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viernes, 6 de diciembre de 2024

RIOT V+AZRAEL-WOLF-BCN-24-NOV.2024



Indiscutiblemente para muchos, incluido un servidor, Riot serán siempre la banda de Mark Reale, y tanto los que fueron sus compañeros, como los diferentes músicos que han seguido dando continuidad a su legado en los últimos años, es algo que siempre han tenido muy claro y han respetado. Quizás por ello fue una decisión acertada, a la hora de encarar esta nueva etapa, rebautizar a la banda como Riot V. La esencia sigue intacta, pero como ha sido una constante a lo largo de su dilatada trayectoria la banda ha vuelto a reinventarse contando desde hace ya más de una década con el fornido frontman Todd Michael Hall. Desde su incorporación Riot V han publicado trabajos que han resultado bastante exitosos, su más reciente “Mean Streets”, -publicado hace tan solo unos meses-, ha vuelto a ratificarlo, amén de dejar constancia en sus directos que son una formación con un legado excelso pero que también mira al futuro sin apartarse de ese heavy metal de estirpe clásica que siempre les ha caracterizado.

Durante los últimos años el combo americano se ha convertido en asiduo de nuestros escenarios, tanto en festivales, como en salas. Y eso es algo que ha acabado haciendo que tengan una nutrida parroquia de incondicionales que no acostumbran a fallar a su llamada. Su escala en la capital catalana estaba programada en la sala Wolf, y aunque la descarga se celebró en domingo, lo cierto es que el local acabó registrando un ambiente de lo más animado. Además para amenizar la espera tendríamos ocasión de disfrutar de la descarga de unos ilustres veteranos dentro de la escena nacional como son Azrael, quienes traían bajo el brazo su fantástico “Dimensión V”, que publicaron a mediados del pasado 2023.

Los granadinos fueron uno de los grandes animadores de la escena noventera en nuestro país, y aunque desde entonces la banda ha tenido bastantes cambios en su alineación, lo cierto es que siguen conservando la esencia y la personalidad que siempre atesoraron. Además a todo eso hay que sumar la experiencia adquirida, dando como resultado una banda que se presentó como un equipo sólido y compacto de facturar heavy metal: por momentos más clásico, otros más power, e incluso regalándonos algún zarpazo speedico. Pero sin duda lo que más destacaría es que tuvimos ocasión de disfrutar en directo de una banda real, donde no hubo coros ni armonías pregrabadas, algo cada vez menos habitual en los conciertos de nuestro estilo.

Aunque no disfrutaron del mejor sonido, eso no pareció lastrar la descarga de unos Azrael que salieron dispuestos no sólo a ofrecer un buen show, sino también a reivindicarse con un repertorio que combinó viejas favoritas con algunos de los mejores cortes que han publicado en los últimos años. El primer zarpazo que nos asestaron los andaluces llegó en forma de indiscutible clásico “Nada Que Perder”, poniendo de manifiesto la calidad instrumental de su actual formación, y sobre todo la potencia vocal de un Marc Riera que se mostró absolutamente intratable. Además el frontman balear se dirigió al respetable en catalán, así que tras darnos las buenas noches presentó el tema que abría “Código Infinito”: “Al Amanecer”, que servía para dejar patente que, dejando a un lado el excelente trabajo vocal de Marc, el resto de sus compañeros también apoyó en armonías y coros para dar empaque a ese brutal e hímnico estribillo que llegó acompañado con el alzado de puños de muchos de los presentes.

Aprovechando el momento de conexión con el respetable, Marc nos propuso un brindis por el heavy metal antes de adentrarnos en esa declaración de intenciones que lleva por título “Hoy Por Fin”, que nos dejaba con la estampa de Oscar Espín y Enrique Rosales doblando sus guitarras para dejar plasmadas sus influencias más clásicas y netamente heavy metaleras. Acto seguido, y tras comentarnos que ya están trabajando intensamente en lo que será su próxima entrega de estudio, llegaba el momento de una primera incursión en “Dimensión V”, para dar buena cuenta de un “Renacer”, que fue recibido cálidamente, como si de un clásico más se tratase.

