domingo, 2 de octubre de 2022

LEGION+PYCAYA+SIRIUS-RAZZMATAZZ 2-BCN-24-SEP-2022



Era una de las citas ineludibles en este inicio de la  temporada de conciertos. Y es que tras una larga ausencia de tres décadas Legion han decidido volver a la carga para alegría de todos sus incondicionales. Evidentemente el retorno de Legion ha resultado toda una sorpresa, ya que pocos pensábamos que después de tanto tiempo alejado del negocio de la música Jonathan Dolcet iba  a colgarse nuevamente el bajo para liderar a la mítica formación catalana. Menos recelos había en torno a la figura de Quimi Montañés a quien en los últimos años hemos visto capitaneando a  Deldrac. En cuanto a los nuevos miembros, Toni y Miguel Ángel Rodríguez, -guitarra y batería respectivamente-, cabe remarcar que han aportado frescura y contundencia a la banda, ayudando a la pareja de fundadores a llevar el sonido de la banda a este siglo XXI, evitando que suenen como un mero ejercicio de nostalgia, y para ello ha sido fundamental la labor de Miguel Ángel, una apisonadora que se ha convertido en el corazón y el motor del cuarteto.

Esta anhelada vuelta  ha llegado acompañada de un EP denominado “Legionized”, en el que los actuales Legion han dejado patente su intención de volver a tomar contacto con el negocio discográfico. Además sus actuaciones previas, especialmente su aparición en el Leyendas Del Rock del pasado verano, han servido para ratificar que la formación está con las pilas bien cargadas y dispuesta a recuperar el terreno perdido. En cualquier caso, y como ya comenté, su reencuentro con el público barcelonés resultó todo un acontecimiento. Poco importó, tal y como ha comentado Rafa, que esa noche hubiera infinidad de conciertos en la Ciudad Condal, muchos de ellos gratuitos y dentro del marco de las fiestas de la patrona de la ciudad, (La Mercè), ya que la sala mediana del Razzmatazz acabó registrando una muy buena entrada, demostrando que había mucha expectación por ver a estos remozados Legion.


Otro detalle a destacar fue que entre los asistentes, como no podía ser de otra forma, hubo muchos seguidores de vieja escuela, de aquellos que abarrotaban las primeras filas de sus conciertos a finales de los ochentas y principios de los noventa, pero también vimos una buena representación de chicos jóvenes que acudieron atraídos por el nombre de una de las indiscutibles leyendas del thrash patrio. Además para acabar de redondear el cartel de una velada que prometía emociones fuertes contaríamos con la presencia de dos bandas locales, trabajadoras e incansables, que llevan bastante tiempo batallando dentro del underground de  la escena barcelonesa: Sirius y Pycaya.


Con el personal todavía accediendo al local y mientras los abrazos y los reencuentros se repetían en una sala que poco a poco iba tomando colorido aparecían en escena los encargados de abrir fuero: Sirius. El trío procedente de Badalona apareció en escena super motivado, con ganas de agradar al personal y de presentar lo que hasta momento ha sido su único trabajo “Progress”. Así que no tardaron en ponerse manos a la obra para dar buena cuenta de piezas  como “Leech” o  “Democracy”, dejando claro a quienes todavía no les conocían su apuesta decidida por un metal potente y agresivo, en el que se combinan de forma rotunda y convincente elementos de thrash y del groove.


Su puesta en escena fue sobria, pero muy efectiva, dejando que fueran sus temas los que hablaran por ellos,  intentando que en temas como el que presta título a su ópera prima “Progress” la gente se implicara. Lamentablemente el sonido no acabó de acompañarles, y durante su show hubo momentos en que todo sonó demasiado embarullado, pese a ello trallazos tan incisivos y certeros como el thrashero “Born In Misery” y “Mental Prostitution” sirvieron para que las primeras filas se fueran animando. Las letras  críticas e incisivas no se detendrían, así que para encarar la recta final del show que mejor que proponernos el riff rotundo y las despiadadas aceleraciones contenidas en “Starve”.


Bien arropados por una buena representación de colegas y amigos el trío antes de despedirse definitivamente todavía tuvo tiempo de asediarnos con “Fueled By Rage” y de hacernos cantar a todos con el que fue el tema más celebrado de su presentación su adaptación del clásico de Metallica “Hit The Lights”, tras el que se marcharon con una sonrisa dibujada en el rostro y con la sensación de haber calentado el ambiente de cara a lo que todavía estaba por llegar.


