Igual que sucede en el mundo del deporte en la música hay un selecto y reducido grupo de afortunados que parecen poseer el talento y las habilidades necesarias para despuntar. Y ese precisamente es el caso de los catalanes Crisix, una banda que se creó en 2008, -parece mentira como pasa el tiempo-, y que se ha forjado una sólida trayectoria que, además del distintivo de ser la primera banda española que ganó la batalla de bandas del prestigioso festival Wacken, nos han dejado ya un buen número de lanzamientos de estudio, a cuál de ellos más potente y explosivo, así como unos directos que se caracterizan por su energía, diversión e intensidad, y ante todo por no dejar indiferente a nadie. Desde siempre los chicos de la Conca de Odena lo tuvieron claro, lo suyo era el thrash metal humeante y agresivo, tal y como dejaron patente en su prometedor debut publicado hace ya una década bajo el título de “The Menace”, y que incluía un corte que definía a la perfección su particular estilo “Ultra Thrash”. Su crecimiento y su progresión no se detuvieron y dos años más tarde llegó el mosheante “Rise… Then Rest”. Mientras que su consagración definitiva se la otorgó el aplastante “From Blue To Black” y el posterior “Against The Odds”.
Aunque a lo largo de todo este tiempo la banda ha mantenido una cierta estabilidad estando constituida por el núcleo duro que conforman los guitarristas Marc Busqué, "Busi" y Albert Requena, el batería Javi Carrión y el vocalista July Baz, la última incorporación del combo catalán ha sido el bajista Pla Vinseiro que debutó en su anterior trabajo de versiones “Session # 1- American Thrash” y que se ha acoplado como un guante, con lo que la banda no ha perdido ni un ápice de frescura y espontaneidad.
Seguramente el parón pandemico que estamos viviendo ha servido para que el quinteto decidiera enfrascarse en este nuevo proyecto titulado “The Pizza E.P.”, que además de contener 4 nuevas composiciones se acompaña de un cortometraje que ha sido dirigido por el propio frontman July Baz junto al director de fotografía Victor Gomez. En cuanto al Art work de este nuevo EP ha corrido por cuenta de Joel Abad (Grafficants), mientras que de la fotografía se ha encargado Sebastian Gerecz.
Pero hablemos de lo realmente importante, la música. No creo que a estas alturas ningún fan del quinteto catalán esperará una drástica ruptura con su pasado. Crisix, a día de hoy, tienen una personalidad muy marcada, y este nuevo trabajo no hace más que reafirmarla. Así que los riffs incendiarios, la crudeza de su sección rítmica, el dinamismo explosivo de unos coros altamente adictivos, y la invitación a la juerga y el desmadre permanecerán intactos a lo largo de la inicial “No Tip For The Kid”, comandada por una batería arrolladora, unos coros pegadizos y cañeros, y ,como no, por un seminal ataque de guitarras que conjugan la velocidad thrashera y el clásicismo del heavy metal.
Algo más oscuros e incisivos suenan los abruptos riffs del descriptivo “World Needs Mosh”, en el que el quinteto aprieta los dientes y pisa el acelerador al máximo , especialmente July, para proponernos una sucesión de incendiarios desarrollos que invitan precisamente a eso, a sumarse a un mosh y a danzar mientras uno no para de corear otro de esos geniales estribillos que se han convertido en otra de las señas de identidad del combo catalán.
Cualquiera que conozca a Crisix sabe que siempre fueron unos cachondos, y que además no tienen problema para “adulterar” su música con pinceladas de cualquier estilo. Así que una ida de olla como la seminal “Raptors In The Kitchen” se convertirá en la excusa perfecta para plasmar su vena más punkera, proponiéndonos un tema vertiginoso, sin muchas complicaciones y que va directo al turrón para someterse a aquel dicho que reza: " si quieres decir algo: dilo alto, fuerte y muchas veces".
Pero como ya mencioné al inicio el estilo de Crisix siempre estuvo marcado por el thrash metal old school y el corte de cierre “It’s Tough Too Cock A Song” así lo demuestra aunando el toque punkero del Thrash neoyorquino, con aromas a bandas como Overkill, y la enfermiza voracidad de las bandas de la Bahia, -os suenan unos tales Exodus-, para acabar completando un suculento manjar que hará las delicias de los paladares más exigentes dentro del thrash metal.
Siempre apostaron por la diversión, aunque eso no quiere decir que descuidaran la composición y ejecución de sus temas. A estas alturas son ya un valor consagrado dentro de la escena nacional, y me atrevería a decir que a nivel internacional dentro del Thrash metal. Así que si todavía no los conoces y te gusta el Thrash metal estás perdiendo el tiempo. ¡Thrash Till death!
DISCOGRAFICA:LISTENABLE RECORDS
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