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sábado, 9 de marzo de 2024

JUDAS PRIEST-INVINCIBLE SHIELD

 


No se me ocurren muchas formaciones dentro del universo metalero que sean capaces de suscitar semejante nivel de expectación, -tanto en medios, como entre el público-, con la publicación de una nueva entrega discográfica. Todos sabemos que en los últimos años la forma de consumir música ha cambiado, y que entre tanta vorágine de lanzamientos cada vez resulta más difícil que un nuevo disco tenga la virtud de atrapar al oyente y conseguir convertirse en “reincidente” en su equipo reproductor. Son toda una institución dentro del heavy metal. Han sido los responsables no solo de definir el estilo, en cuanto a parámetros estrictamente musicales se refiere, sino también a nivel estético. Judas Priest son heavy metal…, de eso no hay dudas. Y en este nuevo trabajo el combo de Birmingham lo ha vuelto a dejar patente.

En pleno 2024 muchos podrán alegar que “Invincible Shield”, es un trabajo más en la extensa y exitosa, -salvo contadas excepciones-, producción discográfica de los británicos. Pero no, esta decimonovena entrega de estudio llega después de superar graves problemas de salud de algunos de sus miembros, después de una pandemia global que nos ha marcando a todos, y tras la cancelación definitiva de ese tour que iban a realizar junto a Ozzy Osbourne. Pese a ello, la mejor noticia es que tal y como anuncia el Metal God en todas sus descargas desde tiempos inmemoriales: “The Priest Is Back”. Han pasado la friolera de seis años desde que viera luz su aclamado “Firepower”, y parece que Judas Priest quedaron plenamente satisfechos con el resultado final, ya que han repetido con el mismo equipo de producción, el que conforman Tom Allom y Andy Sneap, actual guitarrista en sus giras.

Sin embargo, sería injusto tildar este “Invincible Shield”, como una segunda parte de su predecesor. Aunque no creo equivocarme al aseverar que es un digno sucesor. Quizás la principal diferencia entre ambos lanzamientos sea que que “Invincible Shield”, es un trabajo más variado. No es un disco tan directo, tan espontáneo, tan inmediato, tan netamente heavy metalero. Pero que nadie se asuste, porque sigue habiendo trallazos certeros e incontestables, de esos que en directo darán mucho juego. Pero en contraposición nos encontramos con varias piezas más versadas hacia algunas de sus obras de finales de los setenta o principios de los ochenta, rescatando la vertiente más roquera de la banda, aunque sin perder ese filo netamente heavy que siempre les ha caracterizado. También podemos encontrar un par de piezas con más desarrollo, más complejas, no diría progresivas, pero si con una estructura no tan evidente, por decirlo de alguna forma. Y es que el trío compositivo que conforman Rob Halford, Richie Faulkner y Glenn Tipton parece que se conocen y complementan a la perfección tras más de una década trabajando codo con codo.

En cuanto al sonido, como ya dije, es muy similar al de “Firepower”, con unas guitarras potentes, salvajes, orgánicas, afiladas…, que nos retrotraen a su mejor época. No se queda atrás el tándem rítmico que desde hace más de treinta años conforman el incombustible bajista Ian Hill y esa máquina tras los parches que es Scott Travis. Para el final, de forma premeditada, me he dejado a la voz, a Mr. Rob Halford, quien ha vuelto a firmar un fantástico trabajo, sacándose algunos agudos verdaderamente reseñables y sabiendo modular su interpretación a la hora de afrontar las tonalidades medias. En definitiva, que a nivel de prestaciones vocales podríamos decir que está mucho más cerca de la voracidad metalera que ya exhibió en “Firepower”, que de las tonalidades más “moderadas” que nos brindó en “Redeemer Of Souls”.

Varios son los trabajos de la mítica formación británica que se abren a todo trapo. Sin embargo, para esta decimonovena entrega de estudio Halford y sus acólitos han optado porque los compases iniciales de “Panic Attack” sean algo más comedidos. Pero que nadie se asuste ya que no tardarán en imponerse las guitarras para liderar el seminal ataque de un tema que va creciendo de forma progresiva y que se respalda sobre un estribillo conciso y compacto, de esos que en directo funcionará a las mil maravillas, y que servirá para que sus incondicionales lo coreen con el puño en alto. Y es que pese al inexorable paso del tiempo parece que Judas Priest no han perdido el olfato a la hora de crear esos riffs potentes y adictivos a partes iguales. Hace años, podría decirse que décadas, que los británicos se pontificaron como “los defensores de la fe metálica”, y precisamente eso es lo que nos vamos a encontrar en “The Serpent And The King”, un corte en el que la banda mira de frente y sin complejos a su glorioso pasado pariendo una composición que bien podría haber sido incluida en cualquiera de sus discos clásicos de los ochenta. Por supuesto que vamos a poder escuchar al Halford más cortante e incisivo durante las estrofas mientras que para el estribillo el vocalista ahondará en las tonalidades medias. En definitiva, una pieza que puede parecer previsible, en cuanto a estructura se refiere, pero que se ve potenciada por esas dos tandas de desarrollos solistas que harán subir las revoluciones y la intensidad del tema.

El vendaval metalero de Judas Priest proseguirá con el tema que presta título al álbum “Invincible Shield”, que aúna en poco más de seis minutos todos los parabienes que debe reunir una pieza para ser del agrado de cualquier seguidor de la banda. Un ataque guitarrero frontal y efectivo, -con un riff inconfundible y con el sello de la factoría Priest grabado a fuego-, velocidad, potencia y un Halford pletórico estirando al máximo sus cuerdas vocales. Sin duda este será uno de los trallazos que no faltará en los conciertos de su próxima gira. Pero no todo iba a ser puro y genuino “acero británico” en este nuevo trabajo de Halford & Cía, y es que la primera elegida para bajar mínimamente el nivel de revoluciones será “Devil In Disguise”, encuadrada en tesituras más roqueras, y que en algunos momentos puede llegar a recordar a alguno de los temas de lo que fue su álbum de retorno con el “Metal God” al frente: “Angel Of Retribution”. Tal vez no sea un tema tan incisivo y certero en primera instancia, pero con las sucesivas escuchas, poco a poco, va atrapando al oyente, sobre todo gracias al tratamiento de las voces, lo pegadizo de su estribillo y por el derroche de melodía en sus partes solistas.

Seguro que cualquier fan de Judas adora esos juegos entre ambas guitarras marcando melodías diferentes en un principio para al final acabar uniendo fuerzas, ya que era algo que la banda solía hacer mucho a finales de los setenta y principios de los ochenta. Pues bien es eso, ni más ni menos, lo que nos vamos a encontrar en “Gates Of Hell”, conservando nuevamente ese toque más roquero que se verá refrendado por la solidez del aplastante riff que guiara sus estrofas para dejar que Halford adopte una vertiente más melódica durante las partes del puente para posteriormente acabar rematándonos con un aniquilador estribillo de voces dobladas. Quizás no sea el tema más cañero del disco, pero personalmente es uno de los que más he disfrutado, ya que en un disco tan laureado como “Firepower”, creo que no había nada similar a este “Crown Of Horns”, con un estribillo hímnico, melódico, altamente coreables, y que invita a formar parte de la hermandad metalera.

No tardarán mucho las guitarras en recobrar su filo más agresivo, sonando hirientes e incisivas, en ese veloz trallazo que lleva por título “As God Is My Witness”, que nos traerá de vuelta a los Priest más potentes y aguerridos, dejando una vibrante interacción entre sus fulgurantes fraseos de guitarra y la potente pegada de un Scott Travis por el que parece que no pasan los años, y todo convenientemente aderezado por otro estribillo de lo más pegadizo, un fulgurante duelo de guitarras y un vibrante increscendo épico que servirá para dar la puntilla a otro de los momentos culminantes de este “Invincible Shield”. Pero dejando a un lado esos temas afilados como cuchillas, esta claro que Priest tienen más cosas que ofrecer, y buena muestra de ello lo encontramos en “Trial By Fire”, alternando partes melódicas, y hasta con un punto hipnóticas, con otros pasajes en los que las guitarras suenan como un muro de contención que se vendrá irremediablemente abajo con las tonalidades altas de Halford en un vibrante sprint final.

Quizás no haya participado activamente en la composición, pero no creo a estas alturas nadie pueda negar que el incombustible Ian Hill es una pieza fundamental en el sonido de Judas Priest, de modo que su amenazante bajo se dejará notar con fuerza durante el arranque y el posterior desarrollo de “Escape From Reality”, que pasa por ser otro de los “tapados” del álbum, con un sonido en sus guitarras y el tratamiento de las voces que me han parecido muy noventeros, pero sin ser para nada rupturistas con el estilo tradicional de la banda. Para encarar la recta final del plástico que mejor que jugar sobre seguro, que volver a incidir en algo que seguro va enganchar a sus seguidores, y es que “Sons Of Thunder”, es un tema que conserva intacto el sello de la banda, sin alardes ni florituras, ofreciendo lo necesario para captar la atención del oyente y además aportando unos coros que invitan a ser coreados con el puño en alto. Muchos, y muy variados, son los detalles que podemos encontrar en el tema escogido para cerrar el plástico “Giants In The Sky”, con un primer tercio de clara esencia metalera que irá virando hacia unos desarollos más intimistas, de ambientación más relajada, para ser rematado con una buena ración de estribillos y un fulgurante grito final en el que Halford se desgallita para dejar claro que el heavy metal continuará vivo y gozando de buena salud mientras bandas clásicas como Judas Priest sigan pariendo obras como este “Invincible Shield”.

Tras más de medio siglo, que se dice pronto, en el negocio Judas Priest han conseguido facturar otro trabajo que está a la altura de su nombre y su legado, y eso no es moco de pavo. Habrá quienes se sientan defraudados, quienes esperarán otro “Defenders Of The Faith”, o incluso otro “Painkiller”. Pero hay que ser realista y los ochenta y los primerísimos noventa hace mucho quedaron atrás. Sin embargo, Judas Priest continúan impasibles mirando hacia el futuro, mostrándose fuertes e inconmensurables, aunque sin perder de vista su glorioso pasado mientras fraguan obras redondas y que tienen potencial para seguir enganchando y emocionando a sus incondicionales. Yo ya estoy deseando que vuelvan por aquí para comprobar como suenan estos temas en directo.



DISCOGRÁFICA:SONY MUSIC


Lista de Temas


01. "Panic Attack"

02."The Serpent And The King"

03."Invincible Shield"

04."Devil In Disguise"

05."Gates Of Hell"

06."Crown Of Horns"

07."As God Is My Witness"

08."Trial By Fire"

09."Escape From Reality"

10."Sons Of Thunder"

11."Giants In The Sky"




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