Como compañeros de viaje en esta noche de sábado, y ejerciendo como anfitriones y maestros de ceremonias, contarían con el concurso de una banda currante como pocas dentro de la escena catalana, los chicos de Embersland quienes aprovecharon la ocasión para poner fin al largo letargo de directos que ha significado para ellos la pandemia, amén de ofrecernos un exhaustivo repaso a las composiciones de su último redondo “The Harbour In Me”, que publicaron de forma independiente a mediados del pasado 2021. En cuanto a la afluencia de público, lo cierto es que se acabaron dando cita algo más de un centenar de seguidores, una cifra destacable si tenemos en cuenta que esa misma noche coincidían varios conciertos, sin ir más, a pocas manzanas del lugar, se presentaban también los madrileños Sober.
Pero no eran sus composiciones más recientes la única novedad que nos presentaron esta noche Embersland, ya que el concierto significó la puesta de largo en vivo de su nuevo fichaje, el bajista Gerard, al que se vio un poco tímido en escena aunque se mostró de lo más resolutivo a la hora de atacar las tesituras más cercanas al power melódico de “Harbouring Me”. Tras habernos ofrecido una buena muestra de su potencial y del material contenido en “The Harbour In Me”, era un buen momento para echar por primera vez la vista atrás y hacernos viajar hasta 2015 y repescar de lo que fue su segundo trabajo “Dark Ages” la imprescindible “Hope”, para la que nuevamente la tripleta vocal volvería a conjuntarse mientras la guitarra de Jimmy Sánchez y la batería de Luka se encargaban de hacer subir la intensidad en unos devastadores increscendos que nos invitaban a agitar frenéticamente la cabeza.
Algo más relajados y mistéricos sonaron los compases iniciales de “Let Me Die”, que nos dejaba a ambos vocalistas solapando sus registros para que poco a poco se fueran sumando el resto de instrumentos para acabar redondeando una pieza inquietante y preciosista a partes iguales, con Clara brillando intensamente . El dinamismo melódico volvería a reinar durante la pegadiza “When I Die”, que era la escogida para volver a incidir sobre el material de “Dark Ages”, mientras nos invitaban a todos a cantar su coreable estribillo.
Para encarar la recta final del show fue Xavi quien se encargó de ejercer como maestro de ceremonias para presentarnos “Our Demise”, para acto seguido embarcarnos de lleno con sus teclados en esas intensas melodías de corte arábigo. Tras los habituales y obligados agradecimientos y tras contar con la negativa del público al anunciar que los coros hímnicos y los pasajes más oscuros y cañeros de “Bear My Ember” serían los encargados de poner el colofón definitivo a su presentación, el sexteto abandonó el escenario acompañado de una cerrada ovación. Hasta que la pandemia llegó a nuestras vidas Embersland estaban consiguiendo por fin, tras una década de duro trabajo, hacerse un hueco dentro de la escena catalana a base de firmar unos directos convincentes, cañeros y entretenidos. Ahora que parece que todo está volviendo a la normalidad esperemos que tengan ocasión de retomar la actividad en vivo y puedan dar el salto a nivel nacional y recuperar el tiempo perdido.
Aunque el concierto de esta noche significaba su debut en los escenarios de la capital catalana, un servidor ya tuvo oportunidad de verles en acción en el streaming que realizaron a mediados del pasado del 2020. Y si ya en aquella ocasión Celtian me dejaron unas muy buenas sensaciones, en esta ocasión con material nuevo y bien arropados por un público que conectó con ellos desde el mismo arranque, lo cierto es que me dio la impresión de que la banda está en un magnífico estado de forma, y me atrevería a decir viendo el espectáculo que nos ofrecieron y la conexión que tuvieron con el público que actualmente están al mismo nivel que las bandas punteras del estilo en nuestro país.
Y es que todo, absolutamente todo, está cuidado en el show de Celtian. Empezando por esa llamativa puesta en escena, con una pancarta trasera con el nombre de la banda y unas lianas en los pies de micro que asemejan al aspecto de un bosque. En cuanto al sonido fue bueno en líneas generales, aunque en algunos momentos puntuales la voz de Xana sonó excesivamente alta. Sea como fuere Celtian supieron ganarse al respetable, y he de confesar que me sorprendió la complicidad y el nivel de entrega de una audiencia que estuvo muy metida en el show y que cantó y bailó sin darse ni un segundo de tregua desde la banda apareció en escena para fundir la metalera “Nueva Era” y “Magia De Luna”, que nos dejaba con la flauta de Diego y el violín de Txus dotando al corte de esa característica ambientación folkie que incitó a que los más animados empezaran a bailar.
