Todo, absolutamente todo, lo que gira en torno a The Evil evoca oscuridad, misterio y maldad. Y no lo digo únicamente por el apelativo de la formación brasileña, la misteriosa identidad de sus componentes, ni al propio título de su segundo largo: “Seven Acts To Apovalypse”, que por cierto viene acompañado de una fantástica portada que evoca a la obra de artistas como El Bosco, sino por que su música es una vedada invitación a descender a los infiernos. Pero ojo, no te equivoques porque en su propuesta no vas a encontrar registros guturales, sino que vas de poderte deleitar con la amplia gama de registros vocales que nos ofrece su vocalista Mistress Wournous para dar forma a una colección de composiciones que musicalmente podríamos encuadrar como cercanas al doom metal, pero en las que son claramente perceptibles las influencias de bandas míticas e iniciáticas del estilo como Black Sabbath, Pentagram o Bedemon.
Una vez puntualizadas estas premisas cabe mencionar que todo el material está tiznado de esa maléfica pátina de oscuridad que hace que sus composiciones resulten tremendamente atractivas, ya que pese a tener todas ellas una marcada personalidad, están repletas de matices y elementos diferenciales que hacen que cada una de ellas suene diferente, algo poco habitual en los trabajos del estilo, y que a la postre propicia que la escucha de esta segunda entrega del combo de Minas Gerais sea de lo más amena y agradable.
Como no podía ser de otra forma el disco se abre de forma sosegada pero inquietante, con el rubor del viento y el sonido del bajo dando paso a un riff rotundo, muy marcado, -de clara influencia Iommi-, para que rápidamente el registro de Mistress Wournous nos tome del brazo para iniciar nuestro descenso hasta el averno. De forma comedida, sin grandes aspavientos, pero tremendamente efectiva el cuarteto nos irá embaucando hasta hacernos prisioneros de “Envy”, condenándonos a disfrutar con sus constantes cambios de registro vocal mientras el impasible riff se clava en nuestras cabezas y es apuntalado por una sección rítmica rotunda y sin grandes alardes, pero que suena absolutamente demoledora, especialmente durante el transcurso de ese pasaje intermedio más experimental, en el que el lento ritmo se tornará más decadente y cadencioso para dar cobertura a los registros líricos de la vocalista. Aproximándonos a tesituras más hipnóticas, pero a la vez maléficas, con una sucesión de carcajadas demoniacas junto a un riff circular, suena “Pride”, volviéndose a apoyar en una guitarra pétrea y cadenciosa que acabará provocando sensaciones de angustia en el oyente hasta conducirnos sobre una apocalíptica recta final.
Ya lo comenté anteriormente, si algo llama la atención en esta segunda entrega del combo brasileño es su variedad. Así que pese al colchón instrumental del tema, “Greed” sigue sonando igual de oscuro y aterrador que cualquiera de las pistas anteriores, aunque en esta ocasión algunas de sus líneas vocales suenen algo más accesibles. Pese a ello, esa percepción será tan solo un espejismo, ya que durante la segunda mitad del corte esos registros se irán alternando con pasajes cuasi ritualistas y con las tonalidades más agudas de la vocalista. Rompiendo el ritmo que hasta este momento había llevado el disco, y sobreponiéndose a su cadencioso arranque, suena “Sloth”, con una dinámica más netamente heavy, comandada por un ritmo algo más vivaz junto a unas líneas vocales más convencionales durante la primera mitad del corte, para acabar reincidiendo en las voces líricas en la parte final del tema junto a unos inquietantes colchones de teclados que otorgan al tema una ambientación más etérea y atmosférica.
Nuevamente la influencia de los primeros Black Sabbath se dejará notar con fuerza durante los compases iniciales de “Lust”, que posee un feeling seductor, evocador e inquietante a partes iguales, gracias en gran medida a la interpretación de Mistress Wournous, para dejar que el tema poco a poco se vaya desarrollando para acabar abocándonos sobre unos riffs cada vez más pesados y protagonistas que a la postre se convertirán en los indiscutibles protagonistas, invitándonos a reptar hasta el abismo de la perdición. A estas alturas habrás podido comprobar que una de las grandes bazas de la propuesta del combo brasileño es explotar al máximo, las dotes interpretativas de Mistress Wournous, consiguiendo que cada tema tenga una orientación especial. De modo que será durante “Voracity”, cuando combinen de forma más descarada y, desde mi punto de vista, acertada la vertiente doom/Sabbath con la magnificencia y elegancia operística para dar forma a un corte que suena frío, oscuro, tenebroso y maligno.
Para cerrar el álbum “The Evil” recurren a la aplastante voracidad de “Wrath”, que caerá a plomo sobre nuestras cabezas para ratificar que la humanidad ha acabado sucumbiendo a sus bajos instintos y víctima de los siete pecados capitales, rubricando así ese final inminente que acabará con nuestras almas quemándose en el infierno. He de reconocer que me ha sorprendido muy gratamente la propuesta de The Evil, así como la calidad y originalidad de este “Seven Acts To Apocalypse”. Los brasileños que capitanea el Ex-Sarcofago Wagner Antichrist no son una banda con una propuesta convencional, ni de fácil escucha. Pero os aseguro que si invertís tiempo en adentraros en su música acabareis cayendo en sus redes y probablemente acabéis siendo pasto de las llamas en el infierno.
DISCOGRAFICA:OSMOSE PRODUCTIONS
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