viernes, 1 de julio de 2022

REDSHARK+LOANSHARK+SAVAGED-BOVEDA-BCN-17-JUN-2022



Seamos sinceros: en ocasiones nos empeñamos en mirar constantemente hacia atrás, escuchando una y otra vez antiguos trabajos de bandas veteranas cerrando así las puertas a un montón de jóvenes  formaciones que hace tiempo que están trabajando duro para salir adelante y hacerse un hueco dentro de la emergente escena nacional. Tres banda jóvenes, pero con tablas y experiencia, que incluso han llegado a tocar más allá de nuestras fronteras. Eso es lo que nos ofertaba el atractivo cartel que congregó a casi dos centenares de seguidores el pasado viernes 17 de junio  en la sala Bóveda de la Ciudad Condal.

Pese a que la pandemia ha supuesto un duro golpe para bandas y locales, también es cierto que ha servido para que muchas formaciones se hayan encerrado en los locales de ensayo a  pulir  su propuesta hasta situarla en un nivel superior al que poseían anteriormente. Quizás ese pueda ser el caso de Redshark, una formación que ya apuntaba maneras en sus Ep’s previos, “Rain Of Destruction”(2016) y “Evil Realm” (2019),  y que recientemente  pegaba un puñetazo sobre la mesa sacándose de la manga un disco absolutamente descomunal como es “Digital Race”. Evidentemente la presentación de su primer largo en casa era una ocasión especial para el quinteto barcelonés. Además para acompañarles en esta puesta de largo del ya mencionado “Digital Race”, la banda contaría con el apoyo de dos formaciones amigas. Savaged serían los encargados de darnos la bienvenida con su heavy/speed de esencias clásicas, como no. Mientras que los elegidos para amenizar los momentos previos a la salida del combo que capitanea el guitarrista Philip Graves fueron los explosivos Löanshark.


Me gustó mucho el detalle, -y creo que es justo remarcarlo-, que  el  público  vino a ver el show completo: las descargas de las tres bandas. Así que cuando aparecieron en escena Savaged el recinto  presentaba ya un ambiente de lo más  animado. Otro detalle a destacar, y que lamentablemente no suele ser habitual, es que entre los asistentes  había muchos músicos de diferentes bandas locales, con lo que podríamos  decir que en esta ocasión si que se dio cita en la Sala Bóveda una buena representación de la escena barcelonesa.



Pero dejando a un lado estas puntualizaciones estaba claro que lo más importante en esta velada de viernes iba a ser la música. Así  que los encargados de empezar a dar caña fueron los chicos de Savaged. He de admitirlo, pese a que no les conocía, me habían dado muy buenas referencias de ellos, y lo cierto es que me convencieron. Con una alineación compuesta por músicos que militan en otras bandas locales como Streamer o  Rapture; Savaged se mostraron como una máquina infalible  de escupir riffs a toda velocidad junto al  despliegue de voces agudas que nos propuso  su frontman Jamie Killhead , tal y como dejaron patente, a modo de presentación para  quienes todavía no les conocíamos, durante  la inicial “I Will Fight”, toda una declaración de intenciones con la que nos volaron la cabeza invitándonos  a una primera sesión de trepidante headbanging.


Contando con el apoyo de un público que se implicó  al máximo, y que no se cortó a la hora de levantar los puños al aire, el cuarteto se encontró muy a gusto sobre las tablas, y eso se notó en lo bien que sonaron piezas contenidas en su primer EP “Knights Of Metal”, como “Stealing The Night”. Como no podía ser de otra forma no faltaron los guiños a las grandes bandas clásicas del metal con las guitarras dobladas de Jamie Killhead y Joan Grimalt a lo largo del incisivo  “Money”.


