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domingo, 19 de mayo de 2024

VHÄLDEMAR-SANCTUARY OF DEATH

 


Muchas son las bandas que se arrogan el mérito de ser implacables defensores del heavy metal. En demasiadas ocasiones todo ese alarde de autenticidad metalera no deja de ser más una pose estudiada y preconcebida que únicamente busca llamar la atención de la audiencia. Pero afortunadamente aún siguen existiendo bandas como Vhäldemar, que no practican heavy metal, sino que son, como ellos mismos dicen: “Heavy Metal A MUERTE!!!!!”. Desde que publicaron su primer largo, hace más de dos décadas, “Fight To The End”, la propuesta del combo de Barakaldo ha tenido una clara proyección internacional. Y aunque obras como “I Made my Own Hell” (2003) y “Metal Of The World”,(2007) , les sirvieron para darse a conocer tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, lo cierto es que el gran espaldarazo a su carrera llegó con la publicación de lo que fue su cuarto largo “Shadows Of Combat”(2013). Su incorporación a la escudería Xtreem Music serviría para que la formación que lideran el incombustible y carismático vocalista Carlos Escudero y el virtuoso guitarrista Pedro J. Monge, revitalizara su pasado publicando un compilado con sus dos primeras entregas y cinco temas extras. El siguiente paso fue poner en circulación el EP “Old King´s Visions”, a principios de 2017 que les allanaba al camino de cara a esa obra monumental que publicaron a finales de ese mismo 2017 bajo la denominación de “Against All Kings”. Con una personalidad totalmente definida y con la banda creciendo exponencialmente y llevando su propuesta a países como Japón, Rusia, Holanda y Francia tocaba mirar las cosas con perspectiva antes de volver a la carga con “Straight To Hell”, que llegaba en plena época pandémica para aplacar "la sed de metal " de todos sus seguidores.

Para la grabación de su séptima entrega de estudio el combo vasco volvió a situar su cuartel general en los Chromaticity Studios encargándose de nuevo de la producción Pedro J. Monge, siendo el resultado final de este “Sanctuary Of Death” un puñetazo sonoro de auténtico heavy metal, que se encarga de ratificar, por si alguien tenía alguna duda, que Vhäldemar son en la actualidad una de las bandas más auténticas dentro del panorama nacional. Además del tándem anteriormente citado, la alineación del combo baracaldés se completa con el teclista Jonkol Tera, el batería Jandro Tukutake y Raúl Serrano quien, por cierto, además de aporrear de lo lindo las cuerdas de su bajo también nos deja una buena muestra de sus aptitudes como vocalista al hacerse cargo de forma solvente, -al igual que ya hiciera en el tema “Fear” de su anterior entrega-, de “Brothers”.

Sí, lo reconozco. Entono el “mea culpa”. Todavía no he empezado a desgranar el contenido de “Sanctuary Of Death”, y ya he recurrido en un montón de ocasiones al término heavy metal,... y las que quedan. Pero es que cualquiera que conozca a Vhäldemar sabe que para hablar de ellos es imposible no recurrir a esas dos palabras. En cualquier caso, lo que nos vamos a encontrar en su nueva colección de composiciones es totalmente continuista con lo que ha sido su trayectoria hasta el momento y, en especial, su pasado más reciente, que un servidor acotaría a sus tres últimos lanzamientos. Y es que no creo que sus incondicionales esperaran algo que no fuera eso. Sin embargo, por marcar algo de distancia con lo que fue su anterior “Straight To Hell”, si que me ha dado la impresión de que el quinteto de alguna forma ha mirado ligeramente atrás, rescatando en algunos momentos puntuales del álbum su vertiente más power. Mientras que en su obra de 2020 me pareció distinguir en algunos temas cierta inclinación hacia tesituras más hard roqueras. Sea como sea, lo que nadie puede discutir es que nos encontramos ante otra obra magna que debe de servir para que por fin muchos dejen de ver a Vhäldemar como “una banda nueva” y que les permita alcanzar la notoriedad y el estatus que llevan años trabajándose tanto en el estudio como en sus arrolladores directos, que es donde la banda da su verdadera medida.

Dejando claro que el paso del tiempo no ha aplacado su incondicional amor por el heavy metal, la nueva obra del combo vasco arranca de forma fulminante, dejando que la sección rítmica se encargue de apuntalar el poderoso tempo del implacable “Devil’ s Child”, antes de abocarnos sobre un estribillo pegadizo, melódico y de genuina esencia power metalera, hasta el punto que puede llegar a recordarte, por la métrica y musicalidad de varias de sus partes, a algunos de los discos clásicos de la segunda etapa, -con Kai Hansen a las voces-, de Gamma Ray. Aunque, por supuesto, tampoco faltarán las pinceladas épicas con esos coros marciales que servirán como preámbulo para una segunda dosis de su arrollador estribillo. La velocidad y el ritmo ágil y bombardeante, -con la guitarra de Pedro dibujando una llamativa melodía-, no se detendrá durante “Dreambreaker”, dejando que cobren un especial protagonismo sus rotundos y coreables coros para acabar rubricando otra de las habituales andanadas que siempre acaban conquistando a sus incondicinales: potencia, velocidad, melodías con guitarras y teclados batiéndose en duelo mientras Carlos deja su particular impronta.

