma en todos los conciertos que se celebran en la Capital Catalana, el público tuvo que someterse al control de temperatura antes de acceder al recinto y ocupar su asiento, y en todo momento tuvimos que llevar puesta nuestra mascarilla, y únicamente podíamos retirárnosla para consumir.
Lo primero que me llamó la atención fue su disposición sobre el escenario, escapándose de la alineación habitual de colocar la batería en la parte trasera, ya que el kit de Guillem estaba situado en uno de los extremos y posicionado de perfil, con lo que podíamos ver como atacaba su instrumento. Por otro lado, su puesta en escena fue sobria, dejando que fuera su música la que se encargará de encandilar a un público que se fue animando a medida que iban transcurriendo los minutos y el trío nos invitaba a zambullirnos de lleno en su particular universo sonoro.
En todo momento se les vio contentos y satisfechos, ya que según nos comentó Eugeni la de esta noche era su cuarta presentación en vivo. Además, también tuvieron palabras de agradecimiento tanto para sus compañeros de gira, como para la gente de Madness Live!, quienes confiaron en ellos para volver a la acción tras más 500 días en el “dique seco”. Convencieron, tocaban en casa y eso se notó en el respaldo que obtuvieron. En cuanto a su repertorio lo dividieron en dos partes, en la primera se dedicaron a tocar sus composiciones más recientes, las que todavía no han grabado. Mientras que para la segunda mitad se reservaron los temas contenidos en su primer EP. Me gustó mucho el inicio oscuro e intimista de “Dins La Reminiscència”, que poco a poco fue mutando hasta convertirse en un muro infranqueable de sonido. Pero si hablamos de densidad sonora, no podemos dejar de destacar el fantástico trabajo del tándem rítmico durante la apabullante “Tot S´esvaeix”, que fue la escogida para cerrar una escueta presentación que se zanjaba con los músicos abandonando el escenario de forma tranquila y dejándonos a todos los presentes con ganas de mucho más.
Sin duda Santacreu dejaron claro en poco más de media hora que son una banda original, con las ideas claras, y que tienen una propuesta que puede cautivar tanto a los amantes del doom como a los seguidores del post.
Tampoco me atrapó su puesta en escena y la oscuridad que les acompañó en todo momento, con lo que apenas pudimos discernir las siluetas de los músicos. Otro detalle a destacar es que los franceses se mantuvieron bastante distantes, ya que ni siquiera se dirigieron al respetable durante el show, limitándose a dejar que fuera el áspero sonido grabado de una tormenta lo que podíamos escuchar entre tema y tema. En cualquier caso, la evolución de su propuesta ha sido notable con respecto a lo que nos propusieron en su ópera prima “Æther”, algo que quedó patente en la potenciación de los pasajes más oscuros y extremos, con lo que cortes como el camaleónico “Ægo Templo”, la sugerente “Soufre” o “Gloire Au Silence”, sonaron con una brutalidad pasmosa, aunque en momentos puntuales algo confusos y embarullados.
Parapetados tras un relampagueante juego de luces y mientras el escenario quedaba cubierto por una espesa neblina los galos se mostraron intratables a la hora de atacar piezas como “Opprobe”, que nos brindaba algún fugaz destello melódico ante semejante tormenta de abrasivos riffs y rugidos desgarradores. El ritmo frenético y machacón no se detuvo al echar la vista atrás para rescatar piezas como “”Avalanche”, los aromas ambientales “Naufrage”y “Appâts”, que conformaron la tripleta escogida para recordar su primer largo de 2015 “Æther”.
Para encarar la recta final de su presentación el sexteto francés optó por las atmósferas más introspectivas y melancólicas que marcaron los compases iniciales de “Baïne”, cambiando la dinámica aplastante que hasta ese momento había llevado el show. Sin embargo el colofón definitivo lo puso precisamente la pieza que cierra su más reciente entrega discográfica “Vers”. En definitiva correcta descarga de unos Déluge de los que personalmente he de reconocer que me esperaba algo más. Sin duda creo que el exceso de sonoridades pre-grabadas y el querer permanecer entre tinieblas mientras desgranaban sus composiciones acabó penalizando una descarga que planteada en otros términos podría haber dado mucho más de si.
Mucho se podría hablar del estilo que practican Dvne, pero lo cierto es que tratar de etiquetarlos no sería más que intentar poner limitaciones a un estilo que bebe de diferentes fuentes, y quizás la mejor prueba la tuviéramos en la diversidad que plasmaron en piezas como “Towers”, permutando riffs demoledores y unos teclados que incluso parecían tener esencias psicodélicas. Las pinceladas melancólicas llegarían con la más calmada y progresiva “Court Of The Matriach”, que cambiaba el ritmo del show para sumirnos de lleno dentro de su faceta más intimista e introspectiva.
El contrapunto lo pondría “Thirst”, rescatada de su anterior largo “Asheran”, que nos mostraba una versión mas ruda y primigenia de su sonido, apostando por unos riffs más incisivos junto a una sección rítmica más densa y machacona. Mucho más sofisticada sonó “SI-XVI”, con unos apabullantes giros sonoros que sirvieron para que el quinteto plasmara su calidad instrumental haciendo subir notablemente el nivel de intensidad de un show que se iba calentando a medida que pasaban los minutos.
Como no podía ser de otra forma la despedida definitiva llegó con uno de sus temas más incisivos y directos “Of Blade And Carapace”, toda una declaración de intenciones que dejaba claro que pese a sus muchas influencias Dvne son una banda que apuesta por la rotundidad y pegada de las guitarras. Sin duda Dvne son una banda en crecimiento, en constante evolución, y que todavía están lejos de alcanzar su techo como compositores. Además dejando a un lado el talento y las habilidades que muestran en sus obras de estudio la banda demostró que es capaz de llevar al directo su propuesta de forma sólida y convincente. Así que os recomiendo que la próxima vez que se acerquen por aquí no perdáis la oportunidad de verles en directo. Seguro que no os defraudaran.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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