En esencia la historia de nuestros protagonistas, Rhabstallion, no difiere mucho de la de otras bandas coetáneas de la escena británica. Se formaron en la segunda mitad de la década de los setenta en la lluviosa Halifax y aunque en esos primeros años no consiguieron grabar sus composiciones de forma profesional, si que disfrutaron de varias apariciones televisivas, amén de conseguir compartir escenario con bandas emergentes en aquel momento como Hanoi Rock, Diamond Head, Trust o los colosos Saxon. Sin embargo, bastante desengañados por los acontecimientos, y viendo que el movimiento que les vio a nacer comenzaba a perder terreno frente a otras tendencias, decidieron tirar la toalla en 1984. Sin embargo, la rendición no fue definitiva, ya que tras estar varias décadas “durmiendo el sueño de los justos”, la banda decidió volver a intentarlo en 2018 encargándose ahora de las voces Andy Wood, David Thompson de las guitarras, Jack Himsworth a la batería, mientras al bajo nos encontramos al incombustible Graham Hooper. Su debut “Back In The Shaddle” llegaría a principios de 2021, consiguiendo unas buenas críticas de los medios especializados dando buena cuenta de su hard & heavy potente, rápido y cargado de actitud.
Tres años más tarde la banda regresa a la carga con el que a la postre es su segundo redondo que lleva por titulo “Bat Shit Crazy”, para la que han vuelto a confiar en el sello alemán Golden Core Records. Mientras que para encargarse de la grabación, mezcla y producción de estas diez composiciones han contratado con los servicios de Grant Henderson. Hablando de lo que es el sonido de “Bat Shit Crazy”, por supuesto que nos vamos a encontrar con esos aromas clásicos e inconfundibles de la N.W.O.B.H.M., pero ojo que nadie espere encontrarse un mero y gratuito ejercicio de revival, ya que el cuarteto ha sabido actualizar su sonido, centrando su objetivo en que las partes más hard roqueras suenen frescas y potentes a partes iguales, amén de no descuidar el gancho de unos buenos estribillos.
Desplegando unas melodías de lo más marchosas y contagiosas esta segunda entrega del combo británico se abre con el ímpetu roquero que rezuma “Bat Shit Crazy”, en el que la banda deja claras sus raíces más clásicas y, diría que hasta, deudoras de aquellas bandas que de alguna forma influyeron a las bandas más rockeras de la N.W.O.B.H.M., como por ejemplo Magnum, y eso se nota en el buen gusto a la hora de tratar tanto las melodías instrumentales como las vocales que marcarán un estribillo que va sobrado de garra y punch. Aunque en esencia podría parecer que la propuesta de Rhabstallion es bastante sencilla, lo cierto es que llama mucho la atención la forma en la que las guitarras se empastan con una sección rítmica que suena sólida y muy compacta. Además es a lo largo de los excelsos desarrollos instrumentales incluidos en temas como “Better Late Than Never”, donde mejor puede apreciarse esa conexión con el hard & heavy británico de finales de los setenta y principios de los ochenta.
El levantar mínimamente el pie del acelerador durante temas como “Now That You´re Gone”, acabará propiciando que los británicos suenen todavía más elegantes, permitiendo que las aportaciones solistas y, sobre todo, esos juegos de guitarras dobladas acaben logrando que suenen mucho más distinguidos y sofisticados, aunque sin perder en ningún momento esa flema netamente rockera que llevan impreso en su ADN. El tempo se tornará más marcado, y diría que hasta más machacón, a la hora de conducir “Strength Within Me”, que sin embargo destaca por la confrontación entre ese sonido más pesado de las guitarras y unas líneas vocales que suenan deslumbrantes y muy accesibles a la hora de dar forma a un genial y melódico estribillo, que se verá coronado por un ejercicio solista preñado de feeling e intensidad.
La elegida para dar un vuelco, y cambiar la dinámica que hasta ese momento había llevado esta segunda entrega del combo británico, será “Ghost Dance”, marcando deliberadamente distancias con todo lo anterior, ya que su sonoridad es mucho más cruda y oscura, con Andy Wood dándole un tratamiento diferente a su voz para hacer que todo suene mucho más crudo y contundente. La cosa se tornará todavía más seria a lo largo de “The House”, que personalmente es de las que más me ha gustado, gracias a la rotundidad de sus cambios de intensidad, por lo crudas que suenan sus guitarras, y por la desgarradora interpretación de Mr. Wood.
La elegida para volver a inyectar una buena dosis de velocidad y garra rockera al disco será la pegadiza “Sold My Soul”, toda una declaración de intenciones que vuelve a ratificar su pertenencia a la N.W.O.B.H.M., ya que los de West Yorkshire han firmado un corte que por momentos puede llegar a recordarte a los Saxon más marchosos y hard roqueros. Una vez más será la tenacidad de su implacable sección rítmica la que se encargue de conducirnos a través de “The Call”, para adentrarnos en un desarrollo instrumental altamente recomendable que nos acabará abocando, gracias a la solvencia de sus guitarras dobladas y a lo reiterativo de su estribillo, hacía una recta final tiznada de ambientación épica.
Sin duda “Going Nowhere”, es otra de las que digamos permite a Rhabstallion abandonar su zona de confort para aventurarse en sonoridades más atmosféricas y ambientales, dejando que el registro de Mr. Wood sea el que se encargue de guiarnos a través de un vibrante uptempo que acabará cogiendo impulso para sorprendernos con la rotunda pegada de su coreable estribillo. “Who I Am”, es otra de las que sin aportar nada sustancialmente nuevo, seguro acaba llamando la atención del oyente, comandada por un ritmo adictivo y contagioso, de esos que invita a ser acompañado con el pie, mientras uno mueve la cabeza y entona su adictivo estribillo.
Como testimonio de lo que es su sonido en directo la banda ha querido dar a sus seguidores, a modo de regalo, dos composiciones grabadas en vivo rescatadas de su primer largo “Back In The Saddle”. La primera, “Driving Seat”, con ese sonido netamente hard rockero con el que nos invitan nuevamente a viajar a finales de los setenta. Mientras que “Stand Up”, será la elegida para plasmar su faceta más festiva y desenfadada, proponiéndonos un estribillo de lo más pegadizo y un desarrollo instrumental en el que las guitarras dobladas se volverán a dejar notar con fuerza.
Siempre resulta difícil sacar conclusiones y dictar sentencia al escuchar un trabajo como este “Bat Shit Crazy”. Sin duda la historia de Rhabstallion no difiere de la de muchas bandas de su época que al igual que ellos no llegaron a grabar sus composiciones de forma profesional, y que con el paso de los años, y con la vida ya resuelta de sus componentes, han decidido que había llegado el momento de volver a intentarlo. Así que ya sabes si estas buscando a “esa banda” que está llamada a liderar los principales festivales europeos de cara a los próximos años, no creo que los británicos sean lo que andas buscando. Sin embargo, si eres seguidor de la N.W.O.B.H.M., y quieres conocer a otra banda que pudo haberlo logrado y que no llegó a conseguirlo en su momento, y que pese a ello cuatro décadas después continua intentándolo con las mismas ganas e ilusión, creo que “Bat Shit Crazy”, te hará esbozar, cuanto menos, una sonrisa de satisfacción.
DISCOGRAFICA:GOLDEN CORE RECORDS
Lista de Temas:
01. Bat Shit Crazy
02. Better Late Than Never
03. Now That You're Gone
04. Strength Within Me
05. Ghostdance
06. The House
07. Sold My Soul
08. The Call
09. Going Nowhere
10. Who Am I
CD Bonus-Tracks:
11. Driving Seat (Live)
12. Stand Up (Live)
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