Con el paso del tiempo, y el inevitable envejecimiento tanto de los músicos como del público, cada vez resulta más habitual la celebración de festivales donde las bandas tributo son protagonistas. El pasado sábado 17 de febrero en la sala mediana del Razzmatazz de la Ciudad Condal tuvo lugar una de esas de citas. En el cartel compartirían protagonismo los locales The Night Prowlers , quienes revisaron varios de los himnos imprescindibles de Ac Dc, Alejandría que traerían a la vida algunos temas de los añorados Sangre Azul. Mientras que los encargados de rubricar la velada con sus versiones de Scorpions fueron los andaluces Stingers.
Evidentemente siempre es un buen día para recordar a una formación legendaria como son Ac Dc, pero es que precisamente durante esta semana la banda australiana había estado de plena actualidad con la confirmación de las fechas de su nueva gira y la venta de entradas para sus próximos conciertos en la capital andaluza. The Night Prowlers eran los elegidos para inaugurar la velada. En la banda nos encontramos a dos viejos conocidos como son los hermanos Valeta, Armand y LG, que son quienes se hacen cargo de asumir el rol de los hermanos Young, Malcom y Angus, jeans y camiseta ajustada el primero, y el habitual e imprescindible uniforme colegial el segundo. No fue una sorpresa que el recinto acabara registrando una notable entrada, congregando a una audiencia que en su mayoría superaba holgadamente la treintena.
Hay que destacar que The Night Prowlers mostraron un respeto total hacia el legado del combo australiano, calcando los temas. Sí, seguramente te estarás preguntando en qué etapa vocal se centraron, pues bien la gran mayoría del repertorio estuvo centrado en “la era” Brian Johnson, es más Daniel Martos salió a escena con un look calcado al del frontman británico, luciendo camiseta de tirantes negra, jeans y gorra.
En cuanto al show propiamente dicho arrancó con la composición que formaba parte de la banda sonora de la película que protagonizó Arnold Schwarzenegger en 1993, “Last Action Hero”, “Big Gun”, para acto seguido buscar la complicidad de una audiencia que no se cortó a la hora de acompañar con palmas “Shoot To Thrill”, que concluía con LG ametrallándonos con su guitarra antes de recorrer el escenario para acabar saltando para dar la señal a sus compañeros de que el tema se cerraba definitivamente.
Por supuesto que todos y cada uno de los temas fueron coreados por una audiencia que llegó a la cita dispuesta a disfrutar al máximo, y eso se notó en la acogida que recibieron piezas que se han convertido en himnos imprescindibles para cualquier seguidor del rock potente como son el mítico “Back In Black”, comandada por su inmortal riff de apertura y con LG ya sin la corbata y completamente desatado. Con el ambiente de fiesta ya completamente desatado, la temperatura seguiría subiendo en una sala que estaba cada vez más concurrida y animada, y es que el quinteto no dejó de añadir gasolina a la máquina dando buena cuenta de “Touch Too Much”, que fue el primer recuerdo que se permitieron a la etapa Bon Scott, para acto seguido, y tras un arranque en falso, invitarnos a cantar con el puño en alto “Hell Bells”.
La parte más socarrona, macarra y vacilona de los Ac Dc más taciturnos y juerguista quedaría plasmada en “Whole Lotta Rosie”, que con su ritmo adrenalítico se convirtió en uno de los momentos álgidos del show. Lógicamente el tiempo era limitado, The Night Prowlers eran los encargados de abrir fuego, de modo que la banda pidió disculpas por tener que dejar aparcado algún clásico incontestable. En cualquier caso, la que sí que no quisieron dejarse en el tintero fue “You Shock Me All Night Long”, con más de la mitad de la sala botando intensamente. Tal y como mandan los cánones, y como bien recordamos los fans de Ac Dc, serían unos sutiles toques de batería los que se encargaron de adentrarnos en “Thunderstruck”, que convertía el recinto en una fiesta absoluta con todo el mundo cantando y bailando.
Pero sin duda si hubo un tema que nos puso los pelos de punta a más de uno, fue el definitorio “Let There Be Rock”, que llegó acompañado de la visita de LG a la barra del local para posteriormente regresar a escena por entre el público. Para poner el broche definitivo a su marchosa descarga The Night Prowlers optaron por el atemporal “Highway To Hell”. En definitiva que mejor manera de empezar la velada que con un buen repaso a algunos de los himnos más celebrados de una de las más longevas y laureadas bandas dentro de la historia del rock n´roll. Aunque personalmente he de reconocer que me quedé con las ganas de escuchar el tema que acostumbra a cerrar todas sus descargas desde hace muchos años: “For Those About To Rock (We Salute You)”.
