La segunda mitad de los noventa no fue la mejor época para el heavy metal tradicional al otro lado del océano Atlántico. Sin embargo, eso no quita para que aparecieran algunas formaciones deseosas de seguir perpetuando la llama del estilo cuando estaba en sus horas más bajas. Ese precisamente parece ser el caso de Ravage, quienes emergieron desde la ciudad de Boston para intentar hacerse un hueco a base de publicar algunas demos y varios lanzamientos en directo durante su primera década de existencia. No fue hasta el 2005 cuando pudieron publicar su primer largo oficial, el fantástico “Spectral Rider”, al que le seguirían cuatro años después “The End Of Tomorrow” y “Return Of The Spectral Rider” en 2017. En todos ellos el quinteto de Boston dejaba clara su filiación más clásica dentro del heavy, sin cerrar las puertas a andanadas más vertiginosas y cercanas a los parámetros del speed metal, aunque sin dejar de lado tampoco a su vertiente más melódica.
Actualmente, de aquellas primeras encarnaciones solo se mantienen los hermanos Firicano, Eli Joe (guitarra) y Alec (vocalista). Junto a ellos completan el equipo el también guitarrista Nick Izzo, el bajista Tommy Grimaldi, y el batería Toni Belchior. Para la grabación de las diez composiciones que integran esta cuarta entrega de estudio que lleva por título “Spider On The Wall”, la banda se trasladó hasta los Hellbent for Acoustics Studios in Weymouth, Massachusetts, para ponerse bajo la batuta del productor Pete Rutcho, quien anteriormente ha trabajado para bandas como Abnormality, Revocation, Soul Remnants... Mientras que de su llamativo artwork se ha encargado toda una institución en esto de las portadas dentro del heavy metal como es el alemán Andreas Marschall.
Irrumpiendo con fuerza, el disco se abre con unos portentosos redobles de batería que cederán el paso a un riff implacable y un alarido de tesituras agudas. Toda una declaración de intenciones para dar el pistoletazo de salida a “Manmade Ice Age”, un trallazo de auténtico heavy metal, -con unos riffs imparables y un incendiario ejercicio solista, -que parece sacado del libro de estilo de Judas Priest-, salpicado de clasicismo y un cierto aroma épico que se verá reforzado por la potencia y pegada que imprimen los coros que se encargarán de apuntalar su rotundo estribillo. La alargada sombra de Priest se mantendrá con los juegos de guitarras dobladas que se encargarán de dar forma a ese escueto número instrumental que lleva por título “ The Call To Order”, flanqueándonos el paso hacia “Sign Of The Spider”, un corte imparable que destaca por la inconmensurable rotundidad del batería Toni Belchior liderando de forma tenaz e implacable el certero ataque del combo americano, mientras las guitarras galopan siguiendo su estela para dejar que Alec se encargue de poner la guinda con su interpretación antes de que nuevamente sean las guitarras las que acaparen todo el protagonismo en un extenso ejercicio de virtuosismo guitarrero.
Otra de las que nos retrotrae a los grandes referentes del heavy metal británico es “Ravage In Peace”, que perfectamente podría pasar por ser un tema compuesto e interpretado a pachas entre Judas Priest y Saxon. Y eso, sin duda, no puede ser algo malo. Así que prepárate para una pieza despampanante de genuino heavy metal, una composición corta, directa, sustentada sobre una sólida sección rítmica, comandada por unos riffs altamente incisivos y con un estribillo hímnico y perfectamente coreable, -de aquellos que se cantan con el puño en alto-. El cambio de registro, adentrándonos en temas de ambientación más relajada, pero a la vez más complejos en cuanto a estructura se refiere, llegará de manos del uptempo “Without A Trace”, en donde hay que destacar nuevamente tanto el buen gusto a la hora de encarar sus cuidados y elegantes desarrollos de guitarra, como las variaciones de tonalidad de Alec, y por supuesto esos explosivos cambios que hacen que el tema se acabe convirtiendo en uno de los más completos de toda esta cuarta entrega de estudio del combo americano.
Pese a la indiscutible ascendencia que tiene el heavy metal europeo dentro de la propuesta de Ravage, lo cierto es que en su sonido son plenamente reconocibles también las influencias del US metal, y una de la prueba palpable la encontramos en temas como “Amazon Burning”, de ritmo ágil, dinámico, muy cañera y en la que no faltan los registros vocales en tonalidades agudas junto a ese cuidado esmero a la hora de atacar sus coreables melodías de guitarra. Centrando sus objetivos en tempos más rotundos y compactos, esparciendo un etéreo manto de oscuridad, nos encontramos con “Corruption Of Blood”; en el que el quinteto levanta premeditadamente el pie del acelerador para concentrarse en dar rienda suelta a su vertiente más intensa, confiando para ello en la contundente pegada de su riff principal y en lo pegadizo de su coreable y redundante estribillo. Aunque he de reconocer que ese final en “fade-out” no me ha acabado de convencer.
Aunque puede parecer una obviedad, el tema que da título a esta cuarta entrega de los americanos, “Spider On The World”, me parece el mejor resumen posible de lo que podemos encontrar en el disco. Empieza como una auténtica apisonadora, con la banda apretando los dientes en unos desarrollos al más puro estilo del US metal para posteriormente adentrarnos en una parte central en la que, sin perder ni un ápice de potencia, todo parece un poco más contenido antes de abocarnos sobre una delirante recta final, en la que no faltaran las tonalidades agudas junto a un speedico ejercicio solista. Varios son los momentos en los que algunas de las canciones contenidas en “Spider On The World”, pueden llegar a recordar a “La Doncella”. Pero no, para nada me estoy refiriendo a lo que Mr. Harris y sus muchachos hacían a mediados de los ochenta. Sino más bien a lo que hicieron tras la vuelta de Dickinson a finales de los noventa. Y es que temas como “From The Mouth Of Pain”, nos muestra a una banda madura de heavy metal, que quizás ya no busca ser la más rápida, ni tampoco la más cañera, simplemente componer temas de calidad, con una notable carga melódica y que les permita desplegar toda la técnica y calidad adquiridas a lo largo de sus años de trayectoria. Para poner el cierre el combo americano ha optado por confiar en el implacable y bombardeante ritmo de “Face OF Infamy”, que por momentos puede llegar a recordar a algunos de los nombres imprescindibles de la escena alemana ochentera del heavy/speed, y es que no faltará ni la melodía, ni por supuesto la velocidad que servirá para invitarnos a agitar la cabeza siguiendo ese apabullante desarrollo solista.
Siempre resulta gratificante comprobar como una banda ya veterana, -Ravage cumplirán el próximo año sus tres décadas de andadura-, continúa ofreciendo trabajos tan interesantes como “Spider On The World”, manteniéndose siempre fieles a los estándares que forjaron su propuesta desde sus inicios, aunque apostando por una producción totalmente contemporánea. Tal vez nunca lleguen a salir del circuito underground, pero lo que nadie puede discutirles es la honestidad, la valía y la autenticidad de una banda que, ahora mismo, parece estar viviendo uno de sus mejores momentos.
DISCOGRÁFICA:POWER/SPEED THRASH
Lista de Temas:
01. Manmade Ice Age
02. The Call to Order
03. Sign of the Spider
04. Ravage in Peace
05. Without a Trace
06. Amazon Burning
07. Corruption of Blood
08. Spider on the World
09. From the Mouth of Pain
10. Face of Infamy
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