Dicen que: “lo que no te mata te hace más fuerte”. Mientras algunas bandas, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, han optado por dar por amortizados los dos últimos años, otros como Angelus Apatrida los han aprovechado no sólo para seguir tocando en directo, -cumpliendo escrupulosamente con las limitaciones sanitarias impuestas-, sino que han publicado el que hasta el momento es su obra más redonda y agresiva: “Angelus Apatrida”. No hace falta decir que a estas alturas los albaceteños son probablemente nuestra banda más internacional. Sin embargo, ellos siempre han tenido los pies en la tierra, y se han mostrado cercanos y accesibles. Así que tras su periplo por los States la banda regresaba a nuestro país dispuesta a cerrar por todo lo alto el capítulo dedicado a su obra homónima. Tras haber reventado la Sala Rock City de Valencia la noche anterior, los manchegos colgaban el cartel de “sold out” días antes de su cita con la audiencia de la capital catalana en la Sala Salamandra. No fue una sorpresa, la banda tiene un fuerte arraigo por aquí, y por si su sola presencia no fuera atractivo suficiente para movilizar al personal contarían además con el apoyo de los speed/thrashers portugueses Toxikull.
No iba a ser tarea fácil abrir para unos Angelus Apatrida que posiblemente estén en su mejor momento, pero los portugueses Toxikull llegaban dispuestos a hacerse notar e intentar sacar una buena tajada en forma de nuevos seguidores, ya que su speed thrash, sin duda, puede ser muy del agrado para muchos de los seguidores del combo albaceteño. El marco no podía ser mejor: un recinto prácticamente lleno, repleto de hambrientos thrashers que se dejaron arrastrar por la potencia y la tenacidad de un cuarteto que aprovechó la ocasión para desgranar algunos de los singles que han ido publicando en los últimos tiempos y que conforman su último lanzamiento en formato EP: “Warriors Collection”.
Dispuestos a no hacer prisioneros y arropados por una buena representación de ruidosos paisanos que se dejaron notar, el cuarteto de Cascais arrancó su descarga de forma intachable dando un puñetazo sobre la mesa con una fulgurante descarga como es “Sacred Whip”, dando argumentos a los que poblaban las primeras filas para que fueran entrando en calor para afrontar lo que todavía estaba por venir. Con las presentaciones hechas la banda daría un giro a su sonido para tornarse algo más oscura, proponiéndonos los pegadizos coros de “Nascida No Cemitério”, que con esos toques de heavy metal ochentero se convirtió en la excusa perfecta para que todos levantáramos los puños.
Me gustó mucho como los portugueses supieron conectar con un público que se implicó de lleno en su descarga, sabiendo apreciar los aromas más hard roqueros que la banda insufló a temas como “I Will Rock Again”, con la que levantaban mínimamente el pie del acelerador para hacernos cantar ese hímnico estribillo que sonó como toda una declaración de intenciones. El toque más siniestro y ceremonial de la breve “The Revival”, serviría para hacernos cambiar el chip mientras el cuarteto se preparaba para volver a pisar el acelerador al máximo y asestarnos una dentellada mortal con la implacable “Rising Dust”.
Aunque el combo luso estaba gustando y convenciendo, se notaba que muchos de los presentes no estaban todavía familiarizados con sus composiciones, así que mejor forma de enganchar al personal que regalarnos una fantástica versión del mítico “Killed By Death”, que hizo que la temperatura subiera en la sala. Tras ese fulgurante arranque con el personal ensañando el dedo corazón, la hermandad metalera saldría a relucir a lo largo de “Metal Defender”. Para dejar que el colofón definitivo para su escueta y explosiva actuación corriera por cuenta del incendiario tema que prestó título a su obra de 2019 “Cursed And Punished”.
He de reconocer que era de los que tenía muchas ganas de comprobar como sonaban Toxikull en directo, y lo cierto es que el combo luso hizo honor a la fama que le precedía. Potencia, velocidad, melodía y estribillos altamente coreables sirvieron para que el cuarteto consiguiera caldear convenientemente el ambiente antes del desembarco del combo albaceteño.
Pocas bandas nacionales hay que puedan presumir a día de hoy de llenar un recinto como el Salamandra, con capacidad para unas 800 personas, y anunciarlo más de una semana antes de que llegue la cita. Hace mucho tiempo que Angelus Apatrida son uno de nuestros principales embajadores si hablamos de metal a nivel internacional. Lo suyo no ha sido un pelotazo de un día para otro. Les hemos visto crecer y consolidarse, compartir giras con nombres míticos del thrash metal americano, realizar periplos con las bandas más prometedoras del panorama europeo, y siempre les hemos visto salir victoriosos y reforzados. Precisamente, estos conciertos que sirven para cerrar la exitosa gira de presentación de su último trabajo homónimo han servido para dejar claro, y aunque pueda parecer redundante, que Angelus Apatrida están viviendo su mejor momento como banda.
