Sobreponiéndose a las adversidades y a las cancelaciones de última hora la Associació Cultural Metalcova acabó redondeando un cartel atractivo, que finalmente estuvo encabezado por los míticos Trance quienes desde tierras germanas regresaban a la Sala Bóveda de la Ciudad Condal para repasar su longeva trayectoria, amén de presentarnos algún corte de su más reciente entrega discográfica “Metal Forces”. Justo antes de que tomaran el escenario tendríamos ocasión de disfrutar, y mucho, con la descarga de unos Alien Force que gustaron y nos hicieron entonar sus coreables estribillos para acabar redondeando una descarga que hizo disfrutar tanto al público como a los propios músicos que no pararon de agradecer la respuesta de un personal que se mostró totalmente entregado.
Para representar a la escena nacional contaríamos con la presencia de Nigromante, quienes se unieron al cartel en el último momento para suplir la baja de los italianos Dark Quarterer. Y aunque el trío nos brindó un show de lo más compacto y convincente, lo cierto es que les costó ganarse la atención de un respetable al que le costó entrar en una descarga que fue claramente de menos a más. Mientras que los elegidos para romper el hielo y dar el pistoletazo de salida a esta particular tarde/noche de sábado fueron la banda más joven, con diferencia, que conformaba el cartel de esta XIII edición del Metalcova Fest: los austriacos Venator.
Sin duda, dejando a un lado la labor de los músicos y la calidad del material que interpretaron en directo, lo mejor de la velada fue el público que casi completó el aforo de la sala Bóveda, ya desde primera hora de la tarde. Así que cuando un servidor accedió al recinto los chicos de Venator estaban ya dando caña sobre el escenario. Ataviados al estilo de los ochenta, con elásticos, camisetas sin mangas, bigotes, melenas con flequillo…., los austriacos dejaron claro en todo momento su decidida apuesta por el heavy metal de corte tradicional gracias al doble ataque guitarrero que nos brindaron en temas como “Seventh Seal”.
El headbanging, los puños en alto, y una audiencia que se entregó al máximo fueron una constante a lo largo de la descarga del combo austriaco, con lo que la comunión con el respetable fue total a la hora de sumarnos a los pegadizos estribillos que marcaron esa épica cabalgada titulada “Nightrider”. Como no podía ser de otra forma su repertorio se centró en las composiciones de su debut “Echoes From The Gutter”, que vio la luz a principios de este mismo año, con lo que no faltaron cortes como “The Rising”, o los destellos speed metaleros de la acelerada “Manic Man”, que significaba la excusa perfecta para que el personal ejercitara las cervicales mientras su frontman, Johannes Huemer, se erigía como el perfecto maestro de ceremonias.
Tampoco faltaría algún guiño hacia tesituras más netamente hard rockeras dando buena cuenta del tempo menos speedico aunque igualmente vacilón del tema que cierra su debut, “Streets Of Gold”. Pero sin duda uno de los momentos de la noche llegaría con la vibrante recta final que se marcaron con “The Hexx”. En definitiva muy buena descarga de unos Venator que gustaron y que supieron conectar con un público que no paró de animar y cantar sus temas.
Los siguientes en ganar las tablas del escenario de la sala Bóveda fueron Nigromante quienes no sólo llegaban para cubrir la baja de última hora de Dark Quarterer, sino que a la postre se erigieron como los representantes de nuestra escena en este Metalcova Fest XIII. El trío madrileño está compuesto por viejos conocidos, ya que entre sus miembros encontramos a músicos de Rancor, Hitten, Steel Horse..., y desarolló una propuesta muy diferente a la que nos brindaron Venator, ya que su heavy metal crudo, áspero, repleto de elementos ocultistas, y aguerrido costó de calar entre una audiencia que les acogió con los brazos abiertos pero a la que le costó entrar en el show. De hecho durante la primera mitad de su presentación hubo menos gente, pero afortunadamente la cosa poco a poco fue mejorando.
