martes, 4 de marzo de 2025

SARATOGA-SALAMANDRA-L´HOSPITALET DE LLOBREGAT-BCN-22-FEB-2025


Como si de una tradición no escrita se tratara. Fieles a su cita anual con el público barcelonés, Saratoga regresaban a la Ciudad Condal para reencontrarse con su fiel parroquia de incondicionales en un Salamandra que acabó registrando una muy buena entrada. Desde que hace ya más de una década el incombustible Niko Del Hierro y el carismático Jero Ramiro decidieran volver a unir fuerzas contando como vocalista con Tete Novoa, la ya mítica formación madrileña no sólo ha editado algunos de los trabajos más destacados de su longeva trayectoria, sino que tampoco ha parado de girar, tanto a lo largo y ancho de nuestro país como por difernetes países del continente americano. Sin embargo, en esta ocasión, el combo madrileño no traía bajo el brazo una nueva obra que presentar, sino que durante este tour denominado “El Clan De Los Lobos”, el cuarteto está centrando su objetivo en desgranar algunos de los momentos más destacados de dos obras claves dentro de su carrera : “El Clan De La Lucha” (2004) y “Tierra De Lobos”(2005), aunque sin olvidarse en los bises de alguna puntual pincelada del resto de su longeva y exitosa producción discográfica.

Para muchos esos dos trabajos marcaron uno de los puntos álgidos en la carrera de Saratoga, dejando una huella imborrable en sus seguidores. Y es que aquella formación que completaban el tándem de fundadores anteriormente citados junto al batería Dani Pérez y el vocalista Leo Jiménez marcó un antes y un después dentro de la escena del heavy metal nacional. Desde entonces, han pasado más de dos décadas, y no creo que actualmente nadie pueda discutir la valía como vocalista y frontman de un Tete Novoa que lleva años no sólo cantando de forma magistral, sino que también, con el permiso de Niko, se ha convertido en el motor y, porque no decirlo, la imagen de una banda que camina con paso firme, -y contando ahora tras los tambores con Arnau Martí-, hacia los 35 años de andadura.

Al igual que ya sucediera en sus últimas visitas a la capital catalana Saratoga no contarían esta noche con la participación de una banda invitada, lo que hacia presagiar que el cuarteto nos ofrecería un show largo, como así fue. Otro detalle a destacar fue la complicidad y la entrega de un respetable que apoyó al máximo, cantando esa colección de temas que nos hicieron viajar en el tiempo a otra época, pero que al mismo tiempo sonaron poderosos, potentes y totalmente actuales. Y de eso tuvo mucha culpa Tete, quien no se cortó a la hora de dotar a algunas de las líneas vocales de un toque más agresivo, llegando incluso a dejarnos algún rugido en varias de sus interpretaciones.

En cuanto a lo que fue el montaje escénico, fue sobrio y efectivo a partes iguales. Un servidor lleva siguiendo a la banda prácticamente desde sus inicios, y la verdad es que Saratoga no se han caracterizado nunca por llevar montajes escénicos demasiado ambiciosos. Son de aquellas bandas que confían en la pegada de sus composiciones, y en el buen hacer de sus músicos para acabar conquistando al respetable. Sin embargo, hay cosas que siempre están presentes, como por ejemplo el pie de micro con forma de iguana que hace ya bastante giras que les viene acompañando. Esta noche también tuvimos ocasión de disfrutar de diferentes proyecciones en la parte trasera del escenario. Y lo que, por supuesto no faltó, fue un sonido potente y bastante nítido, salvo en los compases iniciales del show, junto a un resultón y vistoso juego de luces.

Conociendo de antemano en torno a que material iba a girar el repertorio de esta noche, la expectación era máxima. Y esa tensión podía palparse en el ambiente que se respiraba en una sala donde el publico aguardaba impaciente el desembarco de sus “héroes”. Acompañados de la cálida y efusiva bienvenida que les tributó el respetable, y mientras sonaba esa inquietante introducción que han denominado “El Clan De Los Lobos”, los miembros de la banda tomaban posiciones para rápidamente iniciar la descarga con un clásico rotundo y absolutamente incontestable como fue “San Telmo 1940”. Desde los compases iniciales del show pudimos ver a un Tete super motivado, tirando de sus compañeros para convertirse en el centro de todas las miradas, moviéndose incansablemente por el escenario mientras hacía participes del temas a los integrantes de las primeras filas.

Saratoga habían prendido la mecha, y ya no había vuelta atrás. En poco más de cinco minutos la banda había conseguido conectar con el personal y metérselo en el bolsillo. Ahora la incógnita esa averiguar si conseguirían mantener semejante nivel de entrega e intensidad, y vaya si lo hicieron. Niko no dudó en dar un paso al frente y armado de su bajo aproximarse al filo del escenario para deleitarnos con algunas de sus muecas durante el arranque de la implacable “Lejos Del Tiempo”; que ahora, con un sonido algo más nítido, servía para poner la sala literalmente patas arriba ante la indisimulada mueca de un Tete que no perdió en ningún momento la sonrisa. Tras haber dado el pistoletazo de salida de forma incontestable, brindándonos una doble ración rescatada de “El Clan De La Lucha”, era un excelente momento para centrar nuestro objetivo por primera vez en el otro protagonista de la velada:“Tierra De Lobos”. Así que tras los primeros vaciles de un Tete que se mostró de lo más socarrón e irreverente en sus comentarios entre tema y tema, tocaba que la más reciente incorporación de la banda nos mostrara algunas de sus cualidades durante los rotundos compases iniciales que marcaron el tema que prestaba titulo al álbum para posteriormente abandonarnos al headbanging en esa despiadada cabalgada tiznada de épica metalera.