El primer golpe de timón llegará cuando el quinteto dé un paso al lado para dejar aparcada momentáneamente la velocidad y se concentre en la intensidad, dando buena cuenta del oscuro y despiadado “Deathwalker”, que se abre con un rugido desgarrador para posteriormente someternos bajo el amenazante y crujiente sonido de sus guitarras, aunque no faltarán los matices melódicos en un estribillo que se verá reforzado por los coros y potenciado por otro fantástico ejercicio solista de un Pedro J. Monge, que en este nuevo trabajo presenta su firme candidatura para ser considerado como uno de los mejores hachas del estilo dentro de la escena nacional. A lo largo de su dilatada trayectoria Vhäldemar han salpicado su discografía con piezas desbordantes de épica y hermandad metalera. Himnos como el que presta título al álbum “Sanctuary Of Death”  que llegan al oyente desde la primera escucha, que son potentes pero que a la vez nos brindan un estribillo ideal para corear con el puño en alto para posteriormente dejar que nos abandonemos al headbanging siguiendo la machacona sección rítmica que servirá para que Pedro y Juankol lleven a cabo sus diabluras instrumentales.

En una tesitura totalmente opuesta nos encontramos con “Forevermore”, en la que uno puede verse encarnado en el guerrero de la portada que tras haber tomado parte en la batalla mira al cielo y clama al cielo junto a Carlos de forma sentida y desgarradora. No podía faltar, se ha convertido en una seña más de identidad de los vascos. En todas y cada uno de sus entregas la banda nos ha regalado un capítulo de “Old King’s Vision”, y “Sanctuary Of Death” no iba a ser una excepción. Así que la séptima entrega de la saga se abre de forma majestuosa para rápidamente embarcarnos en una fulgurante cabalgada que volverá a plasmar su pasión por el power metal, esparciendo la grandilocuencia melódica de su estribillo, la aplastante rotundidad de sus estrofas y ese aroma de epicidad metalera que nos hará fluir hasta ese fantástico desarrollo instrumental en el que el duelo entre guitarras y teclados servirá para que podamos apreciar sus influencias neoclásicas.

Algo que siempre me ha llamado la atención de Vhäldemar es su capacidad para aunar en sus composiciones muchos de los elementos que hacen que sus temas se acaben convirtiendo en dogma para los seguidores de la verdadera “Fe metálica”, pero sin por ello dejar de apostar por la melodía y el gancho de sus fantásticos estribillos. Una buena prueba la encontramos en la apasionante “Journey To The Unknown”. Pero, evidentemente, si hablamos de melodía, no podemos obviar la que sin duda es una de las sorpresas de esta séptima entrega del combo de Baracaldo: “Brothers”, en la que, al igual que ya hiciera en su anterior redondo, será su bajista Raúl Serrano quien se encargue de asumir las tareas vocales para dejarnos un ejercicio de hard & heavy absolutamente descomunal, que arranca como si fuera su particular “We Rock”, para invitarnos a transitar por una composición que sin perder ni un ápice de garra suena elegante y sofisticada, y que gracias al registro más agudo de Raúl romperá los esquemas a más de uno. Pero no nos engañemos el ADN de Vhäldemar está en esos cortes rebosantes de esencia “true” y “The Rebel’s Law”, será la enésima constatación de ello, dejándonos ademas con otro fantástico ejercicio solista que aúna técnica, velocidad y melodía. Evidentemente, como cualquier disco de heavy metal que se precie, el final estará reservado para los pasajes más introspectivos. El elegante arranque a lomos del piano de la instrumental “The Last Flame”, servirá para proporcionarnos un momento de tregua antes de sumergirnos de lleno en la épica guitarrera brindándonos la oportunidad de asimilar, -antes de que se acabe el álbum-, que con este “Sanctuary Of Death” estamos ante uno de los discos importantes dentro de la escena nacional en este 2024.

Hace tiempo que Vhäldemar encontraron la fórmula perfecta para difundir su doctrina metalera de forma solvente y convincente. Sin embargo, eso no significa, en absoluto, que se hayan dedicado a repetir sistemáticamente los mismos esquemas y patrones, ya que los vascos han ido introduciendo pequeñas variaciones y giros en su sonido que no hacen más que darle más colorido y matices a una propuesta que tiene firmemente asentados sus cimientos sobre las bases más sólidas que pueden existir: las del Heavy Metal.



DISCOGRAFICA:MDD RECORDS


Lista de Temas:

01. Devil´s Child
02. Dreambreaker
03. Deathwalker
04. Sanctuary Of Death
05. Forevermore
06. Heavy Metal
07. Old King´s Visions (Part VII)
08. Journey To The Unknown
09. Brothers
10. The Rebel´s Law
11. The Last Flame



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