La elegida para acelerar el paso, gracias en parte a la rotunda pegada de la implacable sección rítmica que conformaron el batería Tino Torres y el bajista J. M. Salas, fue la power metalera “Vivir-Morir”, que nos servía para seguir buceando en el material de lo que fue su trabajo del pasado año. Una nueva mirada al pasado, concretamente a lo que fue su cuarta entrega de estudio “Dimensión IV”, sería la excusa perfecta para cantar nuevamente otro de esos estribillos absolutamente ganadores como es el de “Incierta Realidad”. Una vez más, los instrumentistas de la banda volverían a arropar vocalmente a Marc para dar empaque y personalidad a los rotundos coros del incontestable “Tres Y El Apocalipsis”, que sirvió para que ambos hachas dieran cancha a sus influencias de corte neoclásico.

La anécdota de la noche fue comprobar que entre los andaluces y Riot V había una excelente relación, y es que justo antes de que Azrael descargaran “Volver A Nacer” apareció en escena para saludar al personal, luciendo su habitual gorra y empuñando su inseparable botella de tequila, el simpático Don Van Stavern. Nuestra escala por lo que fue el tercer largo de la banda “Mafia” , proseguiría con los aromas “Helloweenianos” del vibrante “Tarde Ya”. Para dejar que el broche definitivo para una rotunda descarga, -que puso las pilas a más de uno de los presentes-, lo pusiera el aniquilador “Sacrificio”, que nos dejaba a una banda completamente desatada que se marchó del escenario acompañada de una cerrada ovación.

Muchos han sido los himnos que Riot han escrito a lo largo de su longeva trayectoria para acabar tocando la fibra a diferentes generaciones de metaleros. Lógicamente cada cual tendrá su etapa predilecta teniendo en cuenta sus preferencias estilísticas. Pero lo que nadie puede negar es que siempre han llevado por bandera el hard rock y el heavy metal. A diferencia de lo que sucediera en sus últimas apariciones en nuestro país, en las que el escenario estuvo presidido por la portada del que en ese momento era su última referencia de estudio, en esta ocasión el combo americano optó por un sobrio telón de fondo con el nombre de la banda y sendas pancartas laterales con elementos que hacían referencia a la portada de “Main Streets”.

Precedidos del rugido del motor de una motocicleta, y el estruendo de las sirenas policiales, los miembros de la banda irrumpían en escena para agitar al personal con la rotunda pegada de la pieza que abre su última referencia de estudio: “Hail To The Warriors”, con la que arrancaban pisando el acelerador a fondo para invitar al personal a que levantara los puños al aire mientras Todd Michael Hall nos regalaba su primera concatenación de agudos. Sin darnos tiempo para recuperar el aliento llegaba el momento del primer gran clásico de la noche, el imponente “Fight Or Fall”, que nos dejaba a todo el personal entonando su matador estribillo mientras la batería de Jesse Tudda se encargaba de mantener el nivel de intensidad a través de su desbocada cabalgada.

El nivel de euforia no decreció, ya que las guitarras dobladas de Mike Flyntz y Jonathan Reinheimer serían las encargadas de introducirnos de lleno en la épica metalera que encierra “Victory”. Acto seguido sería el carismático bajista Don Van Stavern, el que dio un paso al frente para reclamar el apoyo del respetable durante los compases iniciales del más oscuro y desolador “On Your Knees”. Pese a que el frontman comentó que estaba teniendo algún problema con el sonido, lo cierto es que rayó a un nivel excelente durante todo el show. El retorno sobre su material más reciente llegaría con los riffs de escuela Priest que dieron forma a “Feel The Fire”, que funcionó como un tiro gracias a su pegadizo estribillo, dejando claro que “Main Streets” ha convencido plenamente a su fiel parroquia de incondicionales.