Tras el vendaval que supuso la descarga de Venator, la puesta en escena y las propias formas que exhibieron Nigromante fueron mucho más sobrias dando el pistoletazo de salida con toda una declaración de intenciones como fue “Heavy Metal Age”, que con sus riffs monolíticos y su aplastante sección rítmica se convirtió en la mejor carta de presentación para quienes todavía no les conocían. Evidentemente, como ya he comentado, durante su descarga no hubo tanto headbanging, pero eso no quiere decir que el trío hiciera un mal show, ni mucho menos, sino que temas como “The Oath”, guardan más conexión con bandas como Mercyful Fate que con las frenéticas cabalgadas de los primerizos Iron Maiden.
De entre los temas que descargaron de su más reciente entrega discográfica “Summon The Devil”, que puso fin a un largo silencio discográfico, sin duda me quedaría con la mordaz crítica antibelicista contenida en “Die On A Lié”, que con su oscuro riff conseguía conectar con las primeras filas. No abandonarían esa senda mas oscura, y es que el trío bordearía las fronteras del doom durante la monolítica “Stonehenge”. Mientras que la elegida para volver a hacer escala en las composiciones de su ópera prima “Black Magic Night”, fue la mistérica “In Nomine Pater”.
El registro rasgado de Choco junto a ese innegable toque épico acabarían provocando que “Mind Demons” fuera la responsable de alzar un puñado de puños que apuntaron al techo, -casi a modo de invocación-, cada vez que el trío encaraba su arrollador estribillo. Con el personal coreando el nombre de la Associació, y tras presentarnos a los miembros de la banda, era un buen momento para cambiar de registro y adentrarnos de lleno en la voracidad metalera contenida en “Satan Death Squad”, que apostando por un tempo más rápido se acabó convirtiendo en el preámbulo perfecto para “The War Of All”.
Por si alguien no había encuadrado todavía las preferencias y las influencias del trío madrileño, la primera de las versiones que interpretaron fue una convincente “The Riddle Master”, que les servía para rendir pleitesía a los americanos Manila Road y recabar el efusivo respaldo del respetable. Encarando la recta final del show tampoco faltó el recuerdo a los grandes ausentes de la velada Dark Quarterer, antes de adentrarnos en las brumosas ambientaciones del tema que prestaba título a su primer largo “Black Magic Night”.
Su vertiente más oscura y ritualista quedaría plasmada en las oscuras invocaciones contenidas en “Summon The Devil (Tritonus)”, con las primeras filas levantando los cuernos al aire siguiendo las indicaciones de Choco. Mientras que la escogida para ponernos a todos a cantar a la vez que tributaban homenaje a otra de sus máximos referentes fue la siempre divertida “Heavy Metal Manía”, de los escoceses Holocaust. Aunque Nigromante no lo tuvieron fácil, -las circunstancias previas a su descarga no fueron las más favorables-, lo cierto es que a base de trabajo consiguieron ganarse a un personal que empezó el show algo frío pero que acabó implicado gracias al buen hacer del trío madrileño.
Historias como la de Alien Force se han convertido en recurrentes en los últimos años. Bandas que en su momento, mediados de la década de los ochenta, consiguieron asomar tímidamente la cabeza dentro de la escena europea del hard & heavy pero que no lograron afianzar su posición, y que regresan después de muchos años para ofrecer a sus seguidores de entonces, y a los que les han descubierto gracias a las nuevas tecnologías, unas excelentes sesiones cargadas de fuerza, veteranía y sobre todo buen heavy metal clásico. Además de ofrecernos un repertorio cargado de los mejores temas de sus trabajos ochenteros “Hell And High Water” y “Pain And Pleusure” el combo danés aprovechó su paso por tierras catalanas para presentar alguna composición de su más reciente entrega “We Meet Again”, que publicaron a finales del pasado año.