Tras los habituales saludos la banda nos pidió que diéramos un paso adelante para aproximarnos más al escenario para que poder  sentir nuestro apoyo durante el tema que presta título a su primer lanzamiento “Knights Of Metal”, que se cerraba con su frontman clavando las  rodillas en el suelo para firmar una apocalíptica recta final. Por si a estas alturas alguien albergaba alguna duda sobre la conexión de la banda con la década de los ochenta, el cuarteto nos invitó a sumergirnos de lleno en el oscuro y terrorífico  “Elm Street”.


La vertiente más potente, aguerrida y agresiva de Savaged quedaría plasmada a lo largo de “Tons Leather”. Mientras que la rúbrica para una presentación que gustó, y que nos dejó con un muy buen sabor de boca, corrió por cuenta de  “Runnin’ Love”. Lo dicho Savaged dejaron claro que tienen talento, actitud y temas con pegada. Así que habrá que estar atentos para ver que nos proponen de cara a los próximos meses porque la cosa promete.



Los encargados de recoger el testigo y de seguir llenando la noche de marchosas melodías, velocidad y estribillos adictivos fueron Löanshark. Conozco a alguno de los componentes del trío barcelonés desde hace muchos años, y si algo transmiten es autenticidad y pasión por lo que hacen. Son una banda que se lo ha currado, y mucho. Llevan años curtiéndose sobre los escenarios y pese a formar parte del underground han tocado en algunos de los festivales más emblemáticos, -que no multitudinarios-, del estado, e incluso han descargado más allá de nuestras fronteras. Como ha sucedido con muchas formaciones, la pandemia ha frenado su trayectoria ascendente, pero ahora que parece que todo está volviendo a la normalidad el trío ha vuelto con más ganas que nunca y con las pilas bien cargadas.


Salieron a morder, como en ellos suele ser habitual, a por todas. La cita de esta noche, aunque entre bandas amigas y hermanas, era un duelo importante y Löanshark jugaron muy bien sus cartas, recurriendo para conquistar al respetable  a su artillería pesada, dándonos argumentos para menear la cabeza  desde que irrumpieron es escena con el  rabioso “The City Goes Fast”. Y es que el trío sabe perfectamente como aunar todas sus influencias clásicas para plasmarlas en piezas como “Black Leather Queen”, que con la  preponderante línea de bajo de Aless marcando el tempo y respaldado por la  enérgica guitarra de Logan nos alentaba a levantar el puño cada vez que tocaba corear su infeccioso estribillo.


Tras darnos las buenas noches, sería la batería de Angel Smolski la  que  se encargó de flanquearnos el paso hacia “Turn It Louder”, proponiéndonos unos explosivos cambios de ritmo que fueron  la excusa perfecta para que el ambiente se fuera caldeando en una sala cada vez más concurrida y animada. Absolutamente implacables, Löanshark no estaban dispuestos a darnos ni un segundo de tregua, ni tampoco a levantar el pie del acelerador, así que su demostración de potencia metalera prosiguió con el corte que abre  su “The Gangland Tapes”, “Sinner Rider” para posteriormente dejar paso a  la garajera “Red Light Blues”, que con ese avasallador inicio se encargaba de poner  de manifiesto que una de sus bandas de cabecera son los inmortales Mötorhead.


Sin duda a lo largo de su presentación Löanshark nos brindaron algunos momentos mágicos, en los que mostraron una estrecha conexión con sus seguidores. Y sin duda uno de ellos llegó cuando el trío se descolgó con  una atronadora versión de su “Fast, Heavy, Loud N´Proud”, que sonó como toda una declaración de intenciones, y que sirvió para revolucionar, aún más, a unas primeras filas que se lo estaban pasando casi tan bien como ellos sobre las tablas. Tampoco faltaron algunos temas más rítmicos e intensos como el efectivo y altamente coreable “Midnight Shooter”, que sonó como toda una oda al hard rock más netamente ochentero gracias a la pegada de su aplastante estribillo.