Tras sentir la cálida acogida de la audiencia catalana la velada prosiguió dando buena cuenta de los poderosos redobles que marcaron el arranque de la deliciosa “Lágrimas de Cera”, con una Xana absolutamente desatada, mezclando en su interpretación elegancia, potencia e intensidad para acabar recabando una cerrada ovación. El momento de aunar todos nuestras voces llegaría con el primer recuerdo a su anterior “En Tierra De Hadas”, ya que Xana se encargó de dirigirnos a la hora de entonar la melodía de “Mirada De Fuego”, que se convirtió en la responsable de que gran parte de la sala acabara botando antes de que la banda nos brindara un final arrollador.
La conexión con los sonidos más ancestrales y cercanos a la naturaleza, -con la flauta y el violín nuevamente comandando los desarrollos iniciales-, servirían para dar una ambientación especial a la evocadora “Hiedra”, que fue la elegida para retornar sobre el material que publicaron el pasado año. Mientras que los aromas festivos y de corte medieval contenidos en “Sendas De Leyendas”, e introducidos por el bazuki que empuñó Txus, convirtieron la sala en una fiesta, con todo el personal danzando alocadamente para escenificar la perfecta comunión entre la banda y sus incondicionales.
Acto seguido llegó el momento en que Celtian dieron rienda suelta a su faceta más netamente folkie, echando la vista atrás para proponernos un medley compuesto por algunas de las composiciones de su ópera prima instrumental “The Druid´s Awaiting”. Así que mientras Xana desaparecía entre bambalinas para tomarse un merecido descanso, Diego se encargó de liderar a sus compañeros durante “The Morning Star”, y la enérgica “The Hills Of Clogher”, que aceleraron al máximo en su tramo final para convertirla prácticamente en un numero de thrash n´folk.
Con Xana de nuevo en escena era un buen momento para volver a centrar nuestro objetivo sobre el material de “En Tierra De Hadas”, con lo que no faltaron las fanfarrias durante el arranque de la melódica “El Solsticio De Driade”, para acto seguido dejar paso a la grandilocuencia de “Tu Hechizo”, con esos redobles que servían para levantar el ánimo del personal, -con Txus nuevamente tocando el bazuki-, antes de que Xana volviera a exhibirse en otra fantástica interpretación. La elegida para cerrar la trilogía que dedicaron a su obra de 2019 fue “La Musa Del Bosque”, que nos conquistó a todos con la potencia de su sección rítmica para dar cobertura a su vertiente power metalera, lo que dejó al público coreando eufórico el nombre de la banda ante la atónita mirada de unos músicos que no pudieron más que esbozar una mueca de satisfacción.
A estas alturas del show estaba claro que Celtian lo tenían todo de cara para triunfar en esta primera incursión en los escenarios de la capital catalana. Así que Diego no dudó en tomar el micrófono para agradecernos la entrega y el apoyo, amén de recordarnos que la banda tenía previsto regresar por estos lares para abrir los próximos conciertos de Mägo de Oz. Con la sala ya absolutamente volcada con ellos, y con los músicos disfrutando tanto o más que su entregada audiencia, llegaba el momento del recogimiento, de bajar momentáneamente las revoluciones, y para ello que mejor que dejarnos mecer por la delicada “Siempre Seré Tu Estrella”, la balada cuya letra escribió Txus di Fellatio, y que hacía que toda la sala se pusiera a mover los brazos de izquierda a derecha.
No tardarían Celtian en proponernos un nuevo cambio de ritmo, en volver a despertar la euforia de un personal que se lo estaba pasando en grande. Así que liderados por el violín de Txus llegaba el momento de enfrentarnos a uno de los temas más poderosos y cañeros de su último redondo “Eala”. Tampoco faltó su particular versión del clásico de Saurom “La Hija De Las Estrellas”, que hacia que los aledaños del escenario se convirtieran en una pista de baile justo antes de que el personal volviera a corear intensamente el nombre de la banda. La elegida para poner el punto y seguido a la velada fue “Al Otro Lado Del Camino”; con Xana y Diego compartiendo las líneas vocales.
Lamentablemente la fiesta estaba concluyendo pero Celtian todavía tendrían ocasión de volver a poner a todo el auditorio a botar con las melodías medievales de “Niamh”. Con banda y publico en perfecta sintonía llegó el momento de “El Hijo Del Ayer”, que tiene visos de llegar a convertirse, si no lo es ya, en una de las imprescindibles para sus seguidores y en uno de sus grandes himnos. El brillante broche para su puesta de largo en la ciudad condal estuvo reservado para la pieza que daba título a su anterior trabajo “En Tierra De Hadas”, y para la que contaron con la colaboración especial de dos invitados de lujo como fueron Fito Martínez y Jessie Williams (guitarrista y vocalista de los tarraconenses Ankor.
Pocas bandas pueden decir que en su primera descarga en Barcelona se han presentado como cabezas de cartel, arrastrando a un buen numero de seguidores y, lo que es más importante, han salido victoriosas. Pues bien, Celtian lo hicieron y además se fueron con la sensación de que consiguieron asentar los cimientos para hacer de la capital catalana uno de sus feudos importantes.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario