Desafortunadamente no son muchas las formaciones dentro del panorama nacional que intentan el asalto a la sala grande del Razzmatazz en sus visitas a la Ciudad Condal. Pero si de algo pueden presumir Warcry es de la lealtad de sus incondicionales. Y es que aunque los asturianos no llegaron a agotar las entradas, si que consiguieron que el recinto registrara un fantástico ambiente. El motivo de su visita era repasar su amplio catálogo de himnos a la vez que presentaban en sociedad algunos de los mejores cortes de su más reciente entrega discográfica “Daimon” que veía la luz en otoño del pasado 2022.
Había ganas, muchas ganas, de presenciar la descarga de la banda que lidera el carismático e incombustible Víctor García, pero antes de que todos los presentes aunaran sus gargantas para corear esa ristra de himnos que se han convertido en imprescindibles para muchos seguidores del metal nacional tendríamos ocasión de disfrutar del show de Romanthica, quienes ejerciendo como anfitriones, y tocando en casa, nos amenizaron la espera dando buena cuenta de ese rock/metal cargado de atmósferas melancólicas y salpicado de tintes gothicos y muchos toques de corte noventero.
Con el logo de la banda proyectado en la parte trasera del escenario, y mientras el personal iba accediendo escalonadamente al recinto, aparecían en escena precedidos de una larga introducción los miembros de Romanthica. Lo primero que llamó la atención fue que el cuarteto apareció sin contar con la presencia de un bajista. Sin embargo, eso no lastró la potencia de una banda que sonó sólida y muy contundente gracias al doble ataque de guitarras que nos brindaron Rubén y Marco. Pero sin duda el toque diferencial de la banda, lo que les hace diferentes, es el timbre y la puesta en escena de su frontman David Gohe que apareció enfundado en una chupa de cuero. El inicio fue a ritmo de medio tiempo, al son de de “Despierta” con un escenario poco iluminado para crear la ambientación adecuada.
No se si fue por la elección del tema de apertura, o porque su propuesta poco tenía que ver con la de Warcry, pero lo cierto es que la respuesta del público, salvo los que copaban las primeras filas, fue bastante fría. Sin embargo, eso no pareció importar a una banda que se vio muy cómoda en escena, y es que los catalanes atesoran muchos años de experiencia a sus espaldas. Así que tras la primera ráfaga de aplausos, David nos anunciaba que en una noche tan especial, tocando en casa, tendríamos ocasión de repasar una porción de su pasado aunque sin perder de vista su futuro, para acto seguido sumergirnos de lleno en “Solo Si Estás”. El público se dejaría notar con fuerza acompañando con palmas a la banda durante “Arder”, que llegaba tras la reivindicación de la propia banda que proclamó que su propuesta era netamente noventera.
Tal y como nos anunció su frontman durante los compases iniciales del show, Romanthica no dejaron de lado su actualidad, de modo que el siguiente tema en sonar fue su single más reciente “Flor Marchita”. La crudeza de unos potentes riffs junto a los teclados pregrabados se encargarían de impregnar el ambiente de esa deliciosa melancolía salpicada de pinceladas gothicas que marcaron “Mejor Será Olvidar”, que con sus vibrantes increscendos melódicos se acabó convirtiendo en uno de los momentos destacados de la descarga del combo catalán.
No dejarían de lado el material de su obra de 2014, “Eterno”, pero sí que nos propondrían un drástico cambio de registro al adentrarnos de lleno en los ritmos más bailables y envolventes de “Mercurio”, el que fue su single de presentación, y que llegó acompañado de las palmas de los más fieles que copaban las primeras filas. Bastante más introspectivo sonó otro de sus últimos sencillos “Que Más Da”, que con ese toque nórdico, melancólico y elegante resultó muy interesante. Mientras que la elegida para finiquitar su descarga fue la imprescindible “Muriel”, un corte que aúna muchas de las características de la propuesta de Romanthica: potencia, gusto por las melodías, una voz envolvente y elegante, junto a muchos elementos propios de la década de los noventa. Como ya dije, tal vez no estuvieran ante el público más afín a su propuesta, pero lo cierto es que Romanthica demostraron calidad y tablas, y es que la banda aglutina un gran bagaje a sus espaldas.
Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo. Si la memoria no me falla la última vez que Warcry pisaron el escenario del Razzmatazz fue a finales de 2018 presentando lo que en aquel momento era su trabajo más reciente “Donde El Silencio Se Rompió…”. Algo después llegó el anuncio de su parón y, por supuesto, el periodo pandémico que paralizó todos nuestros planes. Teniendo en cuenta todas estas premisas, y el entusiasmo con el que sus seguidores han acogido “Daimon”, no fue una sorpresas que Víctor García y sus muchachos rozaran el lleno. Y es que hace tiempo que los asturianos juegan en esa “liga exclusiva” en la que tan solo unos pocos elegidos dentro del metal nacional pueden jugar.
En cuanto al montaje que presentaron cabe remarcar que fue sobrio, destacando las proyecciones que se fueron sucediendo a lo largo del show para acompañar todos y cada uno de los cortes que fueron sonando a lo largo de las más de dos horas que duró el espectáculo. Otros puntos a destacar fueron el sonido y la actitud de una banda que se mostró sólida y perfectamente engrasada, destacando especialmente las figuras de: Pablo García, que se mostró pletórico a lo largo de todo el show, tirando del carro en más de una ocasión. Y, por supuesto, de Víctor García que se mostró tan carismático e incombustible como siempre, y que en esta ocasión exhibió un buen estado de forma a nivel vocal.
El show arrancaba de la mejor forma posible, con una larga introducción acompañada de unas llamativas proyecciones que no hicieron más que aumentar la expectación de una audiencia que estaba deseosa de reencontrarse con sus héroes. No hubo sorpresas, la elegida para hacer que los instrumentos empezaran a rugir, y provocar la primera reacción del público, fue la pieza que abre su más reciente entrega discográfica “A Por Ellos”, un medio tiempo de corte hímnico y altamente coreable que sirvió para que todos calentáramos las cuerdas vocales junto a Víctor mientras alzábamos los puños con la llegada de su imparable estribillo. Sin tiempo que perder, y tras darnos las buenas noches, fuimos testigos de como la nieve caía en la gran pantalla trasera mientras el quinteto daba buena cuenta de su faceta más melódica al atacar otra de las nuevas “Que Se Vaya”.
He de admitir que me sorprendió como la audiencia reaccionó a este arranque, demostrando que las nuevas composiciones se han convertido ya prácticamente en clásicos del combo astur. Pero, evidentemente, si hablamos de clásicos cuando el personal reconoció los compases iniciales de “Nuevo Mundo”, el tema que abría “Donde Está La Luz”, la sala se convirtió en una fiesta con todo el mundo botando. Por supuesto que no faltaron durante la velada los mensajes de optimismo y superación, como durante el speech que precedió a otra de las que se ha convertido en imprescindible en todas las descargas del quinteto “Contra El Viento”, que fue la elegida para invitarnos a seguir indagando en su obra de 2005.
Otro de los elementos que nunca pueden faltar en los conciertos de Warcry, y que está grabado a fuego en su ADN, es la épica metalera. De modo que “Alma De Conquistador”, sonó como un rodillo, escenificando la perfecta comunión entre los músicos y unos seguidores que no dudaron en levantar los puños para cantar junto a Víctor. La guitarra de Pablo García se erigiría en protagonista e hilo conductor durante los compases iniciales de “Perdido”, para posteriormente dejarle el testigo a los teclados de Santi Novoa. Precisamente, serían los teclados de Novoa los que se encargaron de bajar momentáneamente el nivel de revoluciones para anunciarnos la llegada del implacable “Ardo Por Dentro”, todo un trallazo speed metalero cantado en primera persona que volvía a poner la sala patas arriba, dejando claro, por si alguien albergaba alguna duda, que los asturianos siguen fieles a sus raíces.
Habiendo alcanzado el show uno de sus momentos culminantes tocaba aplacar un poco los ánimos del personal, y dar un pequeño respiro a Víctor. Así que Pablo fue quien tomó la batuta para junto a sus compañeros durante los siguientes minutos, y mientras el vocalista permanecía sentado en la tarima de la batería, darnos un repaso a algunos de los grandes nombres de la historia del metal, con lo que no faltaron en su particular pupurri guiños a referentes indiscutibles como Dio, Deep Purple, Ozzy Osbourne, Black Sabbath, Judas Priest, Iron Maiden o Ac Dc, mientras se procedía a la distendida presentación de los miembros de la banda.
La vertiente más netamente hard roquera de los asturianos quedaría impresa en “Cielo E Infierno”, fundiendo a la perfección guitarras y teclados. Mucho más incisiva y afilada sonó su particular denuncia contra el maltrato de género que lleva por título “Cobarde”. A continuación, llegaba el momento de mirar más atrás en el tiempo, concretamente al material de “Revolución”, para invitarnos a cambiar el paso y adentrarnos en territorios más introspectivos de manos de la desgarradora “Coraje”, que nos dejaba a Víctor estirando sus cuerdas vocales al máximo para acabar recabando una cerrada ovación.
Otra de las nuevas que pudimos disfrutar esta noche fue “Para Siempre”, que mantenía esa atmósfera más intimista. Sería la introducción de “Huelo El Miedo” el momento elegido para que Santi y Víctor acapararan todas las miradas antes de que sus compañeros se les unieran para protagonizar otro de los momentos de la noche, preparando al personal para una recta final de auténtico infarto. El momento de volver todos a cantar llegaría durante el estribillo de “Devorando El Corazón”. La faceta más grandilocuente, pero a la vez elegante, de Warcry quedaría plasmada en otra de las de nuevo cuño: “Condenado”, que bajaba mínimamente el ritmo del show.
El contraste entre el presente y el pasado de Warcry se haría patente cuando el personal explotó al reconocer la melodía de la imprescindible “Capitán Lawrence”, que más de dos décadas después de su publicación continúa emocionando al personal. Pero es que este sprint final fue como un regalo para sus seguidores más veteranos y leales, ya que la siguiente en sonar fue “Tú Mismo”, rescatada de su debut homónimo. Mientras que la escogida para poner el punto y seguido a la velada fue la novedosa “Solo Sé”, que estuvo acompañada por las imágenes de su vídeo-clip.
No tardaron mucho en regresar sobre las tablas, aclamados y vitoreados por unos entregadísimos seguidores. El punto de partida para los bises vino marcado por el que personalmente es uno de mis temas favoritos de la banda “La Maldición Del Templario”, aunando heavy metal e historia. Una última mirada sobre “Revolución” serviría para calmar momentáneamente los ánimos del personal con “La Vida En Un Beso”. Para cerrar la velada por todo lo alto que mejor que una nueva dosis de épica metalera con otro de sus clásicos imprescindibles: “El Guardián De Troya”. Para dejar que el broche de oro para el triunfal retorno de Warcry en tierras catalanas corriera por cuenta de la insuperable “Hoy Gano Yo”.
Tras encenderse las luces y el habitual saludo de los músicos, solo podían verse caras de satisfacción entre unos fans que colmaron sus expectativas con creces y que se fueron a casa con una amplia sonrisa dibujada en el rostro.
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