Consumido el primer acto de la noche llegaba el momento de rendir tributo al legado de una de nuestras bandas, una formación que viéndolo con perspectiva tuvo una trayectoria bastante corta, pero que nos legó un puñado de buenas composiciones que le hicieron merecer la consideración de ser una de las mejores formaciones de hard rock melódico cantado en castellano: Sangre Azul. Sin duda, el tiempo y el respeto que los propios miembros de la banda han mantenido a su legado ha propiciado que Sangre Azul disfruten hoy casi de tanta fama como en los años en que estaban en activo. Quizás por ello había muchas, muchísimas, ganas de comprobar como sonarían en directo Alejandría.
Comandados por un Fran Vázquez absolutamente colosal, tanto vocalmente como a nivel de frontman, Alejandría mostraron un gusto exquisito y un respeto reverencial al abordar el material de los pinteños. Además como gran sorpresa para los seguidores de Sangre Azul esta noche contaron con la presencia en algunos de los temas del guitarrista y miembro fundador de la banda Jose Antonio Martín, quien grabó los dos primeros álbumes de la banda aunque para la gira de de “Cuerpo A Cuerpo”, quien se incorporó a la banda fue Juanjo Melero.
Lo que más me gustó de la descarga de Alejandría fue su capacidad para transportarnos a otra época, imbuyéndonos de ese espíritu ochentero que tanto disfrutamos muchos de los presentes. Sin embargo, hubo una buena representación del material del tercer y último redondo de Sangre Azul, “El Silencio De La Noche”, que vio la luz a finales de esa década. Precisamente la escogida para arrancar la descarga fue la marchosa y hard roquera “Abre Fuego”, que sonó como una declaración de intenciones, dejándonos a una banda sonriente y que no paró de moverse y animar al respetable , especialmente Filthó que no vaciló a la hora de abandonar sus teclados para hacer air-guitar junto a sus compañeros.
Pero, evidentemente, el centro de casi todas las miradas fue Fran Vázquez, quien apareció vestido de riguroso negro para calzarse las botas de Tony a la hora de cantar e interpretar temas como “Cien Años De Amor”, conjugando de forma magistral melodía, unos coros coreables al máximo y un final épico que hizo enloquecer al personal. Y es que la química, la magia, entre Alejandría y el respetable fue total. Así que cuando llegó el momento de mirar por primera vez a “Obsesión”, la sala se convirtió en un karaoke a la hora de corear y acompañar con palmas uno de los singles más conocidos de la banda “Todo Mi Mundo Eres Tú”.
Tampoco faltaron durante el show de Alejandría los guiños a la etapa más comercial de Whitesnake dando buena cuenta del serpenteante riff y los fantásticos coros de “Cuerpo A Cuerpo”. El show había empezado de la mejor forma posible. Así que había llegado el momento de que Fran nos diera la bienvenida y nos anunciara que esta era la primera vez que Alejandría pisaba los escenarios de la capital catalana. Tras recibir la cálida acogida de todos los presentes tocaba seguir haciéndonos disfrutar, y para ello que mejor que proponernos un cambio de registro para dejar que los teclados de Filthó se encargasen de acompañar la brillante interpretación de “No Puedo Estar Sin Tí”, que pese a ser un tema lento sonó intenso y vibrante.
En cualquier caso, estaba claro que está era una noche para el hard rock, para cantar, para menear los pies y, en definitiva, para disfrutar. Así que nuestro viaje prosiguió con Alejandría incidiendo de nuevo sobre el material de “El Silencio De La Noche”, con “Reino Sin Ley”, con Filthó volviendo a dejar sus teclados para hacer el loco por el escenario junto a sus compañeros. Con el personal completamente entregado tocaba presentar a la banda para posteriormente pedir que el público se implicara al máximo y acompañara con palmas el desarrollo de “Si Tu Te Vas”.
La conexión, la complicidad, y el buen rollo entre banda y público quedaría patente cuando Fran pidió que sacáramos nuestros teléfonos para acompañar “El Silencio De La Noche”, interpretado con voz y guitarra al más puro estilo “More Than Words”, para acabar recabando una cerrada ovación tras un vibrante final a capela.
