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sábado, 27 de mayo de 2023

RIOT V+REDSHARK-SALAMANDRA-L´HOSPITALET-BCN-19-MAY-2023


El tiempo acaba poniendo las cosas en su sitio. Echando la vista atrás resulta incuestionable que Riot son un nombre imprescindible al hablar tanto de la evolución del hard rock y el heavy metal como de la propia escena metálica americana. Sobreponiéndose a los cambios de formación y a la fatídica pérdida de Mark Reale, la perseverancia y la determinación por darle continuidad a una carrera que se inició a mediados de la década de los setenta ha servido para que la formación que actualmente capitanean el guitarrista Mike Flyntz y el simpático bajista Don Van Stavern, -aunque en los últimos años se hayan transformado en Riot V-,haya acabado ocupando el lugar que sin duda se merecen.

En esta ocasión la formación neoyorquina no traía un nuevo trabajo de estudio de presentar, -su última referencia “Armor Of Light”, data de 2018-. Pese a ello, viendo la respuesta de un público que prácticamente acabó llenando la sala Salamandra queda claro que había muchas ganas de volver a ver a la banda en directo. Además para ejercer como anfitriones y ser los encargados de dar el pistoletazo de salida a una velada de buen heavy metal contaríamos con la presencia de Redshark, quienes aprovecharon la ocasión para repasar algunos de los mejores cortes de su fantástico “Digital Race”.


Philip Graves y sus muchachos tocaban en casa, así que salieron dispuestos a arrasar con todo a su paso. Sonando compactos, duros y derrochando actitud y entrega la banda supo aprovechar al máximo su tiempo para convencer, -una vez más-, a los que ya les conocíamos de antes, y para conquistar a aquellos que era la primera que vez los veían. Con ese zarpazo rotundo y certero que abre su primer largo y que lleva por título “The Drill State”, el quinteto irrumpía en escena reivindicándose como uno de los nuevos valores de la escena catalana y nacional. Sin complejos, y demostrando que poseen calidad y tablas para mirar de tú a tú a cualquier banda extranjera, “Never Too Late” serviría para dejar constancia de la calidad de su vocalista: Pau Correas, que sigue mejorando y creciendo como frontman.

Pero si algo destaca dentro de la familia Redshark es que suenan como una máquina perfectamente engrasada de facturar heavy metal. Además, la conexión con el personal fue patente cuando gran parte de los presentes levantamos los puños al aire para culminar el estribillo del tema que presta título a “Digital Race”. Otro detalle a destacar fue la puesta en escena de los catalanes, con proyección trasera de su álbum y con los miembros de la banda bien enfundados en elásticos y cuero, tal y como mandan los cánones del estilo que practican.

Tras felicitar a su batería, Eric Martinez, que estaba de cumpleaños, tocaba seguir repartiendo estopa de la buena, y para ello que mejor que darnos argumentos para castigar nuestras cervicales con esa tormenta sonico que lleva por título “Burn Your Flag”, que les servía para hacer una primera incursión en el material de su EP “Evil Realm”. Pero que nadie piense que Redshark se olvidaron de dar cabida a su vertiente más melódica, ya que en su repertorio no faltaron piezas como “Burning Angels”. Aunque, sin duda, los momentos más vibrantes de la descarga de Redshark llegaron cuando la banda hizo gala de su visceral pegada dando buena cuenta de trallazos incontestables como “Kill Your Idol”.

Con el respetable pasandolo en grande, y en perfecta armonía con unos músicos a los que se les notaba que estaban disfrutando al máximo, tocaba encarar la recta final del show recurriendo a los explosivos cambios de ritmo de “Mars Recall”. La intensidad y el ritmo bombardeante acabarían convirtiendo la hímnica “I’ m Falling” en otro de los momentos álgidos del show, con su frontman buscando la respuesta de las primeras filas cada vez que atacaba su fantástico estribillo. Mientras que la rúbrica definitiva corrió por cuenta del segundo y último recuerdo que se permitieron a su EP de 2019, un acelerado e impactante “Stronger Than Ever”. Lo dicho, Redshark volvieron a demostrar que sobre el escenario son una máquina imparable de facturar buen heavy metal, pudiendo ratificar las fantásticas sensaciones que dejan en el oyente tras escuchar ese apabullante “Digital Race”. En resumen, las oportunidades están para aprovecharlas, y uno no tiene todos los días la ocasión de tocar junto a una banda con la historia y el prestigio de Riot V. Sin embargo, Redshark salieron victoriosos del reto.

Aunque ya pudimos disfrutar de un ambiente bastante animado y concurrido en la sala durante la descarga de Redshark, lo cierto es que unos minutos antes de que arrancara la descarga de Riot V el recinto parecía algo más concurrido. Y es que siempre resulta gratificante volver a disfrutar en directo de una banda que atesora en su catálogo tantos clásicos dentro del hard rock y el heavy metal como el combo americano. Sin embargo, en esta ocasión los neoyorquinos llegaban con un cambio en su formación habitual, ya que para suplir al convaleciente Nick Lee contaron con el concurso del guitarrista Jonathan Reinheimer. En cualquier caso, eso no condicionó la descarga de unos Riot V que gustaron y convencieron.

Recibidos con efusividad por sus incondicionales el quinteto no tuvo ninguna clase de dificultad para conectar con un público que se mostró predispuesto a corear esos estribillos que se han convertido en himnos para varias generaciones de metaleros. Y es que el repertorio escogido fue muy variado, demostrando la versatilidad de una formación que a lo largo de los años ha mostrado su capacidad para mutar y evolucionar con los tiempos, aunque sin traicionarse nunca y manteniéndose siempre fiel a sus raíces.

