Durante años han sido considerados como un referente indiscutible a la hora de comprender lo que fue el auge y la posterior evolución del death metal dentro de la escena americana apoyándose en la brutalidad y la técnica de unas composiciones que se convirtieron en míticas y que ayudaron a cimentar la leyenda de lo que son actualmente Suffocation.. Pero la producción de la banda neoyorquina no se circunscribe únicamente a esos primeros años de la década de los noventa, ya que tras un periodo de hibernación el combo regresó a la carga en los primeros años del presente siglo. Muchos han sido los músicos que han desfilado por el seno de la formación neoyorquina, así que si hemos de buscar el puntal sobre el que órbita su actual encarnación en las giras tendríamos que fijar nuestro objetivo sobre el guitarrista Terrance Hobbs, y más desde que su icónico vocalista Frank Mullen anunció su intención de centrarse en su carrera como actor. Afortunadamente han conseguido encontrar un sustituto de garantías en la figura de Ricky Myers quien se ha acoplado como un guante al engranaje de la formación neoyorquina.
Había muchas ganas de volver a escuchar en directo algunas de esas piezas que han dado forma a un estilo tan seguido como el death metal, y es que solo así puede explicarse que pese a estar en los primeros días del mes de Agosto la sala Bóveda presentará un fantástico aspecto, con un aforo compuesto por veteranos seguidores, ya que poca gente joven pudimos ver entre una audiencia que en su mayoría superaba holgadamente la treintena. En cualquier caso, antes de que aparecieran en escena Suffocation tendríamos ocasión de presenciar la descarga de una banda de la tierra. Y es que los encargados de abrir fuego y calentar el ambiente antes de la salida del combo neoyorquino fueron los chicos de Ósserp, quienes aprovecharon la ocasión para descargar algunas de las composiciones que formaran parte de su inminente nuevo trabajo “Els Nous Cants De La Sibil.la” que verá la luz a mediados de este mismo mes de Agosto.
Como comentaba anteriormente fue una jugada arriesgada que la columna vertebral de su presentación estuviera centrada en temas que los presentes todavía no habían tenido ocasión de escuchar, quizás por ello el respetable se mantuvo bastante estático aunque estuvo muy receptivo. De hecho, vimos a la banda entregarse al máximo durante las atmósferas más densas y brumosas de “Cavalcant L´Ossa Major”, para posteriormente acabar dejando paso a “La Rèmora”, que con esos guiños “old School” fue de las que mejor acogida obtuvieron.
Otro detalle que me gustaría destacar es que Ósserp se mostraron bastante parcos a la hora de las presentaciones, prefirieron que sus temas fueran los que hablaran por ellos, y es que trallazos incontestables como “Tot Crema” fueron la mejor constatación del brutal crecimiento que ha sufrido la propuesta de la banda desde su anterior largo “Al Meu Pas S´Alça La Mort”. El corte escogido para cerrar el extenso capítulo que dedicaron a lo que será su inminente nueva entrega “Els Nous Cants De La Sibil.la”, fue “El Pes Del Buit” que rompía la tónica con unos aromas industriales que personalmente no me esperaba.
Para acabar de rematar su presentación la banda optó por echar la vista atrás y rescatar “La Nostra Sang”, en la que, ahora sí,, las primeras filas se entregaron al máximo. “Heretant Enemics”, sería la escogida para adentrarnos en una recta final que estuvo marcada por la voracidad metalera de la inquietante “Amb El Cap Ben Alt”. En definitiva, que la elección de Ósserp para abrir la velada no pudo ser más acertada. Death/grind de calidad y de cercanía, proponiéndonos el reencuentro con una banda que va a dar mucho que hablar durante los próximos meses, y es que su nuevo álbum “Els Nous Cants De La Sibil.la”, tiene potencial de sobras para convertirse en uno de los álbumes importantes dentro de la escena extrema nacional.
Abrieron dispuestos a dejar claro, desde el mismo arranque, porque son un referente indiscutible cuando hablamos de death metal “old school”, y es que la elegida para romper el hielo fue nada más y nada menos que “Liege Of Inveracity”; desatando la euforia de unos incondicionales que empezaron a agitar frenéticamente la cabeza y que no pararon hasta que no se silenciaron los instrumentos. No tardó en convertirse en el amo de las tablas, y es que Ricky Myers no dejó de recorrer el escenario incansablemente mientras buscaba, una y otra vez, las muestras de complicidad de unos seguidores que parecían poseídos, y más cuando tras el impactante trallazo inicial le llegó el turno a la pieza que prestaba título a su primer largo: “Effigy Of The Forgotten”.
Como si nos hubiéramos transportado a otra época el quinteto neoyorquino prosiguió su particular viaje retrospectivo por los primeros años de la década de los noventa dando buena cuenta de una de las piezas que contenía su primer EP “Human Wasted”: “Catatonia”, dejándonos con la impactante estampa de Derek Boyer clavando la rodilla en el escenario mientras castigaba impasiblemente las cuerdas de su bajo. Tras habernos volado la cabeza con una tripleta de arranque absolutamente insuperable, y contando ya con el beneplácito de un publico que estaba ya completamente entregado, era un buen momento para proponernos una primera concesión hacia épocas más recientes. De modo que el quinteto no vaciló a la hora de fijar su objetivo sobre su plástico homónimo de 2006 rescatando para el delirio de sus incondicionales la aplastante “Entrails Of You”.
Como si fueran una bestia desbocada dispuesta a dar buena cuenta de su inofensiva presa, el recital de los americanos continuó con “Pierced From Within”, comandada por una sección rítmica rompe-cráneos que nos invitaba a que no dejáramos de ejercitar las cervicales. Acto seguido llegó el momento de ofrecernos una nueva muestra del material que han facturado en los últimos años, proponiéndonos una incursión en lo que hasta ahora ha sido su última entrega de estudio “...Of The Dark Light”, con “Clarity Through Deprivation”, y aunque es cierto que no provocó la misma reacción entre sus seguidores que por ejemplo la que le sucedió “Breeding The Spawn”, si que sirvió para dejar patente que el paso del tiempo no ha aplacado su extrema brutalidad.
Los aniquiladores blast beats y la visceralidad con la que sonaron los trepanodores riffs de “Funeral Inception”; acabarían convirtiendo los aledaños del escenario en un auténtico campo de batalla, con un montón de cuerpos que danzaban enloquecidos, y que solo dejaron de agitarse cuando la banda nos sorprendía con algunos de esos rotundos parones que se han convertido en una de sus indiscutibles señas de identidad. Una nueva mirada sobre su trabajo homónimo de 2006 serviría como excusa para que el quinteto recuperara la desquiciante “Blind Torture Kill”, abocándonos a una recta final que estuvo marcada por “Infecting The Crypts”.
Aunque parecía que tras haber atacado otra de las imprescindibles de su ópera prima el show de Suffocation había llegado a su fin, las insistencias de sus incondicionales y el agradecimiento de unos músicos que disfrutaron al máximo del show y del recibimiento que les tributó una sala que no paró de animar durante toda la velada, acabó propiciando que aún tuviéramos ocasión de deleitarnos con una última gema: “Surgery Of Impalement”, con la que, ahora sí, daban por concluido su seminal paseo militar por tierras catalanas. Para muchos los actuales Suffocation distan mucho de ser los que grabaron aquellas obras definitorias del brutal death. Sí, evidentemente, su formación no es la misma. Pero lo que nadie puede negarles es que en directo Terrance Hobbs y sus muchachos siguen siendo una maquina devastadora.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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