Aunque estaba anunciada su presencia fue muy emocionante cuando J.A. Martín se unió a Alejandría para interpretar uno de los singles del debut de Sangre Azul: “América”. Para encarar la recta final del show que mejor que volver a invitarnos a cantar, en esta ocasión el estribillo de “Reino Sin Ley”, de cuyo solo se encargó el propio Martín que recibió el efusivo cariño de los seguidores de la banda. El nivel de intensidad continuaría subiendo hasta convertir “No Eres Nadie”, en uno de los momentos culminantes de la noche.
Lamentablemente el tiempo de Alejandría se estaba acabando pero antes de que abandonaran definitivamente las tablas todavía tendríamos ocasión de recordar esa declaración de intenciones que lleva por título “Tal Como Soy”, el tema que cerraba “El Silencio De La Noche”. Mientras que el broche definitivo, con Martín nuevamente sobre las tablas, corrió por cuenta de “Mil Y Una Noches”. Fantástica descarga de unos Alejandría que consiguieron hacernos vibrar y trasladarnos a otra época recordando a una de las mejores formaciones que ha dado nuestro hard rock, y encima contando con la presencia de uno de sus miembros fundadores.
Los encargados de rubricar la velada eran los andaluces Stingers, quienes se han consagrado como una de las bandas de versiones más longevas y reconocidas de nuestro país, y es que incluso han dado un paso más allá, grabando y publicando material propio. Eso sí, siguiendo los parámetros básicos de la formación a la que llevan años rindiendo pleitesía: Scorpions. Al igual que sucediera con The Night Prowlers, los sevillanos no solo calcan las composiciones de los germanos, sino que también llevan un vestuario y una caracterización que recuerda a los músicos que han sido fundamentales en la historia de la longeva carrera de los de Hanover.
Con el ambiente ya muy caldeado Stingers aparecían en escena y rápidamente supieron meterse al respetable en el bolsillo gracias a la pegada de la inicial “Coming Home”. Aunque quizás la explosión de euforia no fue tan evidente como durante la descarga de Alejandría, lo cierto es que los sevillanos supieron hacer vibrar al público, dándonos un protagonismo muy destacado a la hora de acompañarles en los coros de temas como el desenfadado “Bad Boys Running Wild”. Tras firmar un arranque explosivo, de puro y electrizante hard & heavy, tocaba ralentizar mínimamente el tempo del show para adentrarnos de lleno en los sinuosos caminos del inmortal “The Zoo”, dejando que las guitarras se encargaran de liderar el tema.
Acto seguido llegaría el momento de viajar hasta finales de la década de los setenta, concretamente hasta 1979, que fue la fecha de edición del sexto trabajo de estudio de los alemanes “Lovedrive”, para rememorar su tema de apertura “Loving You Sunday Morning”. No podía faltar la estampa de Panchi tocando el cencerro durante “Rhythm Of Love”, que se convirtió en la excusa perfecta para que los más marchosos no pararan de mover los pies siguiendo su contagioso ritmo. No tardó en llegar otra de las sorpresas de la velada, ya que esta noche fue la primera vez que los sevillanos interpretaron en Barcelona la balada “Send Me An Angel”, rescatada del superventas “Crazy World”, que fue de las más coreadas de la noche.
Nuestro viaje a través de la historia del combo germano nos haría viajar hasta “Savage Amusement”, para seducirnos con el delicioso uptempo “Passion Rules The Game”, que tal vez pasó algo desapercibido entre semejante vorágine de hit-singles. Como ya comenté anteriormente los andaluces también han publicado un disco de temas propios que lleva por título “Transition”, aunque esta noche lo que tuvimos ocasión de escuchar fue otro de sus nuevos temas “Only For A Dream”. No tardarían mucho en volverse a encender los ánimos con uno de esos temas que no dejan indiferente a nadie, y que se han convertido en uno de los definitorios del sonido Scorpions “ No One Like You”.
Para el sprint final del show Stingers se reservaron una retahíla de clásicos de alto voltaje. “Blackout”, nos volaba la cabeza con su riff certero e imparable para acto seguido sumergirnos de lleno en esa invitación a la fiesta y la diversión que fue el coreadísimo “Big City Nights”. La adrenalina alcanzaría límites insospechados con el potentísimo “Rock You Like A Hurricane”, mientras que la elegida para finiquitar esta fantástica velada dedicada a la nostalgia fue “Dynamite”.
En definitiva, fantástica noche de diversión y hard rock en la tuvimos ocasión de revivir las canciones de dos artistas internacionales, Ac Dc y Scorpions, -ambos todavía en activo-, y uno de los estandartes del hard rock nacional, Sangre Azul, quienes lamentablemente se difuminaron a principios de la década de los noventa.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ
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