Creo que todos los que venimos siguiendo la trayectoria de Saratoga estaremos de acuerdo en que Tete Novoa hace ya mucho tiempo que se convirtió por derecho propio en la voz de la banda. Para muchos el pasado siempre tendrá un peso muy importante en la trayectoria del cuarteto. Pero a día de hoy, es incuestionable que Tete no sólo ha puesto voz a un montón de clásicos, sino que ha conseguido hacer suyos muchos de los hits del pasado. Pero sin duda donde uno puede apreciar más como ha conseguido hacer suyos temas que fueron interpretados por Leo es al afrontar esas composiciones que no han sido tan habituales dentro de los repertorios de la banda. Y es que he de reconocer que volver a escuchar temas como “Ave Fénix” fue una auténtica pasada. Y es que precisamente giras como “El Clan De Los Lobos”, sirven para que los más fieles seguidores de la banda vuelvan a reencontrarse con piezas como “Decepción”, que nos dejaba con la estampa de Jero exprimiendo su guitarra posicionado sobre una de las pequeñas tarimas que había repartidas a lo largo de la parte frontal del escenario antes de acabar recabando la cerrada ovación del público.

La noche se estaba calentando. Así que Tete decidió que era un buen momento para desprenderse de la chupa con la que había salido a escena. La encargada de hacer que el recinto se viniera abajo fue, precisamente una de las que acabó convirtiéndose en una de las más celebradas de la noche “Ángel De Barro”, que desataba la locura en los aledaños del escenario mientras Niko alzaba sus cuernos al aire. Una nueva mirada sobre lo que fue su obra de 2005 serviría como excusa para hacernos transitar por los derroteros más tradicionales del heavy metal a lomos del tenaz riff que comandó “Contigo, Sin Ti”, que fue la escogida para flanquearnos el paso hasta el ejercicio solista que sirvió para que Arnau Marti se quedará solo en escena para mostrarnos algunas de sus habilidades.

La velada estuvo repleta de momentos mágicos. Hubo mucha potencia, mucha intensidad y, por supuesto, mucho heavy metal. Pero también tuvimos ocasión de ver como el propio Jero se emocionaba al presentarnos a su “compañera de baile”, la guitarra que le ha acompañado en tantísimas “batallas”, durante los prolegómenos de la siempre emotiva y cañera “Blanco y Marfíl”. Con el público completamente entregado, coreando reiteradamente el nombre del guitarrista, tocaba cambiar radicalmente de registro para adentrarnos en las atmósferas más introspectivas de “Fe”, que nos dejaba la estampa de Tete abandonando el escenario para cantar la segunda mitad del tema encaramado sobre la barra del local antes de ponernos los pelos de punta con una sucesión de altísimos agudos. Y es que esa faceta más cruda, en la que los sentimientos quedan a flor de piel quedaría plasmada también a lo largo de la brutal “Siento Que No Estás”, con un Tete absolutamente sublime que clavó las rodillas en suelo para conceder a su interpretación un plus de dramatismo e intensidad.

La velocidad y la garra netamente heavy metalera no tardaría mucho en regresar, y la respuesta del respetable fue absolutamente descomunal. Sin duda fue una de las más celebradas de la noche, también de las más coreadas, y es que “Maldito Corazón”, escenificó la perfecta sintonía entre banda y público. Iba a ser muy difícil mantener semejante nivel de euforia entre un personal que parecía enloquecido. Así que para poner el punto y seguido a la vibrante descarga del combo madrileño que mejor que invitarnos a apretar los dientes, dando un plus de salvaje agresividad a la descomunal interpretación que se marcó Tete, fuertemente aferrado a su pie de micro, de “Barcos De Cristal”.

Por supuesto, Saratoga son a día una banda sólida, compacta y que poco tiene ya que demostrar. Pero lo cierto es que gran parte de culpa la tiene el capital general de este “buque”: Niko Del Hierro. El incombustible bajista ha estado siempre al frente del proyecto, lidiando con los altos y bajos del negocio y también con los cambios de músicos, llevando siempre el timón de la nave. Así que esta noche también gozó de su particular reconocimiento, siendo aclamado por un público que supo reconocerle el tesón y la entrega durante todos estos años. Con el capítulo dedicado a rememorar los discos protagonistas de la velada finiquitado tocaba encarar la recta final del show. “No Sufriré Jamas Por Ti, volvía a poner al personal por la nubes, invitándonos a cantar junto a Tete con el puño en alto.

Otro de los momentos mágicos de la noche, absolutamente inolvidable, fue ver a Tete, Niko y Jero bajarse del escenario para rodeados del público, y desde la pista, atacar el desgarrador “Acuérdate De Mi”. Tocaba volver a subir el nivel, era el momento de volvernos locos, de ejercitar nuevamente nuestras maltrechas cervicales acompañando esa demoledora andanada que lleva por nombre “Mi Venganza”, con la que representaban el material del rotundo “Morir En El Bien, Vivir En El Mal”, que se acerca ya peligrosamente a su primera década de existencia. Mientras que la rubrica definitiva, como viene siendo habitual en casi todas las descargas del cuarteto, corrió por cuenta de la inevitable “Perro Traidor”, que fue la única concesión que se permitieron a su producción noventera.

Puede sonar a tópico, pero así es. Hay bandas que, como el buen vino, mejoran con los años. Hace lustros que Saratoga están copando los puestos de honor del panorama metalero nacional. Su trayectoria, sus lanzamientos y sus giras les avalan. Han tenido que luchar contra viento y marea pero han conseguido llegar a la cima, y por lo que parece no están dispuestos a bajarse de esa ola ganadora que hace años que están surfeando.





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