No importa lo que suceda, siempre hay que mirar hacia adelante, intentar avanzar superando todas las trabas y las adversidades que nos plantea el camino. No creo equivocarme al pensar que algo así debieron plantearse el batería Raúl Payán y el guitarrista y vocalista Eric Baule, -miembros fundadores de Moonloop-, cuando se decidieron a afrontar esta nueva etapa que arranca con su nueva obra de estudio “Fate In Motion”, que vio la luz de forma oficial hace tan solo unos días.
A los seguidores de la escena progresiva nacional el nombre de la formación catalana seguro que no le será ajeno, y es que aunque su producción discográfica no ha sido muy prolífica, lo cierto es que llevan en activo casi 25 años. Sin embargo el motivo de la cita de esta noche de Sábado era presentar su nueva obra “Fate In Motion”. Además esta sería una de las primeras descargas con su actual line-up, que se completa con el bajista Marc Contel y su más reciente incorporación el guitarrista Nacho Ruiz. Por si estos motivos no fueran suficientes para acercarse a presenciar la descarga de Moonloop, -en una noche plagada de conciertos rockeros en la Ciudad Condal-, para acompañarles y abrir la velada los barceloneses contaron con la presencia de los valencianos Noah Histeria.
En cuanto a lo que fue su repertorio se centraron en las composiciones de sus últimas entregas de estudio, su más reciente “Ojepse” (2022) y “Hautefaye”. Precisamente de su obra de 2017 no faltaron temas como el que le prestaba título, “Hautefaye”, que sorprendió a los que no conocíamos a la banda gracias a la intensidad de sus poderosos increscendos y sus continuos cambios de ritmo, “43 Días”, que con el bajo Álvaro Montón marcando el tempo, y en rotundo primer plano, nos adentraba en tesituras más jazzísticas, y “Djemil”, que contando con la adición de alguna pista grabada ponía al respetable a botar.
El retorno sobre el material de su tercer largo llegaría cuando tras una alocución grabada el quinteto se zambulló de lleno en el idílico desarrollo que marcó los compases iniciales de “El Hombre Duplicado”, para conducirnos sobre ese crepitar de intensidad que desembocó nuevamente en unas sonoridades más relajadas e introspectivas para acabar recabando una cerrada ovación. Y es que la descarga de Noah Histeria fue como un viaje en una montaña rusa, alternando momentos elegantes e intimistas con pasajes en los que las guitarras y el bajo golpeaban duramente nuestros tímpanos. Quizás por ello “Ville Neuve” me pareció que podría ser un perfecto resumen de lo que es su propuesta.
Para encarar la recta final del show el quinteto optó por regresar al material de su anterior entrega de estudio y brindarnos los pasajes de esencia funk contenidos en el arranque de “Celoso”, que acabó convirtiéndose en una pieza que alternó desarrollos de furioso metal progresivo con otros en los que su frontman Juan Giner nos invitó a mover los brazos de izquierda a derecha. Mientras que tras los obligados agradecimientos, de una banda que disfrutó al máximo de su tiempo sobre el escenario, llegaría el momento de rubricar su descarga con la implacable “Shiro”. En definitiva grata sorpresa la que un servidor se llevó con la descarga de Noah Histeria: una banda que al igual que su propio nombre se sale de “la normalidad”, ya que su ecléctica propuesta está enriquecida con diferentes elementos de otros estilos que no hacen más que darle colorido y una personalidad propia a su sonido.
Pero dejando a un lado esa cercanía para con el público, lo que nadie puede discutir es que Moonloop se mostraron en todo momento como una máquina rotunda y perfectamente engrasada a la hora de dar vida a su death metal progresivo. Por otro lado, y como suele ser habitual, La Nau sonó muy bien, y eso es algo de agradecer cuando uno se enfrenta a la descarga de un combo como el catalán que en su propuesta conjuga de forma magistral contundencia, virtuosismo, elegancia y, ante todo, buen gusto a la hora de tratar las melodías, los arreglos y sus intrincadas estructuras. En cuanto a los nuevos miembros del cuarteto me llamó mucho la atención la implicación y puesta en escena de Marc Contel, mientras que su compañero a las seis cuerdas, Nacho Ruiz, se mostró más sobrio en sus movimientos pero igualmente efectivo a la hora de atacar sus partes, conformando un tándem demoledor con Eric.