El contraste entre el presente y el pasado de la banda quedaría plasmado con su primera visita al material que editaron durante la década de los setenta, proponiéndonos una incursión sobre lo que fue su segundo largo: “Narita”, del que rescataron el tema que lo cerraba: “Road Racin’”, plasmando así la faceta más hard rockera de la banda, siendo este además uno de los temas que ninguno de los actuales Riot V grabó en estudio. Tras recabar la cerrada ovación del personal, y presentarnos a todos los miembros de la banda, era un buen momento, -atendiendo a la demanda de gran parte de los presentes-, para volver a pisar el acelerador a fondo e irnos todavía más atrás en el tiempo para poner la sala literalmente patas arriba con todos los presentes coreando a pleno pulmón la inconfundible melodía del primerizo, “Warrior”.

A estas alturas de la velada los americanos tenían ya a la audiencia completamente rendida, tal y como quedó patente cuando tras concluir “Warrior”, el público coreó incansablemente el nombre de la banda. Casi como si de una reivindicación se tratara, Todd Michael Hall nos recordó que en 2024 se cumplía el décimo aniversario de la edición del trabajo que marcó su debut en la banda “Unleash The Fire”, para posteriormente introducir a capela “Bring The Hammer Down”, que hacía que todos volviéramos a levantar los puños cada vez que tocaba atacar su matador estribillo. Para dejar patente el buen rollo, y la camaradería, que ha habido entre ambas bandas durante esta gira peninsular, durante “Johnny’s Back”, Marc Riera, vocalista de Azrael, devolvió la visita al combo americano y se subió al escenario para compartir las líneas vocales del tema con Todd Michael.

Por supuesto que a lo largo del show no faltaron los vaciles del frontman, -practicando su castellano-, y los del bajista, -con brindis constantes,- para con el público, tal y como sucedió durante los prolegómenos de la ochentera “Restless Breed”, que nos servía para recuperar mínimamente el aliento. Bastante más rotunda y épica sonó “Bloodstreets”, con la que volvían a incidir sobre el material del mítico “Thundersteel”, que sirvió para que Mike Flyntz dejara su tarjeta de visita antes de que todos cantáramos con el puño en alto. Tocaba retornar a la rotundidad, a los riffs crujientes y machacones que han marcado algunos de los temas más destacados de “Main Streets”. Así que “Love Beyond The Grave”, acabaría cayendo a plomo sobre un público que se lo estaba pasando en grande y que correspondió a la banda con una cerrada ovación.

La velocidad y los ritmos bombardeantes regresarían de manos de ese zarpazo rotundo y certero que lleva por título “Flight Of The Warrior”, que acabó convirtiéndose en uno de los momentos de la noche con todo el personal cantando como sino hubiera mañana. Llegaba el momento de los brindis, y en las filas del combo americano hay todo un profesional como es Don Van Stavern quien nos mostró su botella de tequila para presentarnos el siguiente tema de la noche, el vacilón “Swords And Tequilla”. Como no podía ser de otra forma, el punto y seguido para el vibrante show de Riot V corrió por cuenta de otro de sus himnos imprescindibles “Thundersteel”, que quedó rubricado con otro aplastante duelo entre Reinheimer y Flyntz.

Aclamados por los constantes vítores y cánticos del respetable la banda no tardó mucho en regresar sobre las tablas para volver a incidir en sus raíces más netamente hard roqueras invitándonos a viajar a los inicios de la década de los ochenta para hacernos vibrar intensamente durante “Outlaw”. El momento de cantar nuevamente con los brazos en alto llegaría con una celebradísima “Take Me Back”. Con el personal completamente entregado, y alzando los brazos para mostrar su apoyo al combo americano, nos adentrábamos en el sprint final de su descarga con el tempo marcado y rotundo de “Sign Of The Crimson Storm”. Mientras que el fin de fiesta definitivo lo puso el tema que prestaba título a lo que fue su tercer largo “Fire Down Under”.

Absolutamente intratables. Riot V volvieron a dejar patente a su paso por la Ciudad Condal que siguen siendo una máquina rodada, fiable y perfectamente engrasada de facturar heavy metal. Tienen experiencia, personalidad, el favor del público, y un legado de clásicos incontestables que empastan a la perfección con el material que han publicado en estos últimos años.


TEXTO:ALFONSO DIAZ

FOTOS:CARLES OLIVER



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