Para el segundo asalto de la noche contaríamos con el concurso de una banda que acumula ya una década de andadura a sus espaldas y que ha cimentando su reputación sobre las tablas, ya que el directo es su hábitat natural: Pycaya. A cualquier seguidor de la escena barcelonesa su nombre debe  sonarle, ya que suelen estar metidos en muchos “fregados”, y es fácil verles descargando con cierta asiduidad en cualquiera de los escenarios de la ciudad condal y alrededores, ya sea en las salas habituales o en fiestas y casals de joves.


No fue una sorpresa, un servidor ha tenido ocasión de ver al quinteto en diferentes ocasiones, y su directo es realmente convincente y aplastante. Para quienes no les conozcan, practican un metal/groove con  letras críticas e incisivas al máximo, dando forma a una propuesta que puede recordar, en algunos momentos, a lo que hacían bandas como Beer Mosh o  Soziedad Alkoholika a principios de la década de los noventa.


No lo iban a tener nada fácil tras la solvente descarga que nos acababan de ofrecer  Sirius, pero lo cierto es que la banda que capitanea el vocalista Luis González, -quien por cierto apareció en escena con un vistoso pie de micro formado por calaveras-, no tuvo dificultades para conectar con un público que desde que empezaron a sonar los hirientes e incisivos riffs de “Nada Nuevo”, no paró de animar. Me gustó mucho su puesta en escena, con toda la banda moviéndose sobre  el escenario como si fueran animales enjaulados mientras desgranaban cortes de su primer largo como “Que Vas Hacer” o la implacable “Cuervo De Fé”, que como no podía ser de otra forma dedicaron a los estamentos religiosos.


Además el combo barcelonés aprovechó la ocasión para presentarnos algún corte de lo que será su tercer largo, así que “Soy Como Soy”, fue una de las elegidas para dejarnos claro que la banda no tiene intención de variar en su propuesta, ya que los riffs de Sergio y Toni sonaron de lo más despiadado y devastadores. Evidentemente el grueso de su repertorio estuvo centrado en las composiciones de su fantástico “Brutalizándolo Todo”, que data de 2018, así  que no faltaron temas como el crujiente e implacable “Jodido”, que fue la responsable de que todos levantáramos los puños para apoyar al quinteto.


Desafortunadamente el tiempo de Pycaya, -con dos Y, tal y como se encargó de remarcar su frontman-, se estaba agotando, pero antes de que el quinteto desapareciera entre bambalinas todavía tendrían tiempo de hacernos saltar con la pieza que abre su último redondo “3 Almas”, para dejar que el broche definitivo corriera por cuenta de “Sucio Socio”. En definitiva, implacable y convincente descarga de unos Pycaya que volvieron a demostrar que actualmente son una de las bandas más en forma dentro de la escena barcelonesa. Ahora solo cabe esperar que su nuevo trabajo no tarde mucho en estar disponible y que podamos seguir viéndoles quemar los escenarios que pisan.


Tras las descargas de Sirius y Pycaya, había llegado el gran momento de la noche. Las expectativas eran altas, algunos llevábamos tres décadas esperando este momento, y por fin íbamos a ser testigos de primera mano del retorno de una de las formaciones más míticas del thrash metal nacional. Había llegado  el momento de volver a ver  a Legion en acción. Desde antes de que los músicos aparecieran en escena el personal estaba ya completamente entregado. Así que ahora solo faltaba que Jonathan, Quimi, Miguel Ángel y Toni estuvieran a la altura de las circunstancias…. Y vaya si lo estuvieron. Escoltados por un gran telón de fondo el cuarteto aparecía en escena recibiendo una cerrada ovación para dar el pistolero de salida  con uno de sus clásicos imprescindibles, con aquel que  abría y  prestaba título a su primer largo “Lethal Liberty”. Para los que no habíamos tenido ocasión de verles en el Leyendas las dudas se disiparon rápidamente, ya que nos reencontramos con una banda sólida y perfectamente engrasada, con un Jonathan en un buen estado vocal y con unos compañeros que dieron el 100% para que la noche fuera realmente especial e inolvidable.


Pese a este largo periodo de tiempo apartados de los focos y la actualidad, la banda no ha cambiado ni un ápice en cuanto a personalidad se refiere, así que esa apuesta por el sonido clásico del thrash metal sigue plenamente vigente, aunque como comentaba anteriormente la frescura que aportan los nuevos miembros ha resultado clave para que temas como “Dark Force”, con ese rollo deudor de los primerísimos Metallica o “Beyond Betrayal”, que fue el primer guiño que se permitieron a lo que fue su tercer y último LP, “Labyrinth Of Problems”, sonarán letales y totalmente contemporáneos.