Me sorprendió mucho, y creo que a ellos también, la cálida acogida de que disfrutaron. Y es que desde que abrieron fuego con la rotunda pegada de “Throught The Gates Of Hell”, la conexión con el público fue absoluta. Sonaron potentes, marchosos, y derrocharon buen rollo y simpatía. Y es que en más de una ocasión pudimos ver como su frontman, Peter Svale Andersen, con una sonrisa de oreja a oreja dibujada en el rostro, sacaba su teléfono para grabar la efusiva reacción del público, como sucedió cuando tras darnos las buenas noches anunció que había llegado el momento de “To You”, que con ese clásico juego de guitarras gemelas fue la escogida para realizar una primera incursión en su ópera prima.
Como era previsible la mayoría del repertorio estuvo centrado en las composiciones de “Hell And High Water”, así que los riffs de esencia “Priest” fueron una constante a lo largo de todo el show para dar forma a temas como el celebrado “Night Of Glory”, que nos dejaba a la gente coreando el estribillo ante la cara de satisfacción del tándem Svale/Rasmussen. Tras agradecernos nuestra presencia Peter Svale sacó un papel para agradecer la entrega del personal en castellano para posteriormente centrar su objetivo sobre el material más reciente y atacar “Rebellions”, que nos dejaba con la exhibición del frontman a la hora de encarar sus melodías vocales para acabar recabando una cerrada ovación.
Algo menos heavymetalera, para escorarse hacia terrenos hard roqueros, sonó la vacilona “I’m Back” que hacía que el personal cambiara el headbanging por mover los pies mientras levantaba los puños para entonar su pegadizo y directo estribillo. Uno de los momentos álgidos de la descarga del combo danés llegaría durante la primeriza “Get It Out”, que fue una de las elegidas para invitar a cantar a un público que se entregó al máximo mientras los músicos volvían a sacar sus teléfonos para inmortalizar el momento. El segundo de los cortes de nuevo cuño que interpretaron fue el vertiginoso “Sceptical Feeling”, dejando patente que el paso del tiempo no ha mermado su olfato a la hora de mezclar riffs efectivos, buenos estribillos y pasajes altamente melódicos.
Los aromas netamente ochenteros que impregnaron toda la descarga de Alien Force volverían a dejarse notar con fuerza a lo largo de los desarrollos del tema que prestaba título a su segundo largo “Pain And Pleasure”, que con su ritmo reptante nos volvía a traernos al recuerdo algunos de los grandes nombres de la escena europea de mediados de esa década. Mucho más directa y socarrona sonó “Nervous”, con la que volvían a mirar a las composiciones de su debut para poner al público a acompañar con palmas mientras se reivindicaban, una vez más, como parte de la escena “old school”.
El broche de oro para la fantástica descarga de Alien Force corrió por cuenta del hímnico e imprescindible “Hell And High Water”, que ponía por enésima vez al personal a bailar y cantar con ellos. Sin duda fue una grata sorpresa. Me encantó ver en directo a Alien Force y comprobar que la combinación de riffs clásicos, estribillos altamente coreables y una actitud fiestera y desenfadada sigue siendo clave para conectar con el público del heavy metal en pleno XXI. Y es que hay cosas que nunca cambian.
Para rubricar esta velada dedicada al heavy metal clásico y de corte tradicional contaríamos con la presencia de una banda pionera dentro de la escena alemana como son Trance, quienes dieron sus primeros pasos a finales de la década de los 70 y quienes a día de hoy siguen contando en sus filas con dos de sus miembros clásicos: el guitarrista Markus Berger y el bajista Thomas Klein. Al igual que ya sucediera en su anterior visita acompañando a la leyenda canadiense Anvil este mismo recinto, contarían como frontman con el vocalista Nick Holleman, con el que publicaron a mediados del pasado año “Metal Forces”. Y es que fue precisamente el vocalista de Breda quien se acabó convirtiendo en el indiscutible protagonista de la descarga, ya que brilló intensamente como vocalista, afrontando de forma solvente sus altísimas tonalidades agudas, y también como frontman, ya que se movió intensamente por todo el escenario para convertirse en el perfecto nexo de unión entre la banda y sus seguidores.