Pero como comenté anteriormente una de las grandes pasiones del trío barcelonés es la velocidad, y lo cierto es que supieron como meter esos temas más veloces  dentro del repertorio para volver loco al personal. De modo que la elegida para encarar la recta final de su presentación fue “Electric Shockin´Waves”. El contraste a tanta velocidad lo pondrían las esencias más roqueras y deudoras del material más clásico de la N.W.O.B.H.M., contenidas en “Open Fire”. 


Pese a que a muchos Löanshark les parecerán una banda con poco recorrido, llevan ya mucho tiempo batallando dentro de la escena, y su evolución ha sido en estos años ha sido notable, de modo que temas de sus primeros tiempos como “Machinegunner”, pese a la rotundidad  de sus redobles épicos iniciales, sonó algo más básico en comparación con su material más reciente. Habiendo conseguido conectar con la audiencia el trío se despidió definitivamente con un grito de hermandad metalera  como fue “Heavy Metal Addicts”. No cabe duda Löanshark están en la buena senda y con un poco de suerte estoy seguro de que van a dar mucho que hablar en poco tiempo.



Pese a las dos grandes descargas que nos acababan de brindar Savaged y Löanshark los indiscutibles protagonistas de la velada eran Redshark, y la banda no estaba dispuesta a dejarse robar la cartera en una noche tan señalada y especial como era la presentación en sociedad de  “Digital Race” en casa y ante su público más fiel, entusiasta y cercano. Desde que la banda diera sus primeros pasos hace aproximadamente una década su propuesta y su formación se han ido moldeando. Quizás en sus inicios hicieran gala de esa flema más speed metalera y entroncada con las sonoridades más tradicionales de la N.W.O.B.H.M, pero el paso del tiempo, la incorporación del vocalista Pau Correas y, ante todo, la evolución de su sonido les han convertido en un valor a tener muy en cuenta dentro de la escena metálica nacional, tal y como han constatado con la edición con un sello internacional de su primer largo.


Con el público ya caliente y expectante ante el desembarco del quinteto, y con un modesto telón con el nombre de la banda presidiendo el escenario como único atrezo, Redshark  irrumpía en escena dispuestos a arrasar con todo a su paso. Los actos previos habían dejado las espadas en todo lo alto, así que no había posibilidad de relajarse y no poner toda la carne en el asador si querían salir victoriosos. Muy concentrados, pero con la convicción de quien  sabe que tiene un buen repertorio que ofrecer a sus seguidores, el quinteto tomaba posiciones para rápidamente dejar que el afilado riff inicial de “The Drill State”, diera el pistoletazo de salida a una descarga trepidante. Me gustó mucho su puesta en escena, con la imagen y actitud que se puede esperar de una banda de su estilo. Pero sobre todo donde me convencieron fue en la ejecución de unos temas que en directo sonaron todavía más duros y devastadores que en estudio, y la mejor prueba fue comprobar con la voracidad que sonaron piezas como “Sentenced To Kill”, que fue el primer guiño que nos ofrecieron de su anterior EP “Evil Realm”.


Otro detalle que me gustaría destacar es que aunque su guitarrista Philip Graves es el líder de la formación, todas las piezas de Redshark son igualmente importantes. Especialmente relevante me pareció la labor de su frontman Pau Correas que supo moverse con absoluta soltura por diferentes registros y texturas, reglándonos unos fantásticos agudos que consiguieron que temas como “Never Too Late” sonasen con esa garra netamente metalera que es capaz de enganchar al público hasta el punto de hacernos cantar su pegadizo estribillo. Como era previsible, el grueso del repertorio de esta noche estuvo conformado por las composiciones de “Digital Race”. Y personalmente uno de los temas que más me gustó, y que creo que mejor funcionó esta noche, fue “The Death Rides”, que con las guitarras desatadas de Graves y Javi Bono se convirtió en un trallazo incontestable de velocidad, potencia y melodía.


