El parón que ha supuesto para muchas bandas la plaga pandémica parece que por fin está tocando a su fin. Poco a poco estamos viendo como la actividad regresa a las salas de conciertos y como muchas formaciones que vieron interrumpidos sus planes empiezan a ponerse al día con sus seguidores presentando trabajos que en algunos casos hace ya unos meses que vieron la luz. Ese es el caso de Aerial Blacked quienes finalmente tenían la oportunidad de presentar su fantástico “Play It Loud!”, en los escenarios de la capital catalana tras haber participado en citas importantes como el Can Mercader Fest. También tendríamos ocasión de disfrutar esta noche de otra de las bandas que formaron parte de ese mismo cartel el pasado mes de Julio: Siroll. Mientras que para abrir la velada contaríamos con una banda de reciente creación y que enarbola sin ninguna clase de complejo la bandera del thrash metal old school: Terminal Violence.
Pocas referencias tenía de este nuevo combo que se creó en 2022 y que debutaba esta noche en directo. Sin embargo, ver que entre sus miembros había viejos conocidos de la escena catalana que han pasado por bandas como The Eyes, Bellako y Nuckin’ Futs era garantía de que su propuesta netamente thrashera sería de interés para los amantes del género. Con su carta de presentación en formato EP, “Warhole”, recién salida del horno el quinteto nos ofreció un show arrollador, directo y muy divertido, en el que no faltaron las guitarras asesinas, los ritmos acelerados e incluso las bajadas de los músicos para compartir espacio con sus seguidores, siendo curiosamente la banda que más personal movilizó.
En cuanto al estilo de Terminal Violence no hay duda, el quinteto practica un thrash metal old school muy influenciado por las bandas clásicas de la Bay Area, aunque eso no excluye unos pegadizos estribillos, unos potentes coros y una buena ración de melodías guitarreras. De entre los temas que más llamaron la atención de su escueta presentación me quedaría con “Wild Beast”, y sus riffs mosheantes que sirvieron para que los pogos no cesasen en los aledaños del escenario, o “Burial Of Throught”, con esa coreable melodía que indudablemente recordó a los titanes del thrash Testament.
Y es que si hablamos de la banda que lidera Chuck Billy los catalanes también tocaron una versión del clásico “Into The Pit” que grabaron para la asociación Hardcore Hits Cancer. Tampoco faltaron los rotundos cambios de ritmo junto a la simbiosis perfecta entre melodía y épica durante “Soldier”. Mientras que el broche de oro para su estreno en vivo corrió por cuenta del corte del que han grabado un vídeo-clip “Riddle Of A Nightmare”. En definitiva, buen estreno de unos Terminal Violence que de seguro van a dar mucho que hablar dentro de la escena thrasher nacional.
No tardarían mucho en aparecer en escena los escogidos para seguir dando caña en esta noche de sábado: los chicos de Siroll. Si la velada había empezado bien con una buena ración de thrash metal old school, ahora tocaba endurecer un poco más el sonido para adentrarnos de lleno en una propuesta que combina a la perfección death, thrash, crossover , y todo convenientemente aderezado con unas letras en catalán, preñadas de mala leche, ácida crítica y denuncia social. No dejaron títere con cabeza y es que desde que el quinteto rompió el hielo con la tripleta absolutamente devastadora que conformaron “Tu Mateix”, “Pobre” i ese dardo envenenado que lleva por título “Cobord”, los saltos y los pogos en los aledaños del escenario se convirtieron en una constante.
Me gustó mucho su actitud, con todos los músicos moviéndose como descosidos por el escenario, y las formas de su frontman, Jordi Gou, que se convirtió en el enlace perfecto entre banda y público. Además disfrutaron de un sonido arrollador lo que propició que temas “Hòsties” o la explícita i combativa “Mitjans de Manipulació”, sonarán como un auténtico cañonazo, dando cancha a unas guitarras que nos destrozaron los tímpanos. Durante la primera parte del show el combo catalán se dedicó a repasar las composiciones de su fantástico “Doble O Res”, que data ya del pasado 2018, con lo que no faltaron el propio tema título ni tampoco “A l’ Aguait”.
Con la gente ya muy animada, y con una banda que se estaba gustando y pasándoselo en grande, era un buen momento para presentar lo que ha sido su último single “Odi A l’ Amor”, con toda la sala botando, para posteriormente echar la vista atrás para rescatar piezas como “Pais De Merda”, o “Fatxes De Proximitat”, en donde el quinteto se despachó a gusto contra la clase dirigente. Y es que cabe destacar que la descarga de Siroll fue como un rodillo arrasando con todo a su paso, ya que el quinteto en ningún momento levantó el pie del acelerador ni nos dio un segundo de tregua con trallazos como “902” y “Poc Rock”.