Está claro que los albaceteños no se iban a amilanar ante la estampa de un Salamandra repleto de seguidores. Es más Guillermo, Davish, José y Victor irrumpieron en escena con la garra y la visceralidad a la que nos tienen acostumbrados, haciendo que los devastadores riffs del abrasivo “Indoctrinate” sirvieran para darnos la bienvenida a una descarga que iba a estar repleta de emociones fuertes. Y es que la conexión entre el cuarteto y sus seguidores ha sido siempre algo especial, tal y como quedó patente con la explosión de euforia de las primeras filas cuando los más devotos se percataron de que la siguiente en sonar iba a ser nada más y nada menos que “Bleed The Crown”.
Absolutamente imparables, con tan sólo dos trallazos de nuevo cuño Angelus Apatrida habían conseguido poner la sala literalmente patas arriba. Pero todos sabíamos que la descarga acababa de empezar y que sin duda lo mejor estaba aún por llegar. Tocaba empezar a mirar al pasado. Así que tras saludar al personal la banda hizo escala en su anterior “Cabaret De La Guillotine”, para brindarnos “All Of Us”, que nos dejaba con Guillermo y Davish batiéndose en un trepidante duelo mientras la sección rítmica se encargaba de apuntalar el tema con una rotundidad que hizo vibrar intensamente los cimientos del local. Pero sin duda el primer gran momento de la velada llegó con la brutalidad que la banda desplegó durante el infalible “Vomitive”, con Guillermo cantando la primera estrofa para después callarse y abrir los brazos en jarra para invitar al personal a que vociferara el título del tema.
La velocidad, la agresividad, y en definitiva la caña thrashera, son rasgos indiscutibles en la propuesta de Angelus Apatrida. Sin embargo, si algo han demostrado los manchegos a lo largo de todos estos años es que no cierran las puertas a las buenas melodías guitarreras, y una buena muestra llegó con la combinación de velocidad trepidante y estribillos coreables durante “Of Men And Tyrants” y, como no, con el fantástico y recuperado para la ocasión “Hidden Evolution” que servía para dar cancha a esas melodías netamente heavy metaleras. El retorno sobre su material más reciente llegó con otra de las que seguro se va a quedar como fija en sus repertorios de cara a los próximos años: “Childhood’s End”.
Otro de los aspectos que ha marcado la carrera del combo manchego es lo combativo y afilado de sus letras. De modo que no podía faltar la incisiva y por momentos épica “Downfall Of The Nation” ni la explícita “Violent Down”, que fue el primer guiño que se permitieron a su aclamado “The Call”. Evidentemente no tampoco faltó la camadería y el buen rollo personificado en los agradecimientos por haber agotado las entradas en estos shows de fin de gira. Pero que nadie piense que el cuarteto se iba a relajar, de modo que la maquinaria volvería a rugir intensamente durante “We Stand Alone”.
Nunca lo han ocultado, Pantera siempre fueron uno de sus grandes referentes. Así que en una época en la que la banda de los hermanos Abbott vuelve a estar de plena actualidad no podía faltar el guiño a “Strength Beyond Strength”, para acto seguido dar rienda suelta a su faceta más speedica con la volatil “Serpents On Parade”. El regalo para sus seguidores más veteranos y leales , aquellos que les han acompañado desde el inicio llegaría con el tándem que conformaron el mítico “Give ‘Em War”, y la primeriza “Versus The World”, provocando la algarabía generalizada de un público que hacia rato que se había rendido ante la apabullante demostración de furia thrashera de los manchegos.
Para encarar la recta final del show que mejor que volver a hacer rugir al personal con el tema que abría su anterior redondo “Sharpen The Guillotine”. Otra de las que regresó al setlist para estos bolos de final de gira para alegría, nuevamente, de sus seguidores más veteranos fue esa declaración de intenciones que lleva por título “Thrash Attack”. No estaban los albaceteños dispuestos a mostrar ningún tipo de miramiento, así que las guitarras seguirían volándonos la cabeza invitándonos a cantar con el puño en alto el estribillo de “You Are Next”, mientras a más de uno se nos escapaba una sonrisa al recordar su divertido y original vídeo-clíp. El colofón definitivo, la guinda para la fantástica descarga de los albaceteños, corrió por cuenta de ese cover que tantas veces les hemos visto tocar y que bordan cada vez que atacan “Domination” de sus adorados Pantera.
Fue una noche redonda. Otra noche para recordar, y van unas cuantas en Barcelona, de unos Angelus Apatrida que como el buen vino mejoran año a año. Y lo mejor es que viendo su trayectoria creo que todavía no han tocado techo. Veremos que nos depara el futuro, pero actualmente el thrash metal nacional tiene unos líderes indiscutibles y son: Angelus Apatrida.
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