Sin darnos ocasión de recuperar el aliento, y sin mediar presentación alguna, le llegaba el turno a la pieza que presta título a su último lanzamiento “Digital Race”, que con ese inicio más lento y majestuoso nos allanaba el camino hacia una sinuosa cabalgada que  fue creciendo hasta convertirse en un crujiente y compacto medio tiempo cargado de intensidad y melodía. Pero cualquiera que se haya tomado la molestia de escuchar el mencionado “Digital Race”, habrá podido comprobar que una de las grandes pasiones del quinteto catalán es pisar el acelerador al máximo. De modo  que temas tan vertiginosos y directos como “Kill Your Idol”, se convirtieron en la excusa perfecta para que los aledaños del escenario se convirtieran en una fiesta, con todo el mundo danzando alocadamente, mientras la banda se explayaba a sus anchas en esos latigazos sonoros de reminiscencias speed metaleras.



El nivel de revoluciones lejos de amainar continuaría en aumento, ya que una nueva mirada al pasado, volviendo a centrarse en el material de su anterior EP de 2019, serviría como excusa para que todos nos abandonáramos al headbanging durante la implacable  “Burn Your Flag”. El cambio de registro llegaría de manos de las atmósferas más corrosivas que nos propusieron en esa bofetada sonora que lleva por título “Mars Recall”. Mientras que el clasicismo metalero impregnado de tintes más oscuros y hasta misteriosos corrió por cuenta de “The Beginning Of The Storm”, aunque lamentablemente fue de las que pasaron más desapercibidas pese a la buena labor de la banda a la hora de encarar sus potentes coros. 


Otro de los momentos de la noche, aunque en esta ocasión no fue por la velocidad ni por la potencia, llegó cuando la banda interpretó la balada del disco “Pallid Hands”, que nos dejaba con un fantástico alarde vocal de un Pau que se gustó, dando a su interpretación un toque de lo más intenso y emocional para acabar recabando una merecida ovación por parte del respetable. Lamentablemente el tiempo de Redshark estaba tocando a su fin, pero antes de abandonar por primera vez el escenario  todavía tendrían ocasión de volarnos la cabeza con la atronadora pegada de “I´m Falling” dejando claro que la actual sección rítmica que  conforman el bajista Chris Carrest y su flamante nueva incorporación el batería Eric Killer  es probablemente la más compacta y poderosa  que hasta el momento ha tenido el “Tiburón Rojo”.


Atendiendo a las demandas de sus incondicionales el quinteto no se hizo de rogar en exceso, así que rápidamente volverían a empuñar los instrumentos para rematar la velada por todo lo alto. Evidentemente había que finiquitar el show de la mejor forma posible, y para ello que mejor que  inaugurar  los bises con la implacable “Stronger Than Ever”, convirtiendo las primeras filas  en un mar de cuerpos que danzaban sin control mientras que los amantes del headbanging ejercitaran nuevamente  las cervicales en la parte trasera del local. Para rubricar su indiscutible triunfo Redshark optaron por tener una deferencia para con sus fans más veteranos, y es que la elegida para cerrar su descarga fue la primeriza “Fight The Rules Of Power”, rescatada de aquella primera demo titulada “Rain Of Destruction”,  en la curiosamente  su líder, Philip Graves, se encargaba del bajo y las voces.


En definitiva fue una noche memorable en la que tuvimos ocasión de presenciar el directo de tres bandas jóvenes, batalladoras, que no están dispuestas a rendirse y que apuestan decididamente por el heavy metal. Esperemos que tras este parón pandémico las cosas vuelvan poco a poco a la normalidad y las bandas puedan volver a tocar en las salas de nuestro país cada fin de semana. Así que cuando eso suceda, yo te recomendaría  que estes atento a la programación de las salas de tu zona, y si ves que Redshark se acercan a tu localidad no dejes pasar la ocasión de verles en vivo. Pero mientras eso sucede, si eres amante del buen heavy metal, te invito a que le pegues una detallada  escucha a “Digital Race”, seguro que no te defraudará. 


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