No lo iban a tener nada fácil Trance, ya que Alien Force dejaron las espadas en todo lo alto. Así que los germanos, que actualmente completan su alineación con el guitarrista Kalli Coldsmith y el batería de Manila Road: Neudi, tuvieron que ponerse las pilas y salir a por todas, y eso como comentaba anteriormente se notó en la entrega y la intensidad que imprimió un hiperactivo Nick Holleman desde que dieron el pistoletazo de salida al show con “Heavy Metal Queen”. Al igual que sucediera durante la descarga de Alien Force el grueso del repertorio del combo germano se centró en sus primeros lanzamientos, así que no faltaron los riffs rotundos y certeros que protagonizaron piezas como “Sensation”.
Comandados por un Nick Holleman totalmente desatado el quinteto nos propuso un demoledor “We Are The Revolution”, que se convirtió en la excusa perfecta para que su incombustible frontman dividiera la audiencia en dos antes de hacernos cantar el apabullante coro de su aplastante estribillo. Precisamente. Holleman se gustaría durante la presentación de “Break Out” aguantando la nota hasta que el resto de sus compañeros arrancaron el tema que se cerró con Mr. Berger exprimiendo al máximo su flecha blanca. Nuestro recorrido por el material más clásico del quinteto no se detuvo ya que la siguiente en hacer acto de presencia ante unos seguidores cada vez más animados y efusivos fue “Confession”, que nos seducía con ese final cargado de genuina épica metalera.
En una de las charlas de la velada Mr. Holleman nos comentó que en nuestra ciudad hacia muy buena temperatura, y que cuando salió de su casa en Holanda había nieve por todos lados. Sea como fuera, la temperatura en el local estaba cada vez más caldeada, y la prueba palpable fue ver la eufórica reacción de unas primeras filas que acompañaron con palmas el arranque de otra de las imprescindibles en sus directos, “Burn The Ice”. Sin embargo, los germanos tampoco quisieron dejar pasar la ocasión de repasar algún tema de los que han facturado en el presente milenio, así que como representante de su última entrega discográfica confiaron en el corte que le presta título “Metal Forces”, que arrancaba con el desafío que nos lanzaba el vocalista de que la próxima vez que vinieran a la Ciudad Condal todos la coreáramos con ellos.
Una nueva mirada al pasado, concretamente al material de su segundo largo “Power Infusion”, serviría como excusa para rememorar la implacable “Rockstar”. El contraste entre el pasado y el presente de Trance quedaría plasmado cuando la banda se embarcó de lleno en “Troublemaker”. Acto seguido sería la implacable sección rítmica,- que conformaron el tándem Klein/Neudi-, la que se encargó de marcar inexorablemente el paso para invitarnos a entrar de lleno en la punzante “Break The Chains”. Aún más atrás en el tiempo nos invitarían a viajar durante la apabullante “Loser”, que se zanjaba con la entrega máxima del personal ante una banda completamente desatada.
Fue justo antes de encarar la recta final del show cuando el frontman nos presentó al guitarrista y productor de su último largo Kalli Coldsmith para posteriormente asestarnos el letal impacto que supuso “Shock Power” para poner el punto y seguido a la velada. No tardarían en regresar sobre las tablas para rematar la velada, ya que agasajados por los efusivos cánticos del personal el quinteto regresó para dar buena cuenta de la hímnica “Live & Heavy”, con un final épico, con la gente completamente entregada, y con incluso algún espontáneo saltando desde el escenario para echar el cierre a otra noche para el recuerdo dentro de la ya dilatada historia de la Associació Metalcova. Sinónimo de autenticidad, buen rollo y mejor heavy metal ,esta la mejor forma de resumir lo que dio de sí está XIII edición del Metalcova Fest.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ ESPADA
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