Estaban de vuelta en casa, ante su gente, y eso se notó en la cordialidad y en el trato que nos dispensó un Jonathan que se mostró feliz y exultante, dirigiéndose al personal en catalán en más de una ocasión. Pero dejando a un lado las reflexiones y las charlas que sirvieron como introducción a los temas, lo cierto es que cabe remarcar que el repertorio fue brillante y equilibrado, rescatando temas de sus tres largo y del EP “Por La Cara”, que acompañó en su momento a “Mind Trainig”, aunque he de reconocer que me quedé con las ganas de escuchar  algún tema más del ya mencionado “Labyrinth Of Problems”. Sea como fuere temas en plan hímnico como “Eternal Youth” sirvieron para que el personal cantara mientras la banda se iba creciendo y gustando a medida que avanzaba el show, especialmente un Quimi que exprimió al máximo su guitarra, -que durante los primeros compases del show estuvo a un volumen atronador-, mientras no dejaba de hacer headbanging.


Pero que nadie piense que el cuarteto catalán se limitó a ofrecernos una sesión de tralla descerebrada y “gratuita”, ya que también tuvimos ocasión de deleitarnos con los desarrollos más envolventes y melódicos que desplegaron a lo largo de “A Matter Of Greed”. Mucho más directa y asentada sobre los pilares más clásicos del género sonó “Feel The Pain”, en la que nuevamente el personal alzó los puños al aire para corear su estribillo antes de que el tema se zanjase recabando una cerrada ovación. A estas alturas los cánticos del personal, aclamando a la banda, denotaban que el cuarteto estaba triunfando en su retorno a los escenarios catalanes, pero afortunadamente aún les quedaban muchas balas en la recámara.


Una nueva mirada sobre lo que fue su aclamado debut sería la excusa para repescar “Rhythm Rider”, que Jonathan dedicó a los que nos gobiernan. A lo largo del show  fueron muchas las ocasiones que tuvimos de cantar junto al cuarteto, pero sin duda una de las más emocionantes y ensordecedoras fue cuando la banda se abalanzó sobre su adaptación del clásico de Queen “We Will Rock You”. A estas alturas de la velada ya no había vuelta atrás, de modo que  para rematar este tramo del show que mejor que confiar en la pegada de lo que fue uno de sus grandes hits “Mili K.K.”, que conseguía mantener el nivel de intensidad y entrega de un público que acabó nuevamente rindiendo pleitesía a sus ídolos coreando,  de forma persistente, el nombre de la formación catalana.


No fue su aclamado y coreado himno antimilitarista el único tema en castellano que sonó esta noche, y es que a continuación le llegó  el turno a “La Ruina”, con un tempo más roquero pero con una letra rotunda y absolutamente desgarradora. Tras la emotiva presentación de todos los miembros de la banda llegaba el momento de “Bag Full Of Meat”, regresando sobre las composiciones del último largo que grabaron, dejando que  las guitarras de Quimi y Toni se encargaran de poner el toque melódico a la aplastante sección rítmica que conformaron Jonathan y Miguel Ángel.


Acercándonos al final del show era un buen momento para rescatar otra pieza que siempre les acompañó “Young Soldier”, y es que este tema  fue uno de los que formaron parte de las demos que precedieron a su debut discográfico. Para poner el punto y seguido a la velada el combo catalán confió en la pegada de “This Can’ t Be Real”, una composición que marcaba la madurez compositiva que la banda había alcanzado antes de su separación.


El epílogo para su triunfal retorno estuvo marcado por “They Call Me War”, con unas primeras filas nuevamente entregadas y que volvieron a sucumbir ante las invitaciones de Jonathan a corear los poderosos coros de su aplastante estribillo. Esa vena roquera que siempre tuvo la banda y que en muchas ocasiones quedó enterrada bajo la pegada y potencia de unos riffs netamente thrasheros saldría a relucir durante su adaptación del clásico de Billy Idol que ellos han renombrado como “Level Yell”, y que han incluido en su más reciente EP “Legionized”. La despedida definitiva llegaría con otro tema que les conecta directamente con el material más clásico del thrash metal americano, y que en su momento, a finales de los ochenta, les sirvió para que les compararan con Metallica: “Possessed”. 


Al final del show merecido baño de masas y triunfo incontestable  para  una banda que  todos añorábamos volver a ver  sobre los escenarios, y que visto lo visto, y teniendo en cuenta el estado de forma que exhibieron, no me extrañaría que de cara a los próximos meses nos den  una alegría y empiecen a dar forma a nuevas composiciones. En cualquier caso, y mientras este deseo se materializa, si tienes oportunidad de verles en directo no dejes pasar la ocasión. Seguro que no te defraudarán. 




TEXTO:ALFONSO DIAZ

FOTOS:CARLOS OLIVER

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