Más atrás en el tiempo se irían para rescatar “La Cosa”, para después asestarnos esa brutal dentellada que lleva por definitorio título “Pagesos Satànics”. Para el sprint final, con una audiencia totalmente volcada, se dejaron otra tripleta absolutamente incontestable como fue “Mes Llenya”, “Dret i Deure” i “Següent”. Sin duda Siroll hace tiempo que vienen demostrando que son una de las bandas más potentes y que están más en forma de la actual escena catalana, y su descarga en la sala Wolf dejó claro que cuentan con el respaldo de unos seguidores que dan calor y ambiente a todas sus descargas.
Aunque de forma incomprensible hubo quien decidió que tras la descarga de Terminal Violence y Siroll la velada había finalizado, lo cierto es que todavía faltaba el que a priori era el acto principal de la noche: la descarga de Aerial Blacked quienes presentaban en sociedad su última entrega de estudio “Play It Loud!”, la plasmación definitiva de todo el bagaje que el cuarteto ha ido acumulando a lo largo de su más de una década de andadura para dar forma a un estilo potente, personal, y en el que sobra cualquier tipo de etiqueta estilística.
Aunque el disco lleva ya un tiempo de rodaje, el show de esta noche representaba su puesta de largo en la propia Ciudad Condal, así que pudimos ver a una banda motivada y muy metida en el show desde que abrieron fuego con las envolventes ambientaciones preñadas de intensidad de “The Ether”. Desafortunadamente el público no estuvo tan enchufado como el cuarteto, así que el personal se mantuvo algo estático durante su presentación. Pese a ello, pudimos ver a más de uno haciendo headbanging cuando la banda atacó los corrosivos riffs contenidos en la metalera y afilada “Howl Of Logan”.
Habiendo arrancado con un par de nuevas composiciones, y tras poner las cartas sobre la mesa, era un buen momento para mirar por primera vez al pasado, de modo que fueron los rotundos cambios de ritmo de “The Radar” los que nos propusieron una primera escala en lo que fue su primer largo “Blacked Stones”. Tampoco quiso dejar de lado el cuarteto catalán el trabajo colaborativo en el que han estado inmersos en los últimos años y el material que han editado bajo la denominación de Aerial Blacked United, con lo que la siguiente en sonar fue “ Lights Out!”, que gozó de una muy buena acogida por parte de un personal que se fue entonando a medida que avanzaba el show.
Sin duda una de las principales señas de identidad de Aerial Blacked es el particular registro de Héctor Gómez, así que fue durante otra de las nuevas “The Man Who Loves The Bottle”, cuando pudimos apreciar como el frontman alternaba su habitual registro con voces más graves, e incluso algunas más rasgadas para dar forma a una camaleónica composición que alternó desarrollos de corte stoner con otros pasajes que podríamos tildar como más contemporáneos. Acto seguido llegaría uno de los momentos de la noche, ya que todo se tornó más pétreo y rocoso gracias a la rotunda pegada del que probablemente sea el riff más compacto y matador que han escrito los catalanes hasta el momento, el de “Iron Bones”, que se convirtió en el responsable de que alguno nos resintiéramos de nuestras maltrechas cervicales.
Pero como comenté anteriormente Aerial Blacked son una banda de contrastes. El cuarteto no se cierra ninguna puerta a la hora de dar salida a sus inquietudes musicales. Así que después de asestarnos un golpe certero tocaba cambiar radicalmente de registros para adentrarnos de llena en las atmósferas más etéreas y evocadoras de “Ignitio”. La vena más cafre, salvaje y hasta diría que speedica de la banda saldría a relucir a lo largo de la imparable “Jocker & Ice”, que es otra de las que tiene mimbres para quedarse como fija en sus repertorios. Para encarar la recta final del show que mejor que confiar en la garra y el ímpetu roquero de la pieza que presta título a su última entrega “Play It Loud!”, que comandada por su arrolladora sección rítmica sonó como una auténtico cañón.
Una nueva concesión al pasado, concretamente a su debut “Breaking Stones”, serviría para que su ametrallante bajo nos anunciara la llegada de “Rebellion”, que fue la elegida para invitarnos a levantar los puños. Mientras que el broche definitivo a la velada corrió por cuenta de su versión del clásico de Muse “Stockholm Syndrome”. .
Sin duda veladas como la del pasado sábado son necesarias para tener argumentos con los que rebatir a los que se empeñan en repetir que la escena local catalana poco tiene que ofrecer. Y es que tuvimos ocasión de ver a tres bandas de tres estilos diferentes batirse el cobre sobre las tablas, dejándolo todo, y dando lo mejor de sí. En cualquier caso, lo que no me parece tan loable, pese a que el público es siempre soberano, es que mucha gente se fuera después de ver a una de las bandas no dando una oportunidad a los que venían detrás.
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