Habrá quienes piensen que el hard rock y el heavy metal tradicional no son estilos excesivamente complicados. Sin embargo, creo que todos estaremos de acuerdo en que hacerlos de forma convincente en pleno siglo XXI no es tarea fácil. En cualquier caso, no puede decirse que Bullet sean unos recién llegados a “esta fiesta”. La formación sueca que dio sus primeros pasos a principios del presente milenio ha facturado un total de 6 referencias de estudio, la última de ellas “Dust To Gold”, de 2018, amén de haberse embarcado en varias giras por el viejo continente realizando sus respectivas escalas en nuestro país.
Quizás su momento de máxima efervescencia haya pasado, tal vez podrían ser considerados como una de las víctimas colaterales de la “maldita pandemia”, o que esta semana la agenda de conciertos en Barcelona estaba muy plagada…, no lo sé. Pero realmente he de reconocer que me sorprendió que la banda Växjö congregara apenas media sala Zow1e en su retorno a tierras catalanas. Eso sí, los que optaron por acudir a la cita disfrutaron al máximo de esa propuesta que combina a la perfección espíritu roquero, riffs vigorosos y unos estribillos altamente coreables.
Como aperitivo antes de que Bullet tomaran el escenario tendríamos ocasión de disfrutar de la descarga de los germanos Grey Attack, una banda con una propuesta que tenía más bien poco que ver con la de las estrellas de la noche. Tal vez ese fuera el motivo por el que el respetable se mostró algo frío con ellos, y es que el público optó por ver su descarga desde la distancia, dejando un amplio espacio entre el escenario y lo que fueron las primeras filas.
En cualquier caso, eso no pareció desanimar a unos Grey Attack que en su segunda visita a nuestro país nos presentaron lo que ha sido su tercer largo “Afterworld”. Empezaron con puntualidad, y lo primero que llamó la atención fue el buen sonido del que disfrutaron. Para abrir fuego eligieron el tema que presta título a su obra de 2022, y ya desde el mismo arranque pudimos comprobar que todo el peso de la banda recaía sobre la figura de su vocalista y guitarrista Grey Charlez. Su estilo a medio camino entre el metal melódico y el post-grunge sonó convincente aunque en algunos momentos algo falto de pegada para un público acostumbrado a la inmediatez de los buenos estribillos.
Sin embargo temas como “Simple Life”, en el que dejaron una buena muestra de las habilidades técnicas de Grey a las seis cuerdas, o las guitarras dobladas en el inicio de “My Last Dance”, sirvieron para ayudarnos a amenizar la espera. Durante todo el show los alemanes se mostraron sonrientes, simpáticos y muy comunicativos, de hecho Mr. Grey no se olvidó de mencionar su anterior visita en 2019 antes de adentrarse en los desarrollos más cañeros de “Change Your Mind”.
No dejarían de lado el contenido de su tercer largo,ya que la siguiente en hacer acto de presencia fue “Lost”, que con sus aromas post-grunge nos cambiaba radicalmente el paso. Un detalle que me gustaría destacar es que pese a ser alemanes el sonido de Grey Attack tiene muchas conexiones con el rock/metal que se factura al otro lado del Atlántico, y la mejor constatación la tuvimos con temas como “Grains Of Sand”, o la más coreable “Leave Me Alone”. La elegida para finiquitar sus 45 minutos de show fue, precisamente, el corte más antiguo que tocaron y que curiosamente fue el que cerraba su ópera prima homónima: “Over The Rainbow”. No fue un mal show el que nos brindaron Grey Attack: sólido, potente y convincente, aunque creo que no estaban ante un público que fuera muy afín a su propuesta.
No tuvimos que esperar mucho tiempo para que Bullet aparecieran en escena. Con el escenario engalanado con un gran telón de fondo con el clásico logo de la banda, y precedidos por una escueta introducción, el quinteto irrumpía en escena para abrir fuego de forma certera, dando buena cuenta de un premonitorio “Speed And Attack”. Pese al tiempo que ha transcurrido desde su última visita parece que pocas cosas han cambiado en el seno del combo sueco, ya que siguen siendo una máquina perfectamente engrasada en directo. Al frente Dag Hell Hofer sigue deleitándonos con sus muecas imposibles mientras nos invita a levantar el puño para corear juntos el estribillo del pegadizo “Aint Enough”.