Al igual que sucediera con la descarga de Noah Histeria el show de Moonloop arrancó tras un breve speech de Eric dándonos las gracias por nuestro apoyo para acto seguido mirar al pasado y sorpréndenos con la pieza que abría lo que fue su primer largo, el escueto e instrumental “Awaking Spiral Of Time”, que arrancaba de forma atmosférica, jugando con las melodías, para rápidamente fundirse con la novedosa “New Dark Reality” con la banda creando esa áspera e infranqueable pared sonora que se convirtió en el vehículo perfecto para que pudieran desarrollar esas estructuras cambiantes y heterogéneas, en las que se fueron alternando sus feroces registros guturales, -bordeando en algunos momentos tesituras extremas-, con otros desarrollos en los que los registros limpios se impusieron. Pero sin duda si algo me llamó la atención del tema fueron esas partes instrumentalmente más relajadas que sirvieron para que Eric dejara una buena muestra de sus habilidades técnicas.
Tras haber roto el hielo, y habiendo recabado la primera ovación de la noche, era un buen momento para hacer subir la temperatura en el local dando buena cuenta de una pieza que se ha convertido en un clásico para todos sus seguidores: “Megadolon”, que de alguna forma servía para ratificar a todos los que hemos venido siguiendo su trayectoria desde hace tiempo el aplomo, la pegada y la personalidad que ha alcanzado esta nueva encarnación, y es que el tema sonó como una auténtica apisonadora, con una banda completamente desatada, con Eric y Marc cabeceando incansablemente durante las partes más cañeras, mientras Raúl se mostraba inconmensurable tras su kit y Nacho se mostraba seguro e implacable. Y es que en todo momento pudimos apreciar el buen rollo, la complicidad y la camaradería que se respiraba entre los músicos, y eso es algo que siempre acaba plasmándose en lo que sucede sobre el escenario.
Fue durante los prolegómenos de otra de las nuevas “Cosmic Matter”, cuando Eric nos habló de su nueva criatura antes de anunciarnos el mensaje cósmico que contiene un tema lleno de variaciones, que arrancaba de forma lenta y comedida para acabar convirtiéndose en un vendaval metalero que, en cierto modo, acabó siendo la perfecta presentación para su más reciente incorporación Nacho Ruiz. Tampoco faltó el reconocimiento al resto de sus compañeros durante los parlamentos que precedieron a “Landscape”, que fue la elegida para proponernos una nueva mirada al pasado mientras reivindicaban las influencias más clásicas de la banda brindándonos una sesión de death metal técnico que dejó a más de uno con la boca abierta.
Me gustó mucho como Moonloop equilibraron su repertorio, alternando cortes clásicos con temas de nuevo cuño como “Mask”, lo que nos permitió comprobar y deleitarnos con la progresión que ha seguido el estilo de una banda que ha estado siempre en constante evolución, aunque sin perder en ningún momento los más firmes cimientos en torno a los que gira su propuesta. Acto seguido llegaría una de las sorpresas de la noche ya que, tal y como anunció Eric, el siguiente tema en sonar “Zeal”, hacia mucho tiempo que no lo tocaban en directo, y lo cierto es que los que hemos venido siguiendo la trayectoria de la banda pudimos apreciar claramente algunas de las variaciones que en ella han introducido los nuevos miembros de la banda, algo que denota su implicación dentro de Moonloop.
Las ambientaciones más oscuras, desérticas y hasta desoladoras serían las que se encargaron de dar mordiente a la última de las nuevas que sonaron esta noche “Awaken”, que personalmente fue de las que más me gustaron ya que creo que fue una instantánea perfecta de lo que son Moonloop a día de hoy: contundencia, virtuosismo, melodía e imaginación. Para encarar la recta final del show que mejor que dejarnos seducir por esa mirada a la mitología griega en forma de un “Medusa” que llegó acompañada de la euforia de un público que se animó hasta el punto de formarse algún tímido moshpit para acompañar algunos de sus desarrollos más salvajes y cañeros. Lamentablemente la descarga de Moonloop estaba llegando a su fin, pero antes de dar carpetazo definitivo a la velada con “Strombus”, Eric todavía tuvo tiempo de emplazarnos para una próxima cita, que será ya el próximo año y que según nos comentó será más extensa en cuanto a temas y duración se refiere. En cualquier caso, la descarga de Moonloop fue como una llamada de atención, un puñetazo en la mesa dando a entender que tras estar un tiempo “fuera de circulación”, la banda regresa a la carga con un fantástico disco bajo el brazo “Fate In Motion”, y con las pilas bien cargadas para defenderlo en vivo. Y eso no puede ser más que una excelente noticia para todos los seguidores de las sonoridades más cañeras dentro de la escena progresiva nacional.
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