Indiscutiblemente una de las claves del auge de Riot V es la solvencia de su fornido frontman Todd Michael Hall, quien es capaz de afrontar temas de cualquier etapa de la formación de forma solvente. Arrancaron la descarga con una apuesta segura como “Fight Or Fall”, levantando la moral del personal y los puños de los más devotos, pese a que en estos compases iniciales les faltó un poco de potencia a las guitarras. Tras darnos la bienvenida el quinteto seguiría mirando al pasado, haciéndonos centrar nuestro objetivo sobre lo que fue la obra que abría su producción noventera, “The Privilege Of Power”, del que desgranaron “On Your Knees”.

Habiendo calentado motores con dos clásicos tocaba brindarnos el primer guiño a lo que está siendo la actual etapa de la banda, así que la excusa para que todos aunáramos nuestras voces llegó con “Victory”, que nos dejaba al extrovertido bajista animando al personal mientras Todd Michael se apartaba a un lado del escenario durante los pasajes instrumentales cediendo el protagonismo a sus compañeros. La comunión entre los americanos y sus seguidores iría en aumento durante “Fire Down Under” y la hímnica “Flight Of The Warrior”, que era la elegida para regresar sobre el material del mítico “Thundersteel”, mientras el personal levantaba orgulloso sus cuernos al aire antes de tributar a la banda una cerrada ovación.

Una nueva incursión sobre “Unleash The Fire”, su trabajo de 2014 que marcó el debut en estudio de Todd Michael Hall, se encargó de traernos de vuelta la épica “Bring The Hammer Down”. Mientras que para volver a cantar a la vez que hacíamos headbanging nos propusieron otra de las imprescindibles en su carrera como es la melódica y coreable “Johnny’ s Back”. No abandonarían los cortes contenidos en su “masterpiece” de 1988, ya que igual que sucede en el álbum la siguiente en sonar fue “Bloodstreets”, que arrancaba de forma lenta para poco a poco ir ganando intensidad gracias a la soberana interpretación de un frontman que se aferró fuertemente a su pie de micro mientras exprimía al máximo sus cuerdas vocales antes de ese brutal desarrollo cargado de elegancia y épica guitarrera.

La vena más netamente hard roquera del combo americano, con esos jugoso guiño a bandas como U.F.O. en el riff principal de “Take Me Back”, servirían para cambiar la dinámica del show, dando argumentos a los más marchosos para menear los pies siguiendo su contagioso ritmo. Sin embargo, no tardarían mucho en volver sobre los derroteros más netamente heavy metaleros, dándole una marcha más al show con la demoledora “Angel´s Thunder, Devil´s Reign”, de su más reciente “Armor Of Light”, con Todd marcándose otra exhibición vocal para deleite de su parroquia de incondicionales.

Como si de un viaje en el tiempo, o por la propia historia del hard & heavy, se tratase Riot V nos invitaban a mirar a sus primeros tiempos, a la segunda mitad de la década de los setenta, para volver a saborear su primigenia esencia con el tema que cerraba la primera cara de su ópera prima: “Overdrive”. Una vez más, sería el simpático Don Van Stavern , ataviado con su inseparable gorra, quien se encargó de proponer un brindis al respetable durante los prolegómenos de “Black Leather And Glittering Steel”, con las guitarras nuevamente sonando como cuchillas para recordarnos la importancia que en su momento tuvo, tanto para la propia banda como para sus seguidores, un disco como “The Privilege Of Power”. No abandonarían la década de los noventa ya que acto seguido tocaría hacer escala en el primer trabajo que grabaron con Michael DiMeo a las voces y que marcó también el debut del guitarrista Mike Flyntz, “Nightbreaker”, del que rescataron “Magic Maker”.

El personal volvería a alzar los puños para corear junto a la banda otro de esos estribillos absolutamente ganadores, en esta ocasión el del hard roquero “You Burn In Me”. Como suele ser habitual en todas las descargas de los neoyorquinos “Swords & Tequila” fue la responsable de que se desmadrara la cosa,- tanto encima como abajo del escenario-, convirtiendo el recinto en una auténtica fiesta para poner el perfecto punto y seguido a la velada.

Para su regreso sobre las tablas el frontmsn apareció con el torso desnudó para incidir nuevamente en la producción setentera de la banda dando cancha al infalible “Warrior”. Ante una sala absolutamente entregada tocaba hacer que el personal siguiera cantando, y para ello que mejor que el icónico “Thundersteel”, que ponía el recinto literalmente patas arriba. Con el personal coreando el nombre de la formación, y tras un pequeño guiño al “The Number Of The Beast” de la Doncella tocaba encarar la recta final del show con “Sign Of The Crimson Storm”.

A estas alturas de la velada no había ningún tipo de dudas sobre el triunfo incontestable de Riot V en su nueva visita en la Ciudad Condal. Pero por si alguien aún no estaba suficientemente convencido la rúbrica definitiva la pusieron con un nuevo guiño a “Fire Down Under”, con “Outlaw”, para cerrar definitivamente por todo lo alto con la marchosa “Road Racin’”, extraída de su segundo largo: “Narita”. En definitiva, que Riot V continúan agrandando la leyenda de una banda que ha trascendido a diferentes generaciones, y que actualmente sigue facturando material de lo más potente y atractivo.



TEXTO:ALFONSO DIAZ

FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ

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