Tampoco faltaron en su indumentaria las chaquetas de cuero, los jeans desgastados y por supuesto las tachas. En esta ocasión, la pareja de baile a las seis cuerdas del incombustible Hampus Klang fue un viejo conocido para los seguidores de la banda: Erik Almström, formando un buen tándem a la hora de inyectar su vena más netamente rockera a temas como “Rogue Soldier”, que fue la elegida para cerrar una rotunda tripleta inicial centrada en las composiciones de más reciente obra de estudio “Dust To Gold”. Me gustó mucho el ritmo que los suecos imprimieron al show. Fue trepidante, incendiario, enlazando los temas para no darnos ni un segundo de tregua. Así que tras una rápida y cálida ráfaga de aplausos a modo de reconocimiento, y tras los primeros parlamentos de la noche, era un buen momento para echar la vista atrás y recuperar el vigoroso “Riding High”.
Si durante la descarga de Grey Attack el público se mantuvo alejado del escenario, desde que Bullet dieron el pistoletazo de salida al show los fans dieron varios pasos al frente para hacer que todos nos posicionáramos lo más cerca posible del quinteto, dando al show un calor y una ambientación que provocó que cuando sonaron temas como el primerizo “Turn It Up Loud”, el ambiente se caldeara al máximo. Con la sala convertida en una fiesta, con el personal apoyando y animando intensamente, tocaba volver a alzar los puños para corear junto a la banda los estribillos de otra de las que no acostumbran a faltar en sus directos “Rolling Home”, tras la que la banda desapareció del escenario.
Aunque algunos se miraron extrañados, la banda había desaparecido del escenario de forma precipitada tras poco más de media hora de show, los que habíamos visto con anterioridad a Bullet sabíamos que los suecos acostumbran a dividir sus descargas en diferentes actos. En cualquier caso, la espera fue breve, ya que no tardaron en regresar acompañados de la introducción grabada “Uprising”, para rápidamente ponerse manos a la obra con uno de sus temas más netamente metaleros como es “Storm Of Blades”, que servía para que todos nos abandonáramos al headbanging mientras Dag Hell Hofer desgarraba sus cuerdas vocales para sonar tan afilado como una cuchilla de afeitar. El heavy rock de la década de los ochenta siempre fue una de las grandes influencias de Bullet, los suecos nunca lo han ocultado. Es más, me atrevería a decir que han hecho bandera de ello, y una de las pruebas palpables fue ver la coreografía de ambos guitarristas junto al bajista Gustav Hector durante el arranque de “Dusk Til Down”, que fue el primer guiño que se permitieron a su segundo trabajo “Bite The Bullet”.
El intenso viaje a través de su producción discográfica prosiguió con otro guiño a sus primeros tiempos, invitándonos a viajar hasta 2006 para esperarnos el energético “Heading For The Top”, que con su rollete deudor de la banda de los hermanos Young nos invitaba a levantar los cuernos, una vez más. La parte más macarra, juerguista y hasta vacilona quedaría plasmada en “Rambling Man”. Mientras que la elegida para prolongar el nivel de euforia del personal y poner el punto y seguido a la velada dando por concluido este segundo tramo del show fue la siempre efectiva “Stay Wild”.
Agasajados por el público Bullet volverían a pisar el escenario para cerrar la velada por todo lo alto. Hay temas que siempre te ponen las pilas, que te hacen moverte, cantar, sentir el rock n´roll…, y sin duda “Highway Pirates” es uno de ellos. Una declaración de intenciones que sirvió para sellar la perfecta comunión entre una banda enchufada al máximo y un público entregadísimo. Y es que los suecos saben dar a sus seguidores lo que demandan: riff vigorosos, estribillos coreables, y una actitud rompedora…, eso es precisamente lo que alimenta sus descargas y lo que propicia que cortes como “Fuel The Fire” sean una bomba de relojería en directo.
Pese al buen rollo y la diversión, el show de los suecos estaba tocando a su fin. Pero antes de darlo por finiquitado todavía tendríamos ocasión de realizar una última incursión en “Dust To Gold”, para disfrutar del aniquilador “Highway Love”. Pero creo que todos sabíamos que el show no se iba a terminar hasta que la banda interpretara el ya mítico “Bite The Bullet”, con los miembros de la formación girando sus instrumentos para que pudiéramos leer el título de la canción en un apoteósico final.
Fue una noche salvaje de rock n´roll y heavy metal. Aunque me dio la sensación que en esta ocasión la banda se centró, como en sus primeras giras, en ponderar su faceta más roquera en detrimento de la más netamente metalera de la etapa “Storm Of Blades”. En cualquier caso, creo que nadie se fue descontento a casa, ya que pudimos ver a una banda que, sin grandes alardes escénicos ni pretensiones, ofreció un show de lo más potente y divertido.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
No hay comentarios:
Publicar un comentario