En cualquier caso, la banda se mostró muy enchufada musicalmente hablando, sonando rotundos, potentes y con esa esencia netamente noventera que tanto impregna su propuesta, y que se dejó notar con fuerza en temas como la inicial “Aliens”, que viene de su etapa anterior, y la desgarradora, -y ya mencionada,- “Try Not To Fall”. Desafortunadamente algunos problemas técnicos deslucieron un tanto los compases iniciales del show, quizás por ello me dio la sensación de que la banda estuvo excesivamente estática, muy pendiente de que todo sonara más o menos bien mientras se solucionaban los inoportunos problemas técnicos.
Pese a ello, la conexión con las primeras filas fue bastante buena, y es que temas cargados de mensaje y crítica como “Batec”, cuya letra gira en torno a la libertad sexual, gozaron de una muy buena acogida. Como comenté anteriormente la formación catalana presentaba novedades en su alineación, así que fue durante los compases iniciales de “Atreverme”, cuando pudimos apreciar la buena química que existe entre la sección rítmica que ahora conforman Llorenç Arbonés y Gon Tello.
Las estructuras pétreas, los riffs devastadores junto a las líneas más melódicas de Mireia servirían para crear una orientación más ambiental y envolvente para dar buena cuenta de “The Rage Of Generation”. Mientras que para el fin de fiesta definitiva se dejaron el que fue el primer single del que será su nuevo trabajo “Coure Rouent”, Salta”. Lo dicho, interesante descarga de unos Braindrag que no dejan de crecer y evolucionar, especialmente en los directos donde ahora han introducido algunos samplers que dan a su propuesta un toque más contemporáneo.
Tras la descarga de Braindrag, y una vez consumido el habitual receso, le llegaba el turno a lo que iba a ser el plato fuerte de la noche: el concierto de presentación de Elisa C. Martín y su banda. Y sí, no me quiero olvidar de mencionar al equipo que acompañó a la vocalista madrileña, y es que sobre las tablas Elisa contó con el apoyo de unos músicos contrastados y experimentados como son: los guitarristas Carles Salse y Jhonny Kerchief junto al tándem rítmico que conformaron el batería Abel Sequera y el bajista Dim.
Estaba claro, que con semejante equipo la cosa no podía salir mal. Pero es que aunque Elisa sea la capitana del barco, lo cierto es que en todo momento sonaron como una banda: con mucha garra, y no como el proyecto en solitario de un vocalista. Y es que esa fue la sensación que el quinteto transmitió desde que irrumpieron es escena para dar el pistoletazo de salida con toda una declaración de intenciones como fue “Carry On”. Con el cuchillo entre los dientes, dispuestos a no hacer prisioneros. Confiados, pero conscientes de que la cita de esta noche era un punto de inicio importante, Elisa y sus muchachos se mostraron fieros, compactos y aguerridos dejando que las melodías guitarreras y los coreables estribillos de “The Chosen One” sirvieran para calentar a un personal que parecía cada vez más entregado y animado.
Cercana en el trato con sus seguidores, Elisa se mostró en todo momento agradecida y muy ilusionada con lo que le tiene que reportar esta nueva etapa de su carrera, y es que temas cambiantes y a ritmo de uptempo como el oscuro “The Winner”, le dan una nueva orientación musical a su carrera. Pese a ello, Elisa no ha dejado aparcado su pasado, aunque parece decidida a llevar su sonido un paso más allá. Así que no faltaron algunos cortes en los que la participación del personal resultó imprescindible como el hímnico y arrollador “Take Off The Mask”, que tiene visos de convertirse en uno de los que será imprescindible en sus descargas.
Como decía la banda sonó como una apisonadora, como un equipo compacto, rodado y preciso, pese a ser su presentación oficial en directo. Todos los músicos tuvieron momentos para dejar muestras de su talento, y Abel Sequera no fue una excepción, marcándose un solo de lo más llamativo antes de que el resto de sus compañeros regresarán a escena para abordar las tesituras más netamente melódicas de “The End”, con Elisa rubricando una fantástica interpretación que acabó arrancando una cerrada ovación. El momento mas intimista de la noche llegaría justo a continuación con “Songfory”, para posteriormente dejar espacio para el lucimiento de ambos guitarristas.
Tocaba encarar la recta final del show, y para ello que mejor que dar rienda suelta nuevamente a su faceta más incisiva y cañera con el aplastante “No Fear”, que con la densidad de sus guitarras nos ponía las pilas. Acto seguido llegaría una de mis preferidas “Dear Daddy”, para un servidor una de las piezas más completas de “Nothing Without Pain”, ya que se mueve por diferentes derroteros dando al corte una amplitud y unos matices que lo convierten en una apuesta segura de cara al directo.
Pese a que he comentado que con este debut en solitario Elisa ha optado por mirar hacia delante, lamadrileña no olvida su pasado. De modo que no tuvo reparos a la hora de inaugurar los bises ofreciendo un suculento regalo a sus seguidores más veteranos en forma de medley con algunos de los temas que grabó junto a Dark Moor. Mientras que para poner el broche definitivo a esta exitosa presentación optó por el aplastante dinamismo de “No More”.
Valiente, tenaz e incombustible, Elisa C. Martín regresa pisando fuerte y con ganas de arrasar con todo a su paso, y lo hace de la mejor forma posible, con un fantástico trabajo bajo el brazo como es “Nothing Without Pain”, y contando con una banda de garantías que seguro estará a la altura a la hora de compartir escenario con la que sin duda es una de las mejores voces del